Narra Lauren
Ya habíamos acabado de comer e íbamos a pasar la tarde en la piscina climatizada. No fue incómodo el tener que cambiarme en la habitación, ya que Luka se cambió al baño privado. Aunque... si Max había conectado cámaras por toda la casa... ¡NO! Eso no podía pasar, me borré esa idea de la cabeza. El no sería tan pervertido como para estar observando por unas cámaras.
─Chicas, me he olvidado una cosa, ahora voy.─ asintieron y siguieron hablando de cosas cursis con sus novios. Y pensar que Max podría estar aquí, junto a Noa. Realmente quería saber porque rompieron su relación, era intrigante, pero respetaba las decisiones de ellos al no contármelo.
─¿Necesitas que vaya?─ la voz de Ewan se dipositaba en mi nuca antes de darme la vuelta para dirigirme a las escaleras.
─No, es solo que...─no sabía qué excusa poner. Lo unico que tenia en mente es si había de verdad cámaras.─ Que me he olvidado el altavoz, se necesita ambiente en una fiesta.─ la mirada penetrante de él no me dejaba avanzar.
─Aja.─ avanzó unos pasos en dirección a los demás y se dio la vuelta.─ Solo intenta venir rápido, necesitamos la música.─ sonrió y se fue.
Subí las escaleras de dos en dos, pensando que me iba a matar en algún momento. Ya estaba por el pasillo de mi habitación y al colocar la mano en el pomo de la puerta, esta se abrió sola.
Apareció un Luka mostrando sus abdominales bien definidos y su piel un poco más oscura que la mía. Llevaba un bañador color azul eléctrico y se estaba retirando el palo hacia atrás.
Casi me choco con él.
─¡Joder Lauren!─ coloca una mano en el umbral de la puerta, se había asustado.─ Llego a tener la pistola y estas muerta.─ se aparta dejándome entrar y él hace lo mismo, cerrando la puerta de golpe. En verdad escuchar que podría haberme matado, me dejó anonadada. Sabía que él podía hacer eso y no se porque aun reaccionaba de esa manera ante esos comentarios.
─He venido a buscar el altavoz.─ hago ver que me acerco a la cama, pero doy una vuelta por toda la habitación. Él me observa en silencio.
─La cámara está encima de la puerta─ lo miró de golpe con los ojos abiertos.─ Tu amigo es listo, nadie miraría encima de la entrada... Además, no es que se vea mucho, debe ser un aparato nuevo, no he visto uno así en Italia.
─No quería mentir.─ va dando pasos hasta quedar delante de mi.─ Pero recordé que él me dijo que puso vigilancia y yo estaba aquí en medio... Pero dudo que haya estado mirando como me baño ¿no?─ inquieta su respuesta, di unos pasos hasta llegar a la cama.
─No todos somos así, al menos yo se tratar a una dama.─ puso una mano en mi hombro izquierdo y nos miramos a los ojos.─ Max es el mejor amigo de Erik, no pienses que él haría eso.─ asentí y rebusque el aparato electrónico y lo encontré.
─Supongo. No todos los hombre me tratan como vosotros dos.─ me acerqué a él.─ Hay algunos que me quieren matar.─ una carcajada salió de su boca.
─Tu humor me alegra.─ y yo solté otra.─ Pero tenemos que bajar ya, Ewan vendrá y al que le meterá la bronca será a mi.─ en eso él tenía razón.
Salimos de allí sin dirigirnos la palabra. Supongo que ya sabíamos que teníamos que llegar rápido y con un tema de conversación tardaremos siglos en bajar.
─Me resulta difícil pensar que sois primos, haríais muy buena pareja.─ El comentario de Gabriel me hizo querer matarlo. Pero estaba claro que ellos no conocían a Erik, aunque supongo que las chicas le contarían algo.

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Amores que asfixian
Teen FictionVenganza. Se conocieron gracias y tristemente con esa misma palabra. Hay muchas maneras de respirar, las cuales entiendes cuando encuentras los sentimientos que las diseñan. Tanto Erik como Lauren empezaran a entenderlas. La vida de Lauren es tranq...