Capítulo 10

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Una alegre pareja estaba trabajando ese día como otro cualquiera, ambos sumidos en sus papeles, pero de vez en cuando mandándose una miradita llena de profundo amor. Poco después llegó la hora de la comida y abrazados bajaron a la cafetería, bajo la mirada sorprendidas de algunas, pues algunos ya se temían que estos dos acabarían juntos. Cameron veía la escena con bastantes celos, pero no intervendría, pues la castaña le caía muy bien, además desde antes que comenzaran a salir se notaba que se querían mucho.

Otra persona feliz era Narcissa, que pudo ver como transcurrió todo, pero aún sentía ese temor, por esa extraña profecía que había encontrado y que podría atentar contra la vida de su único y querido hijo. Entonces decidió que lo mejor sería hablar con el y decírselo, pensaba que tenerselo guardado era como una especie de traición y no quería nada de eso, quería prevenir a su hijo, para que no ocurriera esa desgracia.

Así que fue a vestirse para verle, solo deseaba que el quisiera verle. si no estaría completamente perdida.

la pareja salia del trabajo e irían a casa de Draco, Hermione se quedaría esa noche con el, se subieron al coche y se dirigieron a su casa, entraron y se sentaron en el sillón, estaban algo cansados además que a Draco le dolía terriblemente la cabeza.

-Duérmete si quieres.- le dijo Hermione a Draco.

-¿y tu?- le preguntó.

-yo puede que duerma también- le dijo ella acurrucándose a el.

-vale- dijo el apoyándose en ella y haciendo que empezaba a dormir, con ella al lado no podría dormir, se le quitaba todo. Cuando vio que se durmió se puso a contemplarla, tan hermosa y perfecta, la amaba demasiado.

No supo cuanto tiempo estuvo así, mirándola. Pero poco rato después tocaron la puerta, se extrañó pues nadie sabía donde vivía. Se levantó del sillón con cuidado para no despertar a su amor y fue a abrir la puerta. Pero no se esperaba que fuese ella.

-¿Madre?- preguntó a la elegante mujer que se encontraba en la puerta mirándolo todo con una gran sonrisa.

-Hola Draco- le dijo abrazándole y mirando hacía dentro, quería ver en persona a la chica.

-¿qué sucede madre?- preguntó.

-es algo muy importante hijo- le dijo poniéndole una mano en su mejilla.

-Pero pasa, no te quedes en la puerta- le dijo el apartándose.

La mujer entró en la casa y le pareció muy elegante, no hacía falta ni decir quien lo había decorado, sabia que fue su hijo. Cuando miró al sillón se sorprendió al ver a la chica durmiendo tranquilamente, le pareció muy guapa. Cuando se dio la vuelta su hijo no estaba y se extrañó, pero al momento lo vio llegar con una manta. Con ella tapó a la chica cuidadosamente para no despertarle.

-Bueno, vayamos a la cocina- dijo el - está durmiendo y no quiero despertarla, esta muy cansada.- le aclaró a su madre

-vale no hay problema- dijo ella tranquilizándole. Mientras le seguía rumbo a la cocina.

-Quiero saber como es que ahora vuelves a aparecer en mi vida.- le dijo Draco cruzándose de brazos y apoyándose en la encimera, intentando mirarle con dureza.

-Te lo puedo explicar todo hijo, ¿por donde quieres que comience?- le preguntó ella.

-Primero quiero que me expliques el porque no hiciste algo cuando papá me obligó a casarme con aquella tipa- dijo el.

-Hijo, sabes como es tu padre, nadie puede llevarle la contraria porque si no pueden pagarlo claro, y sobretodo si la que le lleva la contraria soy yo- dijo ella cabizbaja.

-¿como que si sobretodo eres tu?- preguntó el, pues nunca se había dado cuenta de ello.

-Quizás no lo sepas o quizás nunca te diste cuenta y realmente así lo prefiero, pero si hago algo que a tu padre no le gusta...- dijo ella dudosa de si decírselo o no.

-¿que?- preguntó el ansioso.

-el... me pega- dijo la mujer apunto de llorar.

-¿que te hace que?- preguntó sin poder creérselo.

-pues... eso, me pega- repitió la mujer.

-¿y como no me enteré de eso?- dijo el muy sorprendido de que pasara eso enfrente de sus narices y el no se diese cuenta de ello.

-no quise decirte nada para que no tuvieras enfrentamientos con tu padre- le dijo ella.

-ese no es mi padre- dijo el con resentimiento.

-es tu padre a pesar de todo y aunque no lo consideres como tal.- dijo ella, maldiciéndose por ello.

-¿Y que es lo que te llevó a venir por aquí¿- preguntó el con cierta duda, pues nada mas entrar ella a la casa le había nombrado algo de eso.

-es algo muy importante Draco, y tiene que ver con la chica- le dijo ella.

-¿que es lo que pasa con Hermione?- se alteró el.

-es un asunto delicado Draco.-

-pero dime ya que pasa- casi grita el.

- Hace algún tiempo encontré algo, una profecía. Decía que si un ser mágico se juntaba con un muggle, podría perder sus poderes o incluso...- dejó la frase inconclusa.

-¿incluso que?-

-Podría perder la vida, pero solo si el amor no es lo suficiente fuerte.- le aclaró ella.

-pues no pasará nada, yo le amo de verdad- dijo el seguro.

-lo se hijo, pero ¿y tu padre?, si se entera de esto..., no se lo que podría hacer- le dijo ella.

-lo que piense el me da igual mamá- le dijo el. pero enseguida ambos se callaron cuando vieron a una castaña entrar a la cocina sonriente sin percatarse de la mujer que allí se encontraba. Fue sonriente a donde se encontraba el blondo y le dio un beso.

-¿al final no dormiste?, me sentí un poco sola cuando no te vi al despertar- le dijo ella sonriendo dulcemente contagiandole la sonrisa.

-Perdoname, pero hay visita- dijo señalando a su madre. Entonces en ese momento la castaña si se dio cuenta de que se encontraba ahí.

-Hola, soy Narcissa Malfoy Black- le dijo la mujer mientras le daba dos besos a la castaña.

-Yo Hermione Jean Granger, encantada- le respondió.

-soy la madre de Draco.- dijo sonriente mientra miraba a su hijo y a Hermione alternadamente.

-ah- contestó un poco avergonzada sin saber que decir, sentía un poco de vergüenza, por eso no diría nada, no sabía que decir, esperaría a que le preguntasen algo o hablasen con ella.

-¿tu eres su novia no?- preguntó sonriente, dándose cuenta de la vergüenza de la chica.

-emm... sí, lo soy- dijo mirando por último al chico, pero el la miraba con infinito amor. Mirada de la cual Narcissa se dio cuenta.

-bueno, vayamos a la sala si queréis- le dijo Draco a las personas mas importantes de su vida.

-de acuerdo, así hablamos un rato...- dijo Narcissa, que quería conocer un poco mas a Hermione. Y así, se fueron a la sala.


















Enamorado de una MuggleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora