Kim miró por la ventana, la oscuridad aún reinando. El reloj en la pared de la sala marcaba apenas las 4 a.m. Nunca había sentido que una noche durara tanto. En el fondo de su departamento, Ken mecía a Venecia, en un vano intento de lograr que el infernal mocoso se callara de una vez.
Él y Big habían tomado turnos desde que había despertado, pero nada pareció funcionar. Mecer, cantar, la televisión y sus juguetes. Venecia seguía repitiendo una única palabra. Chay.
El heredero menor apretó la quijada y apartó la vista. Era nada más que un berrinche. Había resistido mucho más que sólo una noche sin dormir. Si Venecia pensaba que eso era todo lo que necesitaba para derrumbarlo estaba equivocado.
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Veinte minutos de silencio y Big sentía que ya estaba como nuevo. El bebé había estado cayendo en lapsos de sueño debido a llorar tanto. Ken le advirtió a su jefe que si Venecia seguía teniendo esos episodios, podrían derivarse en algo serio.
Ambos guardaespaldas sabían que Kim no quería ceder, pero se había quedado sin opciones. Vegas y Pete habían llamado temprano por la mañana. Ellos habían librado apenas el suceso pues Venecia estaba en uno de sus estados de semi inconsciencia. Llevaron al bebé de vuelta a su cama y lo colocaron boca abajo para justificar lo roja que estaba su cara.
Vegas fue insistente con despertar al pequeño para asegurarse que estaba bien, pero Pete lo persuadió diciendo que debían marcharse a la casa de seguridad.
La próxima vez podrían no tener tanta suerte.
Al final, Kim tendió una mano en dirección de Big, y el guardaespaldas se acercó con un sobre. Una hoja con información y un par de fotografías era lo que había dentro.
"Porchay Kittisawat"
Edad: 18 años.
Padres: Fallecidos en un "accidente".
Hermanos: Porsche Kittisawat. 23 años. Actualmente en Inglaterra cursando su último año de Derecho.
Reside solo. Cursa el primer año en la Facultad de Economía. Trabajo ocasional en una cafetería local. Astrafobia y Claustrofobia derivados de traumas infantiles sin tratar. Marcas de abuso y huesos rotos que sanaron mal propinados por Arthee, el único familiar que les queda. Actualmente en prisión por robo y asesinato en primer grado.
Tímido. Introvertido. Noción de pelea callejera impartida por su hermano mayor.
Kim miró las fotografías con interés. Un niño bonito con un pasado trágico. Casi estaba sintiéndose mal por lo que iba a hacerle.
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Porchay dormía en el sillón de su sala cuando algo empezó a picarle el brazo. ¿Había dejado las ventanas abiertas? Dios odiaba los insectos. Se sacudió ligeramente y estaba empezando a dormirse de nuevo cuando algo lo tomó con fuerza en el mismo sitio.
Abrió los ojos con pesadez y saltó fuera del sillón cuando encontró a Big parado junto a otro hombre guapo de traje frente a él.
- Ugh son ustedes... ¡Ustedes! ¿Qué hacen aquí?
Big le sonrió con diversión antes de ponerse a mirar su casa con curiosidad. El tipo de los ojos bonitos le indicó con un gesto de cabeza que lo llevara arriba. Una vez en su habitación, Chay le devolvió la mirada, esperando una explicación.
- Empaca tus cosas más personales. No importa si no llevas todo, volveremos después.
Oh dios. Qué diablos estaba pasando. ¿Estaban secuestrándolo?
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¡Mío!♡
FanfictionUn dedo regordete apuntó a Porchay mientras Venecia gruñía "mío". A Kim se le escapó una enorme sonrisa y contuvo apenas el impulso idiota de ponerse a discutir con su primo de 3 años. El único propósito de Porchay era servir como niñero del pequeñ...