04: Arcoiris antes de la tormenta

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Cuando era joven pensé en tu mundo. Eras todo lo que quería y, entonces, todo se desvaneció y nunca te volví a ver. Pero nunca olvidaré el amor que tuvimos.

Ven a mí ahora, no me dejes ir, quédate a mi lado.

No me dejes ir, quédate conmigo todavía, te he extrañado mucho.

Sábado, 24 de Junio.

Hyunjin se encontró pensando en el chico rubio mientras hacía trazos perezosos sobre el papel. No mentiría al decir que se avergonzó cuando se dio cuenta, pero la pregunta que buscaba la razón fue desconocida hasta que lo vio caminar sobre el sendero de tierra que conducía a un viejo mirador. Hyunjin no pensó que el chico realmente supiera a dónde iba, ni tampoco que caería de cara a al río si seguía con la mirada perdida en sus pies.

«¿Por qué no una salvada de cortesía?». Guardó su cuaderno y lápices en su bolsa y se levantó del suelo. En silencio, avanzó detrás del rubio brillante y no tardó en darse cuenta que se encontraba oyendo música. «Por supuesto que va tan distraído si tiene a todo volumen los audífonos». Hyunjin contuvo la respiración, como si con eso le fuese a ser más fácil descubrir qué oía. Por supuesto, fue en vano, aunque eso no le impidió menear la cabeza al ritmo de la música...

... hasta que una melodía que conocía bastante bien comenzó.

If I should write a book for you

That brought me fame and fortune too

That book would be like my heart and me

Dedicated to you

Hyunjin se tensó, pero no detuvo sus pasos. El corazón le latía con fuerza y su cara ardía. No pudo evitar pensar en que las coincidencias no podían ser tan comunes, ni varias en tan poco tiempo.

Mordió su labio inferior y miró a su alrededor: encontró una piedra grande y se paró en ella, a la espera de que el chico se diera cuenta por sí solo que estaba a punto de caer al río, pero no lo hizo.

Hyunjin no creyó que en serio iba a necesitar su ayuda.

Saltó de la piedra y corrió detrás de él hasta que lo tomó del cuello de la camisa y tiró de él hacía atrás. El rubio soltó un grito demasiado masculino y Hyunjin perdió el equilibrio. Cayó de espaldas sobre la tierra y el chico le siguió. Hyunjin no pretendía fingir que el golpe del contrario al caer sobre él no le dolió, de hecho, consideró que fue suerte el que sus órganos siguieran en su lugar.

Casi.

Se quejó cuando, en un movimiento, una punzada atacó su espalda. No le importó si fue ruidoso o no.

—Mierda, creo que me rompí la espalda —murmuró. El polvo que se levantó le hizo cerrar los ojos y oyó un estornudo—. Salud.

Escuchó al chico sobre él sorber por la nariz.

—Gracias —farfulló. En menos de lo pensado, Hyunjin ya no sentía el peso sobre él, y se incorporó despacio. No supo que le había estado costando respirar hasta que tomó una gran bocanada de aire. Miró a su lado y se encontró con el chico que lo miraba de arriba a abajo. No supo qué pensar.

when I c u | Hyunlix [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora