Capítulo 1

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Un enfadado Draco Malfoy recogía sus cosas después de la pelea que tuvo con su padre. Este último sólo le insistía en que se comprometiera con Astoria Greengrass, la hija pequeña de una de las familias mas puras y adineradas de todo el mundo mágico.

Pero se negaba a casarse con ella, pues no la amaba. El se quería casar con alguien a quien de verdad amase, además no quería casarse aún porque pensaba que todavía era joven, y por si fuera poco su padre quería que tuviese un heredero. Él ya no podría ni tocarla, a ver, es cierto que una vez se acostaron, pero se arrepintió enseguida y... lamentablemente, aún lo hacía. Sí, podría resultar extraño que Draco Malfoy quisiera casarse con alguien a quién de verdad amase, pero... Mentalmente había madurado. Y no quería para nada casarse con alguna chica de alta... ascendencia sin haber amor de por medio porque entonces sería un largo y doloroso matrimonio.

Su padre no quería anular el compromiso, pues ya había hablado con el padre de ella así que decidió irse, tras recapacitar mucho tiempo, al mundo muggle sabiendo que su padre no daría su brazo a torcer. Quería tomarse su tiempo, encontrar a alguien a quien amase de verdad y con la que quisiera formar una familia. Así que sin dudar mucho tiempo más, subió rápidamente a su habitación y metió todo en una pequeña maleta, en la cual cabía todo gracias a la magia y la cual luego encogería para meter en su bolsillo.

Su madre, Narcissa Malfoy, subió las escaleras mirando con absoluto desprecio a su marido, el cuál sólo tiró su vaso de whiskey al suelo con enfado para luego mandar a uno de los elfos a que lo recogiese. La rubia mujer, tocó la puerta suavemente, teniendo que volver a tocar ya que el blondo menor no había escuchado nada.

-¿Quién es?.- Preguntó él de mala gana. ella sólo abrió la puerta sin decir nada y miró con los ojos llorosos como su hijo hacía las maletas

-Pues... yo.- Dijo ella aún mirándole desde la puerta.

-Tengo que hacerlo mamá.- Dijo simplemente cerrando la maleta y bajándola de la cama. Ella solo asintió limpiando la única lágrima que cayó por su mejilla. Él pasó por su lado y besó su frente para después marcharse.

Salio de su casa sin decir nada mas, siendo observado por su madre quien lo veía con los ojos llorosos desde el balcón de su habitación, pensando como Lucius podía ser así, perder a su hijo por una tontería, por no dejar que su hijo hiciese lo que quisiera, casarse con quien quisiese pero a su debido tiempo, como a el le pareciera. Pero, como no, su marido estaba mas chapado a la antigua de lo que pensaba.

Draco llegó al Londres muggle intentando organizarse. Primero iría a un hotel, comería, colocaría sus cosas y después, haría una cosa que tenía en mente para dar un paso mas a su nueva vida.

Entró al primer hotel que vio, era bastante sencillo, pero al fin y al cabo tenía una cama para dormir. A estas alturas ya se conformaba con todo, mejor esto que el infierno de su padre, al cual alguna vez llamó hogar.

Cogió la llave de la habitación y busco el número de habitación que coincidía con el llavero que había en la llave, el 153. Cuando encontró la puerta entró. No le pareció tan mal, era mas grande de lo que pensaba, y no estaba en tan malas condiciones como pensaba que estaban los hoteles de los muggles.

Colocó toda su ropa en un pequeño armario que había en la habitación, sus cosas de aseo personal las colocó en el baño y demás. Cuando vio que ya no faltaba mas nada por colocar, se puso delante del espejo y sin pensarlo dos veces cogió su varita y se apuntó al pelo, conjuró un hechizo y su pelo cambió de su característico rubio a un color chocolate, que le quedaba muy bien. No quería verse mas rubio, le recordaba a ese ser que se hacia llamar padre y señor. Después se apunto a los ojos y los puso también color chocolate. Bastante contento con el cambio guardó su varita y se acostó a dormir, era temprano pero estaba bastante cansado, además mañana se pondría a buscar trabajo. Pensando que su padre era un capullo se dejó caer en los brazos de morfeo.

Enamorado de una MuggleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora