Capítulo 17

265 35 10
                                    

- Mami?

-¿Si cariño?- Dijo Karina viendo a la pequeña niña asomada desde la puerta de su habitación.

-¿A dónde fue la tía Rene?

-A decirle a Seulgi que está enamorada de ella.- La castaña se encogió de hombros mientras decía aquello.

-Vaya...- Hanni levantó ambas cejas en señal de sorpresa y después sonrió. -Ya era hora.

-Tienes razón, ya era hora, ahora vuelve a la cama o venderé tus cosas por eBay.- Dijo la castaña haciendo que la niña riera y volviera a meterse en su habitación cerrando la puerta detrás de ella.

________________________

La pelinegra estaba frente a la puerta del departamento de Seulgi, llevaba allí quince minutos y aún no encontraba las palabras para poder decirle lo que sentía, tal vez se había precipitado. Tal vez solo se había dejado llevar por la adrenalina que la reciente pelea con su madre le había generado.
Hacia apenas 10 minutos se sentía capaz de todo y ahora se sentía tan pequeña, de nuevo el miedo empezaba a apoderarse de ella. Nunca se había sentido tan segura e insegura a la vez.
Pero a pesar de todo sabía exactamente lo que sentía por Seulgi, por primera vez entendía todo lo que pasaba con sus sentimientos respecto a Seulgi, solo que no sabía exactamente que palabras debía usar. Aunque no era de hablar mucho se consideraba alguien bueno con las palabras, siempre sabía que decir y de que forma pero en estos momentos se sentía como el ser más estúpido del universo.

-Esto es estúpido.- Dijo para si misma. Ir hasta allí a esa hora había sido una estupidez. Todo le parecía una estupidez en esos momentos.

La pelinegra parecía dispuesta a irse. Sin embargo la puerta que estaba enfrente se abrió dejando ver a una morena, la cual frunció el ceño en señal de confusión.
-¿Irene? Escuché ruido afuera. No me dijiste que venías, acaso...

-Estoy enamorada de ti.- Dijo la pelinegra de repente.

Seulgi se quedó de pie frente a la puerta sin poder moverse, sus cejas empezaron a levantarse en señal de sorpresa, aunque en sus ojos había una pizca de confusión. No era algo que esperaba que Irene dijera. O al menos esperaba decirlo ella primero.

-Quiero decir...- Irene carraspeo y después bajo la mirada avergonzada mientras pasaba un mechón de negro cabello detrás de su oreja. -Esto es estúpido, todo es estúpido... Y yo soy estúpida.

Seulgi recuperó el control en su cuerpo y negó.
-No, no. No es estúpido, es solo que me pareció haber escuchado que dijiste que estabas enamorada de mí.

Irene levantó la mirada solo para encontrarse a Seulgi sonriendo ligeramente, soltó todo el aire que había estado conteniendo y continuó:
-Lo estoy... Estoy enamorada de ti... Acabo de enfrentar a mi madre por ti, ¿Puedes creerlo? La eché de mi casa, de seguro en estos momentos está pensando en quemar mis álbumes de fotografías de niña, o las cosas que deje en el ático, tal vez ya estoy fuera de su testamento.- Irene soltó una carcajada nerviosa mientras miraba hacia el techo. Regreso su mirada a la morena segundos después. -Lo que quiero decir es que... Me gustas, estoy enamorada de ti, disfruto verte cada día, amo tu forma de ser con Yeji y con Hanni, hasta con Karina eres maravillosa, incluso me encanta que algunas veces comas como si no conocieras los cubiertos, amo que me obligaras a comerme una dona después de haberte dicho que no había probado una dona en quince años y amo tu chaqueta, si lo sé, me sigue pareciendo horrible pero tú haces que se vea perfectamente horrible. Eres la persona más irritante que conozco, al igual que la más maravillosa y estoy enamorada de ti por esas y por un montón de razones más.

Seulgi seguía perpleja parada en la puerta. Alguien debía pellizcarla porque parecía estar soñando, ya había soñado varias veces con Irene, aunque pasaban otras cosas muy distintas a lo que estaba presenciando.
"Ok Kang, no lo arruines esta vez, no digas nada estúpido." Se dijo a si misma, recordó lo que se había dicho tiempo atrás, Irene era como un gato, algunas veces te amaba, otras prefería sacarte los ojos. ¿Por qué estaba comparando a Irene en esos momentos con un gato?

Solo una mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora