Capítulo 15

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Hasta que a la mañana siguiente comenzó a sentir caricias suaves en su cabello, al despertarse lentamente abrió los ojos mirando a la joven que la observaba con una sonrisa suave en su rostro, se levantó rápidamente rodeándola en sus brazos sin poder evitar llorar en su pecho, Kai como pudo entre tantos cables conectados había rodeado el cuerpo de la chica con sus brazos acariciando su mejilla, cuando levantó la mirada observó que allí estaban sus padres, Tony y Natasha mirándolas con una sonrisa en sus rostros, porque no un par de lágrimas también. El doctor ingresó momentos después para revisarla con todos presentes pues no la dejarían a solas, le sacó el tubo de respiración luego de chequear que sus reflejos estuvieran bien, su herida bien y asintió mencionando que en un día podría salir de allí para descansar en su propia habitación, claro que para su recuperación total necesitaría una semana.

Su metabolismo se curaba rápido, pero no había que presionar, salió de allí luego de que todos le agradecieran por esto, uno por uno fueron abrazándola con cuidado de no lastimarla, antes de que está mirara a Yelena con una sonrisa.

- Creo que la mini Rogers y la mini viuda necesitan un momento a solas – todos asintieron – cuidado que eso sigue marcando tu frecuencia cardiaca, Kai

La chica se sonrojó al darse cuenta que su pulso se aceleraba cada vez que miraba a Yelena, está también se sonrojó al darse cuenta de esto, los demás salieron un momento para darles privacidad mientras molestaban a Natasha sobre el hecho de que ambas se habían enamorado sin que ella pudiera evitarlo. En la habitación, Yelena se sentó en la camilla acariciando la mejilla de Kai sin poder evitar que sus ojos se llenaran nuevamente de lágrimas.

- Estoy bien, lyubov' – acarició la mejilla de la chica limpiando sus lágrimas – necesitan mucho más que una bala para deshacerse de mí

- Me asuste demasiado – la miró – prometiste que no harías nada estúpido y es lo primero que haces

- No podía dejar que lastimaran a mí papá – sonrió – tengo algo que decirte

- Soy toda oídos, Rogers – acarició la mejilla de la chica – también tengo algo que decirte

- Con temor a que vuelvas a salir corriendo – la miró con una sonrisa tímida – estoy enamorada de ti, Yel – respiro hondo- yo...te amo

- También estoy enamorada de ti, lyubov' –sonrió apoyando su frente sobre la de la chica – te amo, no voy a salir corriendo – la miró – y si lo hago, ten por seguro que sería a tus brazos

- ¿de verdad? – la joven rubia asintió - ¿puedo besarte?

- Todas las veces que quieras

Acortó la distancia besando a la chica con amor, con ternura, se separaron cuando sintieron que la maquina que monitoreaba su corazón comenzó a hacer ruido llamando la atención de los demás que estaban afuera, preocupándose que había ocurrido algo, antes de reírse dándose cuenta de que se habían besado y el corazón de la chica se había alterado.

- Necesito saber la historia detrás de esto – todos miraron a María que se encogió de hombros – todos son igual de chismoso no me miren así

- Bueno – Kai miró a Yelena que asintió – nosotras comenzamos a hablar durante las noches en las que ninguna podía dormir, acompañadas de una botella de vodka en su mayoría

- Hablamos de todo – sonrió acariciando su mejilla – hasta hace unos meses atrás que nos besamos, fue simplemente mágico y yo...no me había detenido a pensar que era lo que sentía hasta que Natasha me lo preguntó y simplemente entré en pánico

- Natasha Romanoff – la agente Hill le dio un golpe a su novia – te dije que no lo hicieras, que no te entrometieras y dejaras que ellas lo descubrieran

Eres tú - Yelena BelovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora