when I c u | Hyunlix [✓]

12: Los girasoles de alguien más

Cierra la puerta. Apaga las luces. Quiero estar contigo, quiero sentir tu amor, quiero acostarme a tu lado. No puedo ocultar esto a pesar de que lo intento.

Domingo, 2 de Julio.

-Jin.

-Quiero llamarte.

-¿Puedo hacerlo?

-¿Es urgente?

-Es que Felix está durmiendo. No quiero hacer ruido y despertarlo.

-Salte de donde estén, idiota.

-Bien.
Enviado a las 00:53

-Puedes llamar.
Enviado a las: 00:59

El teléfono no tardó en sonar. Hyunjin contestó.

—¿Qué es lo que pasa, Jeongin?

El otro chico suspiró con pesar.

—Me mudaré a la capital. Mi madrina cuidará de mí y de mi papá. Ella dijo que podemos encontrar un tratamiento para él, y una buena universidad para mí.

—¿Qué? —exclamó. De inmediato se arrepintió y cubrió su boca. Agradeció por no haberse quedado con Felix en ese momento—. ¿No es una broma?

—Te lo iba a decir el día que fuimos al muelle, pero no pude...

—Mierda, esto- ¿Cómo no pudiste decírmelo?

—¿Tú lo habrías hecho si me veías tan hecho mierda? —Hyunjin emitió un ruido en negación—. Lamento no haberlo hecho de todos modos.

—No importa. —Negó con la cabeza a pesar de que Jeongin no lo veía—. ¿Quieres salir más tarde? Podemos hacer una pequeña despedida, una última salida...

—La última salida fue el día del muelle, Hyunjin —interrumpió—. Me voy dentro de pocas horas.

—¿Qué? Jeongin, no puedes estar hablando en serio. ¡No hice nada para despedirme correctamente de ti! No puedes irte así...

—Hiciste suficiente, Jinnie, créeme.

—Pero, Jeongin... No lo siento así. Quiero hacer algo más. ¿Puedo ir ahora?

—Estás con Felix —murmuró.

—Me queda menos tiempo contigo.

Jeongin murmuró algo que Hyunjin no entendió, pero aún así mantuvo la esperanza de verlo, al menos, una vez antes de que se fuera.

—Maldición, me voy a odiar por esto dentro de poco —maldijo en un murmullo. Hyunjin escuchó el movimiento de las sábanas y una sonrisa se le escapó.

—Lamento robarte tus horas de sueño, pero debiste habérmelo dicho antes.

—Cierra la boca y dime a dónde quieres ir.

—No pensé en eso... ¡Oh! Vamos al jardín de girasoles.

—Tienes que estar bromeando. Por si no te acuerdas, está cerrado y no puedes entrar sin un boleto.

—El mirador está cerca, podemos bajar por él.

—¿Qué?

—Te veré en el camino de tierra, apúrate.

—¡Hyunjin, no! ¿Qué pasa si nos atrapan?

Hyunjin se encogió de hombros y decidió ignorar los quejidos de su amigo.