Capítulo 28

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Un mes después...

Los novios seguían felices. Los niños mas grandes y los abuelos mas ilusionados. Hacía dos semanas que los novios habían regresado de la luna de miel, no habían estado mucho fuera por los bebés. Estaban decorando una habitación para los niños, estaba bastante avanzada. Muy bonita realmente, tenía una especie de banco que se mecía; quizás les ayudaría en los desvelos de los pequeños. Si mirabas al frente veías las dos camas, una de color rosa y otra de color azul, una mesilla de noche en medio, había armarios para la ropa de ambos y mucho juguetes por todos lados, se veía mucho como una habitación infantil y eso era lo que querían. Tenían unas camas en la habitación, pero aún dormirían en la cuna, quizás más adelante cuando fueran un poco mas grandes y no tuvieran el riesgo de caer y hacerse algún daño. Pero las cunas las pondrían en esa habitación, si algo pasara por la noche ellos lo sabrían pues la habitación de ellos estaba contigua a esa.

Después de acostar ya a los pequeños, se fueron a su cuarto. Y nada más entrar Draco empezó a besarle, mientras intentaba quitarle la ropa.

-¿Qué te pasa León?- dijo riendo la chica mientras comenzaba a quitarle la camisa.

-Hacía algún tiempo que no teníamos privacidad.- dijo el mientras le volvía a besar, y se recostaba encima de ella en la cama [...]

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Las tres de la mañana, Hermione adormilada le preparaba los biberones a los dos, estaban llorando incansablemente, realmente tenían hambre. Cuando comprobó que la leche estaba a una buena temperatura se sentó en la mecedora que había en la habitación y comenzó a darle a uno de comer, cuando terminase con Scarlett empezaría con Ethan. Se balanceaba levemente mientras el bebé comía mas tranquilo, podría pedirle ayuda a Draco pero le daba pena despertarlo.

Cuando terminó de darle de comer a la niña la acostó, le dio el peluche que siempre dormía con ella y al instante se quedó dormida; después cogió a Ethan y empezó a darle el biberón. No se dio cuenta de que alguien había entrado en la habitación. Cuando noto que le tocaron la cabeza dio un salto pero se tranquilizó al ver que era Draco.

-¡Me has asustado!- dijo en un susurro para no despertar a la bebé que dormía plácidamente en la cuna.

-Lo siento, ¿porqué no me despertaste para ayudarte?.- le preguntó el sentándose a su lado en la mecedora.

-No quería despertarte, estabas tan tranquilo que me dio cosa levantarte, ¿y porque despertaste? ¿pasa algo?- preguntó ella mirándole.

-No, es que me dio un poco de frío, iba a abrazarte para coger calor, pero cuando miré no vi a nadie. Supuse que estarías aquí- dijo el.

-Oh de acuerdo, ve si quieres yo cuando termine voy.- le dijo ella.

-No, te esperare. ¿Sabes?- le dijo el.

-¿qué?.- preguntó la castaña curiosa.

-Me estoy acostumbrando a eso de no tener magia.- dijo el sonriéndole.

-Me alegra- dijo ella sonriendole de vuelta. Cuando el niño terminó de comer Hermione lo acostó en su cuna y salió de la habitación silenciosamente en compañía de su marido. Cuando llegaron a la habitación se acostaron en la cama, se abrazaron y se acurrucaron juntos para dormir.

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Al día siguiente por la mañana Lucius y Narcissa se irían de viaje por su 25º aniversario, por lo que solo estarían en casa Hermione, Draco y los bebés y por supuesto los elfos que servían allí.

Hermione se encontraba arriba en la habitación de los niños, estaba acunándolos para que durmieran pues al final por la noche despertaron muchas veces. Y Draco se encontraba en la oficina de su padre, arreglando unos papeles que le hacían falta, él le hacía ese favor. Pero alguien irrumpió en el despacho.

Enamorado de una MuggleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora