Capitulo 14: "mas cerca de lo que crees"

0 0 0
                                    

Narra Erik

- Estoy hasta los cojones, ¿me has escuchado?- me levanto de la silla y voy hacia la puerta. El me mira con rabia pero se levanta.

- Puedes estarlo todo el tiempo del mundo, fuiste tu quien quisiste venir, tu la dejaste a ella, puedes estar preocupado pero a mi me da igual.- se acerca y empieza a reír.- Ella te esta buscando, ya sabe que estás cerca.- esta vez lo miro directamente a los ojos y le doy un golpe en el hombro. 

- ¿Qué coño le has hecho?- me acerco hasta tenerlo pegado contra la ventana.- Si ella lo sabe, es porque le has dejado y eso tiene un precio. ¿Cual?- deja de estar asustado y rectifica su postura.

- Hace unos días mis hombres me dijeron que Lauren estaba en la playa donde yo tenía asuntos y decidí pasar a ver como estaba. Tuvo los suficientes huevos para llamarme cerdo asqueroso.- su risa cada vez es más aguda y da asco.

- Dudo que solo pasara eso,- grito queriendo expresar mi rabia- ¿Qué pasó?- se empieza a escuchar el eco.

-Un rasguño, nada más, pero seguro que ya está mejor.- abro los ojos al escuchar todo eso.- Se me fue la mano.- me acerco y le meto un puño en toda la nariz, cae al suelo.

- Yo venía aquí y ella era intocable, ¿te acuerdas?- mi descontrol empieza a liberarse- ¡No quiero que vuelvas a acercarte!- le meto el último puño- La próxima vez te mato y perderás todo lo que has querido conseguir hasta ahora.- me levanto y se queda tumbado en el suelo intentando respirar. 

- Hasta que no consigas dos millones más para mi, no te irás. Cuando eso pase, sabrás toda la verdad.- se levanta tosiendo y limpiando la sangre que corretea fuera de la nariz.- La próxima vez que suceda esto ya no te necesitaré.- muestra una sonrisa corta.

- Tus ganas de vivir son gracias a mi, me necesitas más que nadie.- suelto una risilla y salgo por la puerta para ir a mi cuarto. 

No he querido decir nada, porque sé que no vale la pena y no conseguiría información, pero eso que ha dicho de la verdad... Quiero saber a que se refiere.

Sé exactamente en qué lugar de la ciudad estoy y nadie sabría mi paradero. Lauren y Max son listos, pero hasta yo me quedé flipando cuando me trajeron a este piso. No se como a Lionel se le ocurre estar tan cerca, así sí que pueden llegar a descubrir dónde estoy. Sería mejor para mi, quiero volver a mi vida, aunque fuera una estupenda mierda. 

Desde que Lauren entró para colaborar en esa caprichosa venganza, nunca pensé que cambiaría mi actitud aunque fuera un mínimo. 

Es la única persona por la que tendría paciencia de estar aquí encerrado. 

Me acerco al ventanal y observo la carretera desde aquí. Poco a poco voy mirando al cielo, ya que el ático está unos cuantos pisos por encima de mi. Si, en el mismo edificio donde Lauren y yo vivíamos en paz estos cabrones tienen una planta entera para ellos, y no se com ha llegado a ser posible. 

Ya ha pasado un mes desde que la dejé atrás. No quería que le pasara nada pero este cabrón se ha olvidado del trato, y si lo ha hecho una vez, lo hará más veces. 

Alguna vez me han enseñado fotos de ella entrando al instituto, encerrada en el coche o con Max, la tienen bien controlada.

Espero que él la esté ayudando en todo, ya no lo digo por mi, sino porque se haya dado cuenta de cómo es Ren y la aprecie como amiga. 

Para Max es muy importante la amistad. Cuando nos conocimos en primaria, no podía llevarlo a casa, porque si algún día pasaba algo y sabian que él existía, podría ser que amenazaran su vida. Cuando ya estábamos por entrar al instituto, un día lo invité a casa y al llegar todas las miradas eran de enfado o fastidio, todavía recuerdo la conversación con mis padres.

Amores que asfixianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora