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Cuando el susto había pasado y finalmente el médico dijo que tanto Zero como el bebé estaban fuera de peligro, Kaname notó que Zero estaba diferente, el peliplateado no quería que el castaño estuviera a solas con Yori, y le pidió a Rima que mientras él estuviera en el hospital ella cuidará de su hija y que no la dejara a solas con Kaname.

- Amor, no entiendo porque nuestra Yori no se puede quedar conmigo, sabes que la amo como a una hija - dice Kaname extrañado por la decisión de Zero - Si es por el trabajo, no hay de que preocuparse,  me tomaré un tiempo para poder estar con ustedes -

- No es necesario, una vez que salga del hospital, volveremos a la normalidad -

- Cariño, necesitas descansar. Creo que lo mejor es quedarme contigo al pendiente -

- No es necesario - responde Zero

- Zero, no me cuesta nada -

- ¡Qué no! - grita - ¡No necesito que estés conmigo! -

Kaname se sorprendió de la reacción del peliplateado, pero no quiso decir o hacer nada, Zero estaba sensible y no era para menos había estado a pasos de perder al bebé de ambos. Por lo que le dejó un beso en la frente de Zero y se fue de la habitación.

Los siguientes días fueron iguales,  Rima llevaba a Yori a ver a su padre al hospital y este se aferraba a la niña, Zero no quería dejarla un solo instante al alcance de Kaname, ni cuando la niña lloraba llamándolo "papá".

El día que fue dado de alta, Kaname lo llevó de regreso al departamento que compartían. Hana y Seiren corrieron a su lado, pero Zero solo quería estar en su cama con Yori, por lo que Kaname tuvo que quedarse en la sala consolando a los niños.

- Ellos solo querían abrazarte, nada más - dice Kaname a un Zero que revolvía los cajones del clóset - Amor ¿Qué está pasando? -

- Nada, solamente quiero estar tranquilo -

- Es lo que yo también quiero, que los seis estemos tranquilos y felices - dice al momento que intentaba poner una de sus manos en la barriga de Zero

- ¡No! No me toques -

- Pero... ¿Por qué? -

- Hace calor, tienes las manos sudadas -

Kaname solamente se quedó en silencio, desde cuando a Zero le molestaba que lo tocara. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué todo se complicaba tanto? sin decir nada más volvió a la sala donde sus pequeños niños miraban la televisión con sus caritas aun tristes por el desaire de Zero.

- ¿Papi Zero ya no nos va a querer más? - Pregunta Hana a su padre

- Claro que eso no va a pasar, Zero los adora - y mirando a Seiren - A los dos. Lo que pasa es que él y su hermanito que esta en la barriga de Zero, estuvieron enfermitos, y aveces cuando las personas están asustadas actúan extraño. Ya verán que cuando Zero este mejor, todo será como antes -

Ambos niños se quedaron tranquilos con esa respuesta de su padre, pero las cosas no volvieron a la tan esperada normalidad.

A la semana Zero traslado las cosas de Kaname a la Habitación que tenían para las visitas, dijo que con el embarazo se movía mucho y que no quería que Kaname pasara malas noches por su culpa, el castaño no pudo siquiera discutir el tema, porque ahora era Yori quien dormía con Zero.

En tanto la demanda de divorcio no era para nada amigable, Yuuki sacó a la luz la relación que mantenía Kaname con Zero y contó de embarazo del parvulario en el estrado, victimizándose ante el jurado que sentía que ese hombre era un malvado infiel y que ademas pensaba quedarse con los pequeños. A lo que Kaname respondió contando de las practicas sexuales de Yuuki en el club swinger, pero todo fue negado por la mujer, incluso negó tajantemente que las fotos que Kaname presento fueran genuinas. La mujer lloró frente a todos los presentes avergonzada de que su esposo fuera capaz de mostrar fotos que ellos se habían sacado a modo de juego, y así justifico y desestimó las pruebas de Kaname y sus abogados.

Kaname se sentía cansado y derrotado necesitaba algo de paz, pero Zero ya no aguantaba más y en cuando lo vio llegar lo fue a encarar.

- ¡Maldito mentiroso! - Kaname no entendía lo que pasaba, pero temía que Zero supiera algo - Pero a mí no me vas a quitar a mi hijo -

- Zero, cálmate un poco y dime de donde sacaste que te quiero quitar a nuestro hijo -

- Ya sé toda la verdad. Y conmigo no te va a funcionar, yo no me voy a dejar engañar y mucho menos voy a venderte a mi bebé -

- ¿Venderme? Zero, amor ¿De qué estas hablando?- pregunta Kaname muy asustado de todo lo que estaba escuchando

- Yuuki me lo contó todo, de como les quitaste a esas mujeres sus hijos - 

- ¿Qué mujeres? - pregunta cada vez más incrédulo de lo que oía

- Tu secretaria, la madre de Hana y de esa chica tan pobre como yo a la que le quitaste a Hana. Pero yo soy diferente, yo no te daré a mi hijo, para que tú y esa desagradable mujer lo críen, prefiero una vida humilde para mi hijo que una llena de mentiras - 

- Es verdad, yo tampoco quiero una vida llena de mentiras para mi hijo, ni para ti - y sentándose en el sofá frente a donde Zero estaba de pie - Es verdad que estoy casado con Yuuki, pero estamos en tramites de divorcio -

- Ella también esta embarazada de ti -

- Eso no lo sé, ella me engañaba a menudo, así que no sé si ese bebé que espera en mio o de alguno de sus amiguitos con los que fornica - y tomando una de las manos de Zero - Sé que actué mal, que no debí acercarme a ti estando casado, pero no pude evitarlo, me enamore de ti en cuanto te vi -

- Me mentiste -

- Sí, pero nunca quise lastimarte y mucho menos robarte a nuestro bebé - y con sus ojos llenos de lagrimas - Es falso que pague para que me dieran a Seiren y Hana, ellos son mis hijos y de Yuuki. Bueno al menos tengo la certeza de que Hana lo es, porque fui su donante, cuando era un bebé, por favor tienes que creerme -

- Esta bien, te creo. La historia que me contó tu esposa era demasiado de telenovela para ser real - dice Zero - Pero que hayas jugado conmigo, eso no te lo voy a perdonar Kaname. Me engañaste, hiciste conmigo lo mismo que hizo el padre de Yori, no sabes cuan dolido y enojado que estoy -

- Perdón lo siento, nunca quise hacerte sufrir. Te amo - lloraba Kaname

- Vete. Me hace mal verte -

- ¿Que me vaya? -

- Si no te quieres ir me iré yo - dice Zero corriendo hasta la habitación donde Kaname le dio alcance 

- No, me iré yo - dice al momento que le quitaba la maleta a Zero

- Entonces vete ahora mismo -

- Zero, es tarde, esta lloviendo, mis hijos están dormidos. Déjame quedarme al menos esta noche. Mañana me iré - Zero no estaba de acuerdo - Te lo suplico, por los niños -

- Esta bien, solamente por ellos -

- Gracias, mi amado Zero -

Kaname se despidió de Zero dejando un beso en su frente. Esa noche ni Zero, ni Kaname pudieron conciliar el sueño. A la mañana siguiente Kaname cumplió su palabra y se marcho del departamento junto a sus pequeños hijos que entendían que era lo que pasaba.


¿El hombre perfecto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora