UN EXTRAÑO ABOMINABLE

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Desperté apenas sentí los primeros rayos de sol sobre mi rostro, al levantarme tomé un rápido baño, revise que mi caldera estuviera lista y luego de desayunar, salí de casa aprovechando que con mi magia podía usar mi caldera como transporte, al tener un poco de tiempo libre me permití relajarme, mientras me encontraba cómodamente sentada camino a la escuela comencé a pensar en lo rápido que habían transcurrido los años, de cómo fue que pasamos de leer y escribir en runas para posteriormente aprender el sistema hechizométrico, ahora finalmente había llegado el momento de decidir qué clases tomar. Cuando eres pequeño inicias viendo lo básico, prácticas magia en cada uno de los aquelarres, y en donde muestres mayor habilidad es la clase que te asignan, al cumplir 13 sí dicha clase no es de tu agrado, podrías simplemente optar por otra, pero cumplidos los 16 es por obligación unirse formalmente a un aquelarre y en la celebración los guardias te colocan el sello oficial.

Boscha decidió unirse a clases de pociones, Skara se unió a los Bardos, Cat no era de sorprender, optó por curación y Amelia, la más tranquila del grupo prefirió tomar clases de plantas.
En cuanto a mi… es obvio la respuesta.

Aún faltan un par de años para poder unirme al aquelarre del emperador, finalmente no me parecía tan mala idea, Solo  que mi ambición es unirme para poco a poco ir escalando y algún día convertirme en la líder del aquelarre de los abominables.
Pienso seguir los mismos pasos que la señorita Lillith Clawthorne, la actual líder del aquelarre del emperador, ella es por mucho una de las brujas más poderosas y respetadas de todos los tiempos, y sobra decir que se ha convertido en una fuerte inspiración para mi.

Casi enloquezco de la emoción cuando mis padres me dieron la noticia de que gracias a sus influencias con el emperador, Lilith me aceptó para ser una de sus protegidas.
En un inicio me mostraba nerviosa ante ella, pero Lilith al contrario de mi fue amable y cordial conmigo en todo momento, una vez que comenzó a darme lecciones privadas dentro del castillo, al principio me enseñó los principios en la composición química de los abominables, luego a cómo elaborar la baba, después cómo lograr que esta se mantenga y ahora por fin estamos formando abominables, pronto seré capaz de crearlos con mi propia magia… Me siento tan emocionada.
Gracias a toda su ayuda y al hecho de no haber dejado de estudiar los libros que mis padres me compraron a petición de ella, he logrado tener grandes avances.

De mis hermanos, creo que soy yo quien tiene más futuro, Edric y Emira son listos, claro, ellos pasan todos los exámenes sin siquiera esforzarse mucho, pero fuera de eso no los veo con aspiraciones o haciendo cosas de provecho.
Emira tiene mejores calificaciones que Edric, cosa que no pasa desapercibida por mi madre, ella ha creado La Asociación de Padres de Criaturas o también conocida como la A. P. C. Ella junto con otros padres (igual de exigentes) principalmente están al pendiente de todas las actividades y trabajos que se les asignen a sus hijos, así como vigilar su correcto cumplimiento… O dicho de otra manera un tanto más vulgar, sí tus padres están en esa asociación significa que estás jodido, como en el caso de mis hermanos, ahora mi madre se encarga de mantenerlos a raya, lo cuál en parte me parece divertido ya que no pueden hacer sus tontas bromas en la escuela, o faltar a clases con tanto descaro como solían hacerlo.

En cambio yo no estoy bajo la mira de mi madre, soy sin duda la mejor estudiante de mi generación, mis calificaciones son perfectas, mantengo el récord de mayor asistencia, e incluso mi círculo social es solo con brujas de élite.

Estaba a mitad de camino aún sumergida en mis recuerdos, hasta que algo o mejor dicho alguien me sacó de mi trance.
-Willow, wow, eres tan imperceptible que casi te aplasto.
-Hola Amity (dijo con un tono más seco)
-Amm, ¿No deberías ir a clase temprano para preparar tu…? (dije señalando su caldera la cual se cayó derramando su interior frente a nosotras).
-Oh Willow, no tienes nada que presentar, ¿Cierto?- pude notar su ligera molestia.
(me acerqué aún más) - Está es la razón de tu apodo media bruja Willow- me divertía hacerla enfadar, y ella vaya que me lo facilitaba.
-Abominable, aparece- Mi amigo abominable se acercó a Willow y con su dedo dibujó una estrella en la frente mientras éste le decía "Eeereees uunaaa estreeeellaa" (Sip, así de buenos son mis abominables.)

QUERIDA MADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora