Capitulo 17

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Narra Lauren

─En ningún momento pensé que fuera una coincidencia,─me retiro el flequillo─ Son idénticos a cuando eran pequeños Max, ¿como no me había podido dar cuenta?─camino de un lado a otro de la cocina. 

─ Lauren, estoy igual de sorprendido que tú, nunca investiguemos más allá de las raíces paternas. Tu tía está casada con Joseph, inferior a sus propios hijos.

─Y lo mejor es que viene con nosotros al viaje. Mamá insistió, ¡hasta Alex lo hizo!─ intento tranquilizarme bebiendo agua.─ Tenemos que estar en una hora delante de su hotel, pasaré por Ewan en media hora. 

─ Si no estás segura, puedo ir, no le dejaré tu protección solo a Ewan. Lauren, acataré tus órdenes, pero sabes que si algo no me gusta seré sincero. 

─ Tu quédate aquí con los demás, Ewan es bueno en su trabajo, confío en él.─ me retiro el flequillo para atras─ Pero quiero a hombres vigilando la casa de Noa las veinticuatro horas a partir de esta noche, no quiero que nadie se de cuenta de ellos. 

─¿Estás cien por cien segura?─suena preocupado de verdad─ Sabes que no me supone un esfuerzo estar allí en dos segundos. 

─Lo sé, por eso te dejo lo importante, porque sé que si me pasa algo, al menos vendrás rápido y ya tendremos más pistas.─ suelto una risilla─ Y además, porque no me va a pasar nada. Ya verás.

─No acabo de estar seguro, pero okay, estaré en contacto contigo y Ewan.─ suspira, pero no de alivio, sino porque está nervioso.─ Hablamos más tarde, vuelvo con los chicos. ─ cuelga.

Dejo el móvil dentro del bolso y recojo la maleta que está nada más salir de mi habitación. Lo tengo todo preparado, vestidos, bañadores maquillaje, zapatos... 

Salgo con la maleta de nuevo a la cocina y me acabo de beber el vaso de agua. 

Ya me estaba imaginando cómo iba a ser el viaje hacia la casa, silencioso e incómodo. Aunque Luka me caía mejor que Adriano, aún no soportaba la idea de que fueran ellos mis primos, aunque pensándolo bien, tampoco me desagrada del todo, era tolerante y todo podría mejorar.

Otra cosa la cual me había empezado a dar cuenta, es que, aunque no hubiera conocido a Erik, mi vida si o si estaba encadenada a las mafias. Puede que no me hubiera acabado enterado nunca de los lazos que tiene mi familia conmigo, pero si o si eso tampoco me acababa de importar. Aún no se bien porque no me importaba tanto, pero supongo que era el simple hecho de tener poder, y eso me estaba empezando a gustar. 
Incluso tenía más poder que mis primos y que mi propio tío, el cual no conozco o no me acuerdo de su aspecto. 

Abrí el ascensor y me metí con mis cosas, apreté el botón y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba eligiendo las llaves de no se que coche de mi parking. Me decanté por unas granate con el logo de Mercedes, apreté el botoncito del mando y mis ojos sufrían por lo maravilloso que era ese 4x4 modelo G, que estaba aparcado al lado de mi coche preferido. 

Me encaminé hacia él y abrí el maletero para dejar ahí la maleta, era espacioso y por supuesto que las cosas de Luka y Ewan entraban en ese compartimento del coche.
Me subí y cerré con el seguro. Conecté el móvil al coche a través del bluetooth y salí de allí pitando, tenía diez minutos para estar delante del piso de Ewan, seguro ya estaba esperándome. 

[...] 

─Mira el lado bueno, puedes controlarlos.─ se empezó a reír.

─Sabes que no soy así Ewan, además, al ser mis primos tendría que tratarlos mejor ¿no crees?─ asintió mirando la carretera. 

Amores que asfixianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora