Capítulo 13

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-Solo digo, que si yo estuviese por tener una cena con la sheriff del pueblo está noche me aseguraría de verme lo más perfecta y encantadora posible.- Dijo Karina mientras buscaba en el guardarropa de Irene algo que la pelinegra pudiera usar esa noche. -¿Que tal este?- Dijo la castaña al mismo tiempo que sacaba un vestido color ciruela sin mangas.

Irene puso los ojos en blanco desde la cama mientras permanecía sentada en esta cruzada de brazos. ¿En serio a esta edad Karina aún se preocupaba por lo que usaba para sus citas? Ya no tenían 16 años.

-Tienes razón, no es lo suficientemente atrevido.- Karina volvió a guardar el vestido y continuó buscando en el armario de la pelinegra mientras tarareaba una canción. -Uy, mira este. No sabía que tenías cosas así en tu armario, ¿Segura que no lo sacaste del armario de Joy? No, estoy segura de que Joy tiene cosas más discretas que esto.- Dijo Karina riendo mientras le mostraba a su hermana un vestido negro con mangas largas y un pronunciado escote en v, mientras que en la parte de la falda había una abertura que dejaba mostrar gran parte de una de sus piernas.

-¡Karina!- Irene finalmente se levantó y le quitó de las manos el vestido para volver a meterlo en el armario. -¿No tienes que tomar un vuelo a New York en una hora?

-Tienes razón, pero las maletas están listas, Hanni está lista y la única que no está lista para su cita de las 8 eres tú.- Karina arqueó una ceja en dirección a Irene y después le sonrió. -Al menos quiero saber los detalles de tu segunda cita oficial con Seulgi.

-Ni siquiera sé si es una cita...- Irene vio como Karina se le quedaba mirando fijamente. -Parece ser una cita, y que yo la invité, pero no fue así, todo fue idea de Hanni.

Karina sonrió al escuchar aquello, al parecer todos alrededor de Irene querían que ella tuviera algo con Seulgi, y al parecer estaba funcionando.
Aunque le seguía molestando el hecho de que parecía que Irene solo quería divertirse un rato con la morena. Solo esperaba que nadie saliera dañado en aquella historia.

-Sea o no sea una cita, es importante saber que te vas a poner. El vestido negro es una gran opción.- Dijo Karina riendo mientras Irene volvía a poner los ojos en blanco. -Bueno, tal vez no, no queremos que Seulgi te lleve directo al sofá, solo espero que esta vez ella no termine en el suelo, estoy segura de que su espalda debió dolerle.

-Si ya terminaste de reírte de mí, me encantaría llevarte al aeropuerto.- Dijo la pelinegra mientras se acercaba a las puertas de su clóset para cerrarlas. No quería pensar en que debía ponerse hasta dentro de unas horas, aún debía preparar la cena.

-Bae Irene, eres imposible.- Dijo Karina dándose por vencida y caminando hacia la puerta de la habitación para salir de ella. -Al menos promete que usarás los pendientes de rubíes, son mis favoritos.- Karina se detuvo y se giró para mirar a Irene con una sonrisa.

-Si eso hará que dejes de insistir en el tema, lo haré. Ahora busca a Hanni y vámonos antes de que pierdas ese vuelo. Suficiente tuve contigo cuando me dijiste que habías olvidado los boletos en la cafetería. -Dijo Irene mientras veía como Karina caminaba hacia el cuarto de Hanni para así poder marcharse al aeropuerto, si bien Karina no se parecía tanto como ella a su mamá, estaba claro que era igual de olvidadiza.

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Después de haber dejado a Karina y a la pequeña Hanni en el aeropuerto, prometiendo que iría a buscarlas el domingo al anochecer. Volvió a su casa, tenía que preparar la cena para aquella noche.
Seulgi ya había probado su tteokbokki, así que tal vez debía hacer otra cosa, optó por hacer filetes mientras que de postre se decidió por hacer su tarta de manzana, era el favorito de Hanni así que se encargaría de guardarle una rebanada para cuando volviera.

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