Capítulo 1: Luna de sangre

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DIEZ AÑOS ANTES


Carolina Lane:

Corrí lo más rápido que pude por el bosque, no me importaba si mi vestido se había roto o si se había llenado de barro. Las imágenes de la hija de Kayler inundaron mi mente y no salían de allí.

Piper.

¿Como pudo meterse con la hermana de la chica que quiso matarme y me hizo mucho daño?

Me tropecé en una raíz, ya no podía más. Además no quería que mamá me viera así. Estaba llorando, estoy segura de que el rímel se había corrido por toda mi cara.

¿Por qué, Kayler? Justo cuando pensé que seríamos felices. Justo cuando había dejado a Gradreel por ti.

Gadreel, quizás no hizo las cosas bien hace un rato pero fue el único que estuvo conmigo en estos cinco años y no me falló. Yo le pagué mal.

—¡Carolina! —escuché la voz de Kayler a lo lejos. Me puse en pie y seguí corriendo hasta llegar al patio trasero de la ceremonia. No podía arruinarle la noche a mamá, era su noche. Me metí a la casa por la puerta trasera en busca de mi habitación. Necesitaba ducharme y cambiarme. No recuerdo mucho de esa noche, mi vista, mi mente estaban tan nubladas por el shock pero actué sin pensar. Me quité toda la ropa y me metí a bañar, allí lloré como nunca había llorado por nadie. Sentía un dolor horrible en el pecho, como si me hubieran arrancado algo.

Es que... era cierto que habíamos terminado pero al menos me hubiera gustado saber desde un inicio que Kayler tenía una hija con una de mis enemigas.

Kylie.

Se parece tanto a él.

Salí del baño y me vi al espejo, mis ojos estaba rojos de tanto llorar. No podía evitarlo. Salí del baño y me vestí con algo más casual, un vestido corto y unas sandalias bajas. Me peiné, dejando mi pelo suelto. Me maquillé las ojeras para que no se notara que estuve llorando. Apenas estaba empezando la ceremonia y no quería arruinarlo. Ya tendría tiempo de llorar por Kayler y yo.

Bajé dándole la cara a todos, sonriendo como si por dentro no me estuviera rompiendo.

—¿Donde estabas? —mamá se acerca. Se ve feliz.

—Fui.. a ducharme, me ensucié todo el vestido. Ya sabes lo torpe que soy —le mentí. Pero mamá me dio una mirada cómplice, no se tragó el cuento.

—Hola, felicidades —llegó una chica que se la llevó lejos de mi. Lo agradecí. A lo lejos miré que todos los de la manada volvían a sus lugares como si nada hubiera pasado. También Anne, quien vino hacia mi. Detrás de ella apareció Kayler, usaba un saco perfectamente limpio, me miró. De inmediato quiso venir pero con la mirada le dije que no.

—Caro... lo siento —me dijo Anne. Ella tampoco tenía idea—Jamás pensé que Kayler tuviera...

—Está bien —miré mis uñas. No quería quebrarme aquí, justo delante de todos. Yo no soy así. Actuaré como si no me afectara—Era obvio que Kayler volviera con alguna otra mujer, siempre he sabido que es un mujeriego de lo peor —lo dije en voz alta porque sabía que él me estaba escuchando—era obvio que en alguna de esas calenturas dejaría a una mujer embarazada —tomé una copa de vino— quien sabe, quizás Piper no sea la única.

Justo ahora necesito la presencia de Gadreel conmigo. Me porté tan mal con el. El no me fallaría con la primera mujer que se le aparezca en el camino. Yo sé que no. Tomé la copa de vino de un santiamén y fui por otra. Noté que Kayler quiso venir pero Thomas lo detuvo.

—¿Tienes tu celular? —le dije a Anne.

—Si.

—¿Me lo prestas? Haré una llamada rápida.

Embarazándome del lobo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora