Cierta maestra estaba frente al espejo del baño, preparándose para la noche.
Se inclinó hacia adelante para mirar su rostro de cerca, revisando su brillo de labios una vez más.
Le había estado preguntando a Jeongyeon sobre qué color hacía que sus labios parecieran más atractivos porque quería que brillaran para la cita que tenía esa noche.
También se había rizado la punta de su cabello porque sabía que a Mina le gustaba así y se había puesto un poco de rímel en las pestañas.
Echó un último vistazo a su atuendo - unos jeans ajustados con unos zapatos Converse rojos, una camisa blanca - del tipo que Mina amaba tanto en ella-, con una corbata a juego con los zapatos y un chaleco negro.
Por una vez, quería parecerse al Romeo de Julieta, porque sabía que iba a ser una noche especial.
Había pasado una semana después del día en que Mina regresó de Tokio, y durante la fiesta que celebraron en el apartamento de las Myoui, decidieron pasar el rato el próximo sábado e ir juntos a un karaoke.
Tuvieron suerte de que Kibum tuviera algo de tiempo libre entre sus horarios y él también podría ir con ellas. Al principio había tratado de parecer desinteresado por el karaoke, burlándose de ellas diciendo "¿Creen que solo porque soy un ídol significa que me encantan las noches de karaoke?" , justo antes de que comenzara a chillar mientras exclamaba: "¡porque tienen razón!".
Así que este sábado por la noche, considerando que Momo tiene una fiesta de pijamas en la casa de Hayoung, es la noche perfecta para una cena ligera en el restaurante de Jeongyeon e ir al karaoke más tarde.
Ese era el plan que conocía Mina, pero aún quedaba una pequeña sorpresa por hacer.
Su relación iba bien, paso a paso.
Habían conversado por video algunas noches y otras noches se habían reunido para cenar durante la semana.
Pasaron una tarde jugando The Legend of Zelda: Ocarina of Time y Mina finalmente derrotó a Ganondorf; vieron una película francesa de la que se había jactado un profesor de la escuela de Nayeon y terminaron durmiendo mientras se acurrucaban en el sofá; y ese sábado por la mañana las tres habían ido al parque cerca del puente del río Han para hacer un picnic junto con Jeongyeon y Sana, cada una de ellas comprando alimentos diferentes en la tienda de conveniencia.
Cada una de sus reuniones sucedió de forma natural, lo planearan o no. Simplemente disfrutaban pasar tiempo juntas.
Y Nayeon notó que, a medida que avanzaba su relación, se arrepintió de no haber confesado de la manera correcta.
Entonces Nayeon había decidido que sorprendería a su novia.
Tuvo muchos cómplices para esta noche, comenzando por su mejor amiga Jeongyeon y la mejor amiga de su novia, Sana, incluyendo también a Kibum, a quien le había pedido consejo, y llegando hasta sus compañeras de trabajo Hyojin y Hani.
Cruzó los dedos y oró, aunque no era creyente, para que todo saliera bien.
Sonó el timbre de la puerta y la mujer se miró por última vez en el espejo antes de tomar su bolso y dirigirse hacia la puerta.
Cuando la abrió, encontró a Mina, quien lentamente comenzó a sonreír cuando vio a Nayeon.
Nayeon se apoyó en el marco de la puerta, tratando de verse lo más genial y seductora posible, aunque sabía que probablemente se veía realmente incómoda.
"Buenas noches." Nayeon la saludó, acercándose un poco más a sus labios.
"Hey" le devolvió el saludo, todavía un poco asombrada por el atuendo de su novia.
