14

156 27 3
                                    

Kaname no tuvo ninguna reacción por varios minutos, Zero ya estaba comenzando a ponerse muy nervioso cuando el castaño finalmente habló.

- ¿Estas seguro? -

- Sí, tenía mis sospechas, las disipé hace dos días, tengo los certificados médicos -

Zero se levantó de la mesa y fue por todo lo que le había entregado el médico, entre ellos un par de ecografías y se las dejó sobre la mesa. Todo era muy tenso.

- Vamos a ser padres - susurra Kaname sin siquiera mirar a Zero

- Sí, aunque pensé que la noticia te alegraría, aunque lo entiendo. Tú tienes ya dos hijos, si no quieres tener que ver con el mío... - pero fue interrumpido por los labios de Kaname

- No digas tonterías. Es nuestro bebé, producto de nuestro amor -

- ¿De, de verdad? -

- Por supuesto, Zero. Te amo y eso nunca va a cambiar -

Zero sonrió feliz. Esta vez no estaría solo, Kaname era un hombre honesto y muy bueno. Agradecía cada día al cielo por haber encontrado al hombre perfecto.

A la mañana siguiente Kaname tenía una cara de funeral en la oficina, Takuma al verlo tan compungido se acercó con cautela al castaño.

- Creo que no saco nada con preguntar como estás, supongo que después de terminar con Zero no estás muy bien - dice el rubio tomando asiento frente al presidente de la compañía - ¿Zero quedó muy triste? -

- No. Esta feliz - responde Kaname sin una gota de ironía

- No entiendo nada -

- No rompimos -

- Pe...pero -

- No pude decirle nada - cuenta Kaname  - No podía decirle eso cuando él me sonrió tan feliz, preparó una deliciosa cena, se esmeró. Tenía flores en la mesa y velas, además... Tenía un obsequio para mí -

- Kaname, estás consciente que cuanto más tiempo pase, será peor para los dos -

- ¡Lo sé! Pero no podía decirle la verdad cuando él me regaló zapatitos de bebé - Takuma se quedó sin aliento al oír eso - Takuma, Zero y yo vamos a tener un bebé  -

- ¡Diablos!¡No puede ser verdad! - Takuma aún no salía de su asombro

- No puedo dejarlo solo, no ahora y sinceramente no creo que pueda en un futuro. Estoy enamorado de Zero, él es todo lo que quise en esta vida, es amable, comprensivo, inteligente, trabajador y lo más importante él si corresponde a mi amor -

- Entonces tendrás que dejar a Yuuki. ¿Por qué no creo que puedas mantener una doble vida para siempre -

- Lo sé,  pero tengo miedo ¿Qué pasará cuando Zero se dé cuenta que lo engañé todo este tiempo? -

- Tendrás que asumir las consecuencias de tus actos, seguramente Zero sienta que todo fue un juego para ti, pero solamente tú puedes hacerlo cambiar de opinión -

- Sin duda, tienes razón, pero para dejar a Yuuki tendré que esperar a que nuestro hijo nazca, no puedo causarle disgustos por ahora, no quiero que por mi culpa pierda a nuestro bebé -

Takuma no le dijo nada a Kaname, el rubio estaba casi 100% seguro que ese niño no era hijo de Kaname, pero no quería más discusiones con su amigo. No después de haberlo recuperado.

Seis semanas pasaron sin que Kaname lo pudiera notar, junto con Zero habían ido al ginecólogo y a Kaname se le cayeron las lágrimas escuchando el corazón de su bebé, Zero se veía más lindo cada día, la maternidad le sentaba muy bien. Kaname había insistido en que dejara el trabajo, en un comienzo Zero se negó rotundamente, él debía mantener a su hija Yori, por que si bien Kaname y Yori se llevaban muy bien, el platinado entendía que Kaname no tenía ninguna obligación para con su hija, pero tras escuchar todos los argumentos de Kaname, Takuma y Rima, terminó accediendo.

Por su parte Yuuki ya se sentía mucho mejor, los primeros malestares del embarazo ya habían pasado y ahora la mujer había vuelto a sus andanzas, por lo que pasaba poco tiempo en casa y muchas horas en el bar Swinger, divirtiéndose en las salas de juegos.

- ¿Qué pasa ahora? - le dice Takuma a su amigo al ver la cara de Kaname - Estas sacando cuentas de que tener dos familias es más costoso que tener solo una - se burla el rubio

- Despertaste gracioso hoy - responde Kaname

- Si tan solo me hicieras caso. Tendrías menos problemas -

- Sigues con la idea que deje a Yuuki en estos momentos. No entiendes que esta embarazada y que me necesita -

Takuma no podía creer como su amigo, ese hombre que era un genio en las finanzas, que dirigía una empresa importante, fuera un tarado en manos de esa mujer, que mientras Kaname estaba agobiado de problemas por ella, la mujer en ese mismo momento estaba desnuda con las piernas abiertas recibiendo las lascivas atenciones de su compañero de turno.

- Esta bien, dejaré ese tema. ¿Qué es lo que te preocupa ahora? -

- Es Yuuki. Se desaparece por días y no se está cuidando apropiadamente, anoche llegó a casa después de dos noches y olía a alcohol. ¡Es como si no entendiera que está embarazada! -

- Hablaste con ella. Te dio al menos un explicación -

- Claro que no me explicó nada, reclamó que yo también duermo fuera algunas noches y tiene razón -

- Bueno sí, pero tú le dices que son viajes de negocios, es una mentira, pero no tan alejada de la realidad, porque en teoría tú deberías ir a esos viajes en los que yo te cubro para que veas a Zero -

- Zero... Ese es otro problema -

- No me digas que mi querido Zero también está bebiendo - se alarma Takuma

- ¡No! Zero es perfecto. Es solamente que me duele escuchar cuando pregunta si mi madre está mejor de salud -

- ¿Tu madre? -

- Sí, cuando Yuuki estuvo en el hospital, Zero fue a buscarme a mi casa, le dijeron que yo estaba en el hospital con la señora Kuran y él pensó que era mi madre. Ahora no solo le estoy mintiendo de que soy soltero, ahora también le miento sobre mi madre -

- ¿Y sabes dónde está Yuuki ahora? - pregunta Takuma

- Supongo que en casa de alguna de sus amigas? - responde Kaname

- Estas seguro -

- Bueno, si no está con sus amigas ¿dónde crees que puede estar? -

- Yo puedo decirte dónde y con quiénes está - dice Takuma

- ¡Sabes dónde está! -

- Sí -

- ¡Dime dónde está mi mujer! - dice exaltado Kaname

- No te lo diré - y poniéndose de pie - Si te lo digo no me creerás,  por lo que prefiero que lo veas con tus propios ojos - Kaname no se movió de su asiento, temía que lo que su amigo le haría ver le dolería y mucho - ¿Vienes o no conmigo? -

¿El hombre perfecto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora