11: Destruir para confiar

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Estaba temblando mientras miraba a la oscuridad con el corazón vacío, pero tú dijiste que te sentías de la misma manera. ¿Podríamos alguna vez ser suficientes? Cariño, podemos serlo.

Y está bien llamar a alguien para abrazar esta noche. Cuando estés perdido encontraré una manera y seré tu luz. Nunca te sentirás solo, haré que esto se sienta como estar en casa.

Sábado, 1 de Julio.

—Despierta —Hyunjin susurró de la manera más dulce que pudo mientras enredaba sus dedos en el cabello desordenado de Felix, quien abrió un ojo y de inmediato volvió a cerrarlo. Hyunjin ladeó la cabeza y sonrió—. Hey, Pipi, despierta, por favor.

Felix emitió un quejido y abrió los ojos sin ganas. Hyunjin rio y le retiró los cabellos que le caían en la frente.

—¿Qué hora es? —murmuró con pereza. Hyunjin se mordió el labio en un intento de evitar una carcajada.

—Casi las siete —dijo. Felix frunció el ceño y arrugó la nariz—. La cita con el abogado Park es a las nueve, así que tienes que levantarte ahora.

—No quiero —masculló.

—Hay pipas de girasoles —tentó. Felix curvó sus labios en una línea recta—. ¿No te gustan más?

—Hace mucho no las pruebo —admitió.

—Entonces sal de la cama y ven a la mesa conmigo. Mi mamá está esperándonos con las pipas y un buen desayuno.

Felix suspiró y se estiró sin ganas. Hyunjin lo miró salir de la cama y lo guió hasta la cocina. Lo observó saludar a la mujer sonriente como si no hubiese pasado tanto tiempo sin verla, y el pensamiento de que fuese así siempre dolió en su pecho.

«No soy imbécil, sé que volverás con tu mamá luego de esto... Y aunque me alegra, también me aterra como la mierda, Felix».

—Hijo, ¿qué haces ahí parado? Ven y siéntate con nosotros, vamos.

Hyunjin esbozó una pequeña sonrisa y se sentó al lado de Felix, quien ya tenía una pipa en su boca.

—¿Y? ¿Saben bien?

—Mejor que antes —dijo y volvió a meterse una a la boca.

Hyunjin quiso quedarse en ese presente por siempre.

☁︎

La cabeza de Hyunjin dolía, aunque la razón era desconocida. Hyunjin solo sabía que la expresión seria del hombre que tenía enfrente no podía incomodarlo más de lo que ha estaba.

«Rosé es menos intimidante que esto», pensó para sí mientras bajaba la mirada al cabello rubio de Felix, quien se removía en su lugar. Quizás él también se sentía incómodo.

Hyunjin contuvo el impulso de agacharse y consolar a Felix con palabras dulces, porque sabía que no era momento para algo así, aunque eso no impidió que dejara caer una de sus manos en el hombro de Felix.

Entonces, el hombre comenzó a hablar como si estuviera acostumbrado a trabajar con casos así todo el tiempo. Quizás lo estaba.

Hyunjin quiso prestar atención a las palabras que escapaban de esa boca, pero no pudo. El dolor de cabeza y el desconocimiento de varias palabras lo distraía.

Ni siquiera entendió a qué se refirió el hombre cuando dijo que la orden de la mamá de Felix no podía ser retirada ni siquiera con su consentimiento, aunque de inmediato supo que no era algo bueno.

when I c u | Hyunlix [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora