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El viernes por la tarde, Nayeon regresó a casa de las Myoui acompañada por dos niñas pequeñas, ya que Momo había estado presumiendo de Luna toda la semana y Hayoung tenía mucha curiosidad por ella.

El sábado también iba a ser interesante ya que algunos de los amigos de Momo se quedarían.

Nayeon no iba a estar de acuerdo, pero ¿quién era ella para negarle algo a esos brillantes ojos de cachorro?

Cuando las tres entraron a la casa, decidió actuar como lo haría una madre en lugar de pensar como una maestra.

Cocinó un bocadillo saludable para ellas con lo que la actriz tenía dentro del refrigerador y se aseguró de recordar hacer algunas compras mañana por la mañana antes de prepararse para la fiesta de pijamas.

Probablemente le pediría a Jeongyeon que la acompañara, porque después de ir a algunos lugares con Momo ya sabía que podía desaparecer en cuanto se distrajera.

Después de comer algo y pasar un rato con Luna, la maestra las animó a hacer sus tareas.

Se sentaron en la gran mesa del estudios de Mina, que era el lugar habitual donde Momo hacía sus deberes cuando estaba con otra persona.

Les sirvió un poco de jugo de manzana con una pajita para evitar pequeños accidentes y se sentó en un sillón mientras leía un libro, mirándolas de vez en cuando.

Poco después de que terminaron con su tarea, la tía Sana entró al apartamento y poco después la madre de Hayoung vino a recogerla, las dos niñas se despidieron con un abrazo.

Nayeon recibió un mensaje de Jeongyeon preguntándole si podía unirse a ellas, ya que tenía un tiempo libre antes de abrir el restaurante.

Ella le envió la dirección y se unió a las chicas en el estudio.

Momo pensó que era un buen momento para comenzar a hacerle cosquillas a su maestra, lo que la tomó por sorpresa pero no tardó en hacerle cosquillas de vuelta. No se dieron cuenta de cómo eso las llevó a las tres tiradas en el suelo del estudio, mirando las nubes que pasaban.

Se puso de pie al oír el timbre y se acercó enseguida, seguida de Momo que, curiosa como siempre, tenía dudas sobre quién las visitaba.

Cuando la maestra abrió la puerta y se encontró con un abrazo apretándola con mucha emoción, supo que era la amiga de Nayeon y eso le hizo sonreír tímidamente.

"Entonces debes ser Momo, supongo." Comentó, jadeando cuando Momo asintió en respuesta.

"¡Wow! Me dijeron que tenías ocho años, ¡pero en realidad eres una adulta! No es de extrañar por qué eres la alumna favorita de tu maestra, ¿eh?"

La niña rió, sonrojándose y saltando un poco cuando le dijeron que era la alumna favorita de su maestra favorita.

"Recibí un paquete hoy y pensé en ti, porque creo que esto te puede gustar. Puede que me equivoque, pero te gusta-"

"¡Envoltorio de burbujas!" La niña exclamó antes de que Jeongyeon pudiera explicar más, tomándolo de sus manos.

Nayeon se volteó y trató de decirle que debería agradecer a la gente cuando le traigan un regalo, pero la niña ya estaba de camino de regreso al estudio.

"Sabía que sería una buena idea". Jeongyeon se felicitó a sí misma mientras le sonreía a su mejor amiga.

"Gracias por eso. Vamos, entra. Estábamos en el estudio mirando las nubes".

Jeongyeon obedeció y entró en la casa, admirando lo bien decorada que estaba.

De repente sintió la necesidad de conocer a la famosa Mina de la que tanto hablaba su amiga, y puso mala cara al pensar que tenía que esperar para conocerla.

Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora