Y sigo construyendo montañas esperando que se vuelvan oro, pero la verdad es que aún dudo sobre eso. Lo que hago puede llevarme a casa cuando hace frío.
Oh, a veces, a veces pierdo mi esperanza.
Nuestros ojos se encuentran y puedo decir que eres lo mismo que yo. Es la manera en la que nos vemos a nosotros mismos a través de paredes de árboles.
Y sigues construyendo montañas esperando que se vuelvan oro, pero la verdad es que aún dudas sobre eso. Lo que haces puede llevarte a casa cuando hace frío.
Oh, a veces, a veces, pierdes tu esperanza.
Miércoles, 28 de Junio.
Hyunjin se removió en su lugar, incómodo. Quiso darse la vuelta para calmar la repentina punzada en su espalda, pero el peso sobre su pecho se lo impidió.
Tosió y abrió los ojos, pero, de inmediato, los cerró de nuevo. La luz del sol lo había lastimado.
«¿La luz del sol?». Con cuidado, decidió volver a abrir sus ojos. Entonces descubrió que no estaba en su cama, muchísimo menos en su casa. Bajó la vista hacia su pecho y ahí encontró una cabellera rubia. «Felix».
El alivio recorrió su cuerpo y se dejó caer al suelo de nuevo. Llevó una mano hacia el cabello de Felix y acarició mientras sacaba su teléfono y revisaba la hora: 04:36 a.m.
Suspiró.
Los recuerdos del día anterior invadieron su mente. Quiso sonreír, pero también llorar de frustración.
«Quisiera tanto hacer algo más por ti».
Dejó el teléfono a un lado y decidió abrazar al chico hasta que la alarma sonara, mientras fingía que todo estaba bien, que quizás, si aguantaba el aire el tiempo suficiente, despertarían en otra realidad en la que las cosas no fuesen tan difíciles.
Soñar no le costaba nada. Quizás por eso amaba tanto hacerlo.
Tomó una gran bocanada de aire.
Debían volver a casa.
—Felix —llamó en un susurro—. Hey, Felix. Despierta, por favor.
—No —murmuró. Hyunjin sonrió—. Tengo sueño.
—Son las cuatro de la mañana, Pipi...
Entonces, Felix se levantó como si el cuerpo de Hyunjin quemara.
—No le avisé a Isak —exclamó. Buscó en su ropa con desesperación y sacó su teléfono—. Mierda, va a molestarse conmigo.
—¿Quieres que te lleve a su casa?
—No, está bien. Es un poco lejos, además tú tienes trabajo.
—Puedes venir conmigo. —Felix levantó la vista de su teléfono para mirarlo con ojos curiosos—. A casa, mamá estaría feliz de verte. Dile a Isak que te quedaste conmigo. No se molestará así.
—Va a molestarse de cualquier forma —lloriqueó.
—Entonces que valga la pena —insistió—. Vamos a mi casa, comemos y luego vamos a la cafetería. Oí que Isak regresa hoy, si hablas con él entonces, no tendrá tiempo de regañarte —intentó bromear.
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when I c u | Hyunlix [✓]
FanfictionHyunjin recuerda a Felix como el niño que, quizás, no quiso irse sin despedirse. El amor que nació entre dos niños que desconocían el significado más profundo de la palabra se congeló en el tiempo con la esperanza de ser despertado, aunque la dific...