Narra Lauren
Abro los ojos y veo como la luz del sol entra por la ventana, escucho unos pasos venir hacia aquí y cojo el móvil, miro la hora y faltan dos minutos para las siete. Me pongo de pie y camino hacia la puerta, la abro.
Cuando la abro me encuentro a Erik con el brazo levantado, venía a despertarme.
- Buenos días, no hace falta que me lleves, ayer estabas muy raro y no quiero molestarte.- voy a cerrarle la puerta en las narices pero él consigue detenerla.
- ¿A si que estás enfadada porque te hable sin importancia?- levanta las cejas.- Si es por eso, estaba ocupado intentando que cuando vayamos al baile no nos pase nada.- entra- Y te voy a llevar yo te guste o no, no quiero discutir contigo.- se levanta y se va.
Cierro la puerta y empiezo a hacer la cama. ¿Cómo puede hablarme así? Llevamos días sin tener malos rollos y desde que ayer se fueron Noa y Max, actúa de una forma muy rara. Si solo era por que estaba ocupado, podría habérmelo dicho y me hubiera ido tranquila y no con mala leche.
Voy al baño y me peino, me maquillo como siempre y miro la ropa que hay en el armario, cojo un top naranja, unos tejanos grises y unas unas adidas blancas. Cojo el bolso y meto todas las cosas, cuando acabo salgo de la habitación y entro en la cocina.
Veo una taza llena de zumo de piña y al lado una nota.
Erik: No quería molestarte mientras desayunas, te espero en diez minutos en el garaje.
Me siento en una silla y empiezo a desayunar mientras miro los mensajes. Muchos estudiantes de instituto han estado colgando fotos sobre el baile que se celebra hoy por la noche, cada año ha sido mejor que el anterior, siempre hay algo que lo supera. También veo fotos que Maisie publicó ayer donde salimos todas al centro comercial. Siempre he pensado que a nadie le interesa lo que estemos haciendo o no, pero ella ni caso.
Acabo de desayunar y recojo la taza, busco las llaves del ascensor en el bolso y las saco, la introduzco en la cerradura para ir al garaje, la giro y empieza a bajar.
Se abre la puerta y veo a Erik apoyado en su coche, me mira y se mete dentro, camino rápido hasta que yo hago lo mismo.
Al estar dentro ninguno de los dos habla, Erik arranca y salimos del garaje, enciendo la radio y pongo nuestra música favorita. Me doy cuenta de que el me va mirando de reojo pero no quiero mirarlo a él, no estoy enfadada pero si molesta. Él cree que si me habla le voy a gritar, pero eso no es así, solo quiero que me cuente cada cosa que pase con Lionel, ya que me ha metido en esto sin pedírselo. Bueno, no le voy ha echar la culpa porque él no hizo nada para meterme en su error, fue ese chiflado.
Llegamos enseguida y nos bajamos del coche. Siempre que aparezco con él, la multitud de chicas no para de mirarnos, mejor dicho, a Erik.
Se acerca a mí y me mira.
- Sé que crees que estoy enfadada, pero no es así. Deberías hablar las cosas en vez de dejarme una nota y esperarme a bajo, porque así consigues molestarme.- me acerco a él y me pongo de puntitas.
Me acerco más y más hasta que le doy un corto beso. El se aparta pero me mira a los ojos, observa cómo comienzo a ponerme roja y sonríe. Me vuelve a besar, pero ahora despacio y con delicadeza, me separo de él y sonrío.
- Esto de tener un novio falso me gusta.- me doy la vuelta y empiezo a caminar hasta llegar a donde está Maya.
Miro hacia atrás y él ya no está. Me empieza a sonar el móvil y lo cojo, es un mensaje de Erik.
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Amores que asfixian
Teen FictionVenganza. Se conocieron gracias y tristemente con esa misma palabra. Hay muchas maneras de respirar, las cuales entiendes cuando encuentras los sentimientos que las diseñan. Tanto Erik como Lauren empezaran a entenderlas. La vida de Lauren es tranq...