QUERIDA MADRE

AMIGAS CERCANAS

Luego de lo sucedido en la biblioteca me vi obligada a contarles todo a mis padres... Claro que omitiendo el detalle de mi nueva amistad con Luz, ya que como mis hermanos afirman, soy la soplona de mamá, pero no lo hago con la intención de joderlos, lo hago únicamente por su propio bien, ya que son un peligro para sí mismos y para los demás, pero parecen no querer darse cuenta ni tampoco parecen entender el problema en el que pudieron haberse metido, aquí te mandan a prisión hasta por el simple hecho de pisar el césped.

Cuando les conté a mis padres la verdad detrás de su supuesta tarea de "investigación de los efectos mágicos de la estrella llorona"
Mi padre decidió ser el primero en hablar con esos dos, él está lejos de ser el padre del año, pero por lo menos es un poco más tranquilo e indulgente.
Por parte de mamá, ella en vez de gritarles o amenazar con castigarlos un año entero como acostumbra, tuvo una mejor idea.

Mi madre aprovechando sus influencias "Alertó" a los guardias del emperador que mis hermanos habían sido testigos en el allanamiento de la biblioteca, cuando los guardias llegaron para pedirles sus declaraciones, mi hermana y yo nos dimos cuenta enseguida de su plan, por su parte Edric, él estaba más muerto del susto, luego de sus lamentables y torpes intentos por declarar, mi hermana se mantuvo de lo más calmada y les explicó que todo se trataba de un malentendido, que nunca hubo tal cosa como un allanamiento, sino que fueron a ayudar a su querida hermana menor a terminar de acomodar algunos libros.
Ante eso mi madre se mostró segura y comenzó a hacer énfasis en lo que les ocurre a quienes rompen con las reglas y cometen delitos... Ella en serio estaría dispuesta a dejarlos encerrados un par de días sí con eso les daba un buen escarmiento, pero por suerte este no era el caso.

Luego de que los guardias se retiraran, mis hermanos y yo por fin pudimos respirar con tranquilidad, caminamos en fila al cuarto de mi hermana y ahí les explique todo, les pedí perdón, les dije que los acusé con mamá por su propio bien, ya que no quería que tuvieran problemas, ellos lejos de enojarse, solo me abrazaron.
Prometieron que ya no serían tan impulsivos y tendrían más cuidado en el futuro, pero sobre todo que sus bromas serían más moderadas a partir de ahora... Qué aunque no parezca mucho, para ellos sería hacer un gran esfuerzo.

Han pasado dos semanas desde entonces, al principio me preocupó un poco el hecho de que mis hermanos tomarán represalias en mi contra, pero lejos de eso, encontraron una nueva manera de molestarme y como siempre, de poder salirse con la suya.
No han dejado de ser irritantemente cariñosos conmigo, de día y de noche me aprietan mis cachetes, me despeinan o me abrazan con mucha fuerza, a veces ambos al mismo tiempo.

Por otra parte, Luz seguía visitándome en la biblioteca, claro que primero tuvo que disculparse por su comportamiento del primer día, y tras insistirme varias veces, habíamos acordado crear un club de lectura Azura... Lo cual al principio me pareció raro, ya que solo éramos dos miembros, aunque debo admitir que fue una estupenda idea, nos permitieron reemplazar el escritorio por uno más amplio, y nos dieron una silla adicional, traje una alfombra de mi casa la cual llenamos con almohadas, reemplazamos las lámparas por unas más elegantes y que dieran luz cálida en lugar de clara, Luz trajo algunos posters y stickers de su mundo, el lugar a pesar de sus modestas dimensiones, para nosotras era un espléndido pedazo de cielo, se había convertido en nuestro pequeño santuario donde cómodamente nos encontramos.

Aquí solo nos dedicamos a dibujar, o leer, a veces interpretando las voces de los personajes, Luz de Azura y yo de Hécate, ella incluso propuso disfrazarnos para personificar a los personajes mejor... Me gusta su entusiasmo, pero eso ya es un poco excesivo, además de que me daría pena que me vieran así vestida.

Finalmente pude leer el tomo #5 de Azura que me prestó Luz, en esas dos semanas me lo leí 4 veces, adoré tanto cada palabra, ahora entendía por qué era tan codiciado y difícil de encontrar...
El cual sentía que ya era momento de regresar.
-Aquí tienes tu libro, Luz.
-¿Y bien?.... ¿Qué tal te pareció?
-Estuvo bien, supongo.
-Tan bien que te dibujaste a ti misma con Malingale, el adivino misterioso.