Amar es duro, lo sé. Todas tus luces son rojas, pero yo estoy en verde para irme. Solía verte tan alto, pero ahora estás por debajo. Te quiero, me haré azul, cualquier cosa que te haga quedarte. Solo me miro cuando te miro a ti.
Viernes, 30 de Junio.
«Respira, respira, ¡respira! ¡Felix, respira!».
Respira.
La palabra se oía tan extraña, como si sus sílabas se sintieran incorrectas en la forma en la que se encontraban puestas. Felix se atrevió a cambiarlas de lugar mientras se preguntaba por qué nunca había pensado en lo extraña que era la composición de palabras.
Con la cabeza perdida en eso, se dejó caer al suelo y se acomodó en una posición de estrella mientras se cuestionaba qué hacía allí, por qué su corazón parecía estar sobre las nubes, y, en especial, por qué le aterraba tanto que el seco bosque de su mente comenzara a tener indicios de un río.
Quizás, porque cuando era un lugar vivo, la realidad lo destruyó.
Felix sorbió por la nariz y se negó a abrir los ojos incluso cuando de ellos escaparon un par de cálidas lágrimas que resbalaron por sus mejillas tan lento como la fluidez del pequeño río que observaba, aterrado.
«¿Por qué lloras por algo tan bonito como una nueva esperanza, Felix?».
«No la merezco, estoy siendo egoísta con Hyunjin. Él no merece preocuparse por alguien como yo. Él no debería...».
«Pero quiere hacerlo».
Felix negó repetidas veces con la cabeza, aunque no supo si la acción fue hecha en su mente o en la realidad. No podía importarle menos.
«¿Por qué quieres arruinarte así?».
Inhaló lo más profundo que pudo y se acurrucó en su lugar mientras el silencio destruía su mente.
—Jinnie, vuelve, por favor —pidió mientras veía la puerta—, y hazme sentir que valgo la pena...
Cerró los ojos, pero el sonido de su teléfono le hizo abrirlos de inmediato.
-Felix, ¿en dónde estás?
-Tu papá llamó y mi papá le dijo que no estabas y que no pasaste la noche aquí.
-Dice que vendrá para acá, por favor, ven. Será peor si no.
-Olvidé por completo decírtelo, Isak, lo lamento mucho. Iré lo más rápido que pueda.
Felix tomó una gran bocanada de aire y se levantó de la cama. Miró el reloj en la pared y descubrió que eran las seis de la mañana.
«Hyunjin... Dijiste que no tardarías».
Felix reprimió un sollozo y se acercó al escritorio para escribir un par de notas. En cuanto terminó se aseguró se dejar la primera en un lugar que fuera visible para Hyunjin, hizo lo mismo con la otra para la señora Hwang, y salió de la casa con el corazón en la garganta.
☁︎
—¿En dónde estabas? —Isak exclamó en cuanto lo vio—. Tu papá ha estado despotricando en la sala como loco.
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when I c u | Hyunlix [✓]
FanfictionHyunjin recuerda a Felix como el niño que, quizás, no quiso irse sin despedirse. El amor que nació entre dos niños que desconocían el significado más profundo de la palabra se congeló en el tiempo con la esperanza de ser despertado, aunque la dific...