Narra Erik
Ya casi ha pasado una semana y mañana tengo que darle el dinero a Lionel.
Max me estuvo informando de que no ha visto señales sospechosas por parte de él y que de momento está tranquilo, no ha hecho nada fuera de lo normal.
Estos días Toni y yo hemos estado enseñando a Lauren a defenderse y hoy le tocará a conducir con más rapidez y le enseñaré hacer algunas cosas a la hora de ir por una curva, Toni le enseñará a disparar porque aunque a mi se me de bien, el me supera en ese aspecto, así que ella tendrá un buen maestro.
Lauren aún está en el instituto y yo he quedado con Max en media hora en el bar, para luego ir a buscar el dinero. Lo más posible es que luego volvamos al bar para acabar de asegurarnos que mañana no pueden tendernos una trampa, hay que estar asegurados y no se que hare con Lauren, la obligare a que no vaya al instituto y la pasaré a buscar, o no se, ya se me ocurrirá algo.
Salgo de la cocina ya que estaba desayunando y voy a mi habitación. Hoy me tengo que poner traje, ya que voy al banco y para ellos soy un empresario como cualquier otro, aunque eso de ir un poco apretado no es de mi estilo, a no ser que sea por obligación y Toni me dijo que cada vez que fuera allí me pusiera traje.
Cuando abro el armario veo unos cuantos colgados en perchas, pero uno de color gris oscuro me llama la atención, así que decido ponermelo y ir al baño a mojarme un poco el pelo, así va a lo natural y no la mierda esa que te deja el pelo tieso.
Salgo de la habitación y las llaves las guardo junto con mi billetera en el bolsillo interior de la americana, toco el botón del ascensor y no tarda mucho en subir. Me meto dentro y se cierran las puertas, giro las llaves y empieza a bajar.
Al salir me acerco a un range rover gris oscuro que me compre cuando regresé de Europa, para pasar desapercibido mientras estuviera aquí y me meto en él, se abren las puertas blancas del garaje y salgo lo más rápido posible.
Me posiciono en la carretera y un semáforo se pone de color rojo, no llevo ni un minuto conduciendo para ahora dejar de hacerlo otra vez.
Se vuelve a poner en ámbar y luego en verde, acelero e intento llegar a tiempo al bar, solo quedan diez minutos para que Max esté allí y nos larguemos a por la pasta.
Sigo conduciendo pero por el retrovisor veo un coche rojo, creo que me lleva siguiendo desde que he pasado el primer semáforo. Aumento la velocidad y voy a escoger ir por el camino más rápido de ir al bar, para poder despistar un poco, ya que tiene muchas calles pero cortas, esa es una gran ventaja a no ser que ese que conduzca el coche sea un conductor de puta madre. Giro en la esquina y empiezo acelerar lo máximo que puedo, cambiar de marcha y dejo de pisar el acelerador unos segundos, aflojo un poco y vuelvo a subir, miro por el retrovisor y sonrío al no ver el coche. Tampoco puedo de dejar de correr solo porque ahora no lo vea, voy con el mismo ritmo y enseguida llego al bar, aparco donde siempre y abro la puerta que hay para dar paso a mi despacho, cierro con llave y al darme la vuelta veo a Max sentado en unas de las sillas riendo por la manera en la que e entrado.
- Por lo que veo, ya vienes animado.- se sigue riendo y me siento en mi silla- Pero iría bien si me lo explicas, normalmente te ayudo en cualquier cosa, dudo que no pueda solucionar algo.- se cruza de brazos y se queda esperando a que hable.
- No es nada, un simple coche persiguiéndome, como siempre,- abro el cajón del escritorio y cojo mi pistola, la dejo encima de la mesa- nada que no pueda solucionar haciendo una carrera.- él se levanta y cierra con pestillo la puerta que va a dar al bar.
- Erik, que nosotros no hayamos encontrado nada sospechoso no quiere decir que mañana no pueda pasar algo, pero puedes contar conmigo, como siempre.- se acerca a mí y me da un golpe con su codo en mi hombro- Te he apoyado desde que decidiste contarme toda la verdad de tu familia y nunca te he decepcionado y tu tampoco a mi, pero si llega a pasar algo, ¿que le digo a Lauren?- llevo pensando en eso todos los días desde hice el acuerdo con Lionel.

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Amores que asfixian
Roman pour AdolescentsVenganza. Se conocieron gracias y tristemente con esa misma palabra. Hay muchas maneras de respirar, las cuales entiendes cuando encuentras los sentimientos que las diseñan. Tanto Erik como Lauren empezaran a entenderlas. La vida de Lauren es tranq...