23. El gran perro negro y Buckbeak

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˗ˏˋ CHAPTER TWENTY-THREE ˎˊ˗
(THE BIG BLACK DOA AND BUCKBEAK)

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Cinco minutos más tarde pasaba aprisa por entre los troles de seguridad que estaban a la puerta de la torre de Gryffindor

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Cinco minutos más tarde pasaba aprisa por entre los troles de seguridad que estaban a la puerta de la torre de Gryffindor. Las palabras de la profesora Trelawney resonaban aún en la cabeza de Raquel.

Cuando llegaron al retrato y entraron en la sala común en un rincón estaban sentados Ron y Hermione.

—Chicos nos ha pasado algo rarisimo... —Dijo la pelirroja al verlos

—Si, la profesora Trelawney nos acaba de decir...

Pero se detuvo al fijarse en sus caras.

—Buckbeak ha perdido —dijo Ron con voz débil—. Hagrid acaba de enviar esto.

—¡Que! —Dijo Raquel sorprendida cogiendo la carta de Hagrid.

La nota estaba seca esta vez: no había lágrimas en ella. Pero su mano parecía haber temblado tanto al escribirla que apenas resultaba legible.

Apelación perdida. La ejecución será a la puesta del sol. No se puede hacer nada. No vengáis. No quiero que lo veáis.

Hagrid

—Tenemos que ir —dijo Harry, que leía la carta apoyando su cabeza en el hombro de la pelirroja, de inmediato—. ¡No puede estar allí solo, esperando al verdugo!

—Pero es a la puesta del sol —dijo Ron, mirando por la ventana con los ojos empañados—. No nos dejarán salir, y menos a ti, Harry... Harry se tapó la cabeza con las manos, pensando.

—Si al menos tuviéramos la capa invisible...

—¿Dónde está? —dijo Hermione.

Harry le explicó que la había dejado en el pasadizo, debajo de la estatua de la bruja tuerta.

—... Si Snape me vuelve a ver por allí, me veré en un serio aprieto — concluyó.

—Eso es verdad —dijo Hermione, poniéndose en pie—. Si te ve... ¿Cómo se abre la joroba de la bruja?

—Se le dan unos golpecitos y se dice «¡Dissendio!» —explicó Harry—. Pero...

Hermione no aguardó a que terminara la frase; atravesó la sala con decisión, abrió el retrato y se perdió de vista.

—¿Habrá ido a cogerla? —dijo Ron, mirando el punto por donde había desaparecido la muchacha.

Raquel estaba muy extrañada y conmocionada por los sucesos recientes. Harry se acercó a ella.

—Hojita, mientras Hermione vuelve —dijo Harry igual de sorprendido que Raquel y Ron por la reacción de Hermione —¿Qué es lo que viste en el examen?

Raquel y el prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora