¿El hombre perfecto?

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Zero llevaba la torta del cumpleaños de Hana, mientras se tambaleaba por su barriga de casi ocho meses.

- ¡Zero! - grita espantado Takuma al ver a su adorado peliplata cargando ese pesado pastel

- Taku, bienvenido - dice sonriendo

- Deja eso, yo te lo llevo - dice al momento que le quitaba el pastel de las manos - ¿Dónde lo llevabas?  -

- Lo iba a colocar en el salón, el cumpleaños está a punto de comenzar -

- Y el idiota de Kaname ¿Por que no te ayuda? Y tu suegra -

- Juri está haciéndole coletas a Yori y Kaname fue a buscar a Cross y a Satoshi que vendrán al cumpleaños de Hana -

- Pero igual, debes descansar - dice sobreprotector el rubio

- Eres igual a Rima, ella también me regaña por todo - sonríe Zero

- No recuerdo quién es ella, pero tiene razón -

Medio hora después Kaname llegaba junto a su ex-suegro y su nieto. Los chicos jugaban con el pequeño Satoshi, que aunque ya tenía seis años, aún no hablaba o caminaba, el niño permanecía en su silla de ruedas algo encorvado por su escoliosis y derramando algo de saliva por su parálisis cerebral.

- ¿Cuando nace la bebé? - pregunta Cross a Zero que descansaba unos minutos junto al ex suegro de su ahora esposo

- A fin de mes o comienzos del próximo - le responde siempre gentil Zero

- Mi hija tendrá otro bebé pronto, estoy aterrado - dice el hombre - Satoshi es un encantó, pero me da mucho trabajo, sin contar que ni el padre del niño o Yuuki me ayudan con la manutención -

- Kaien, si necesitas algo solo dígalo, sabes que Kaname no se negará a ayudarte  -

- Pero me da vergüenza,  Satoshi no es hijo de ustedes y corren con gastos que no tienen porque hacer -

- Bueno, pero si podemos. No vamos a negarte la ayuda. Además Satoshi es un encanto de niño y mis hijos lo adoran -

Era verdad, tanto Seiren, Hana, Yori y el pequeño Takuma adoraban a Satoshi. Pero no eran solo ellos, Zero y Kaname le tenían un gran cariño, por eso siempre lo incluían en todas las actividades familiares, incluso Takuma, que odiaba a muerte a Yuuki, terminó tomándole un gran cariño.

Terminado el cumpleaños número diez de Hana y cuando todos los invitados se retiraron la familia se reunió en la habitación de los adultos.

- Mami. ¿De verdad que me tendré que ir a la habitación de Seiren cuando nazca la bebé? - pregunta Hana no muy feliz

- No - responde Kaname - Tu mamá te ha dicho muchas veces que no, tu hermana Yori se pasará a la habitación de Seiren y solo será por unos meses, hasta que los arreglos de la casa nueva estén listos -

- ¿Estas seguro? Porque Seiren dice que tendré que ponerme sus vestidos y Yori dijo que iba a pintar mis labios como niña -

Kaname y Zero miraron a sus hijas y estas comenzaron a reír, ambas chicas disfrutaban de hacer rabiar a su hermano.

- Son unas malvadas, siempre molestan a Hana - les regaña Zero - No le hagas caso, ellas son unas chicas muy malas

- Sí,  pero mami, a mi me gustaría quedarme a dormir aquí  contigo - dice abrazando al pelipltata del cuello.

- Pequeño ladrón de esposos, suelta a tu mami - dice Kaname

Y tomando a Hana de las axilas lo alejó de Zero momento que aprovechó Takuma para acostarse al lado de Zero. Mientras se burlaba de su padre.

- Ahora mami es mío. Haz perdido viejo -

- ¡Viejo mis calzones! Han despertado la furia del monstruo hace cosquillas, y esta vez nada lo contendrá -

Los gritos y las risas de los niños se podía oír por toda la casa. Al fin después de tantos años Kaname tenía lo que tanto había anhelado, un esposo que lo amaba y con el cual formaban una hermosa familia.