Capítulo 16

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Era de noche, los tres dormían. Habían pasado exactamente dos semanas, y todos pudieron notar como la barriga de Hermione había aumentado y seguía haciéndolo, de momento no había tenido ningún dolor. Y todos estaban relajados por ello, pero sabían que no faltaba mucho para que la parte difícil comenzara.

Hermione no podía dormir, miraba a Draco, mientras pensaba las posibilidades que tenían, no podía dormir porque sentía un terrible malestar en el estómago, pero no quería decir nada para preocupar a nadie. De repente notó como se movía algo en su interior bruscamente, casi de forma violenta. Le dolía demasiado, por eso no pudo evitar chillar con todas sus fuerzas, provocando que Draco se levantase rápidamente con la preocupación reflejada en su cara.

-Dios ¡¡¡MAMA!!!- chillo alterado.- tranquila amor, pronto el dolor pasará mamá sabrá como aliviarlo, tranquila tranquila- decía acariciando su cabello esperando a su madre, mientras que ella no podía evitar retorcerse de dolor en la cama.

-¡¡Aaah!!- chilló ella muy alto, a la misma vez que una asustada Narcissa entraba rápidamente en la habitación.

- mamá haz algo por favor- decía el al borde del llanto mientras cogía la mano sudorosa de la chica intentando tranquilizarla pero no funcionaba, seguía retorciéndose de dolor sin parar de chillar. Entonces vieron algo que los dejó muy sorprendidos, pues en el vientre de la chica se pudo ver que algo se movió, lo que les sorprendió, pues la castaña estaba embarazada de muy poco tiempo, pero entonces narcissa comenzó a atar cabos, y recordó que la profecía decía que el embarazo solo duraría tres meses, entonces el niño crecería mas rápido de lo normal, y contando que el vientre de la castaña ya estaba algo abultado...

Narcissa rápidamente se levantó y fue a su habitación, lo único que se le ocurría en ese momento era darle una poción para que durmiese varias horas. Llegó a la habitación, la cogió y rápidamente se fue a la habitación de su hijo y su nuera. Se la dio y poco a poco la castaña dejaba de convulsionarse y retorcerse de dolor, hasta que finalmente se dejo dormir, dando por ultimo una mirada y una sonrisa a Draco, pues a pesar de sentir el dolor, estaba feliz, pues era su pequeño o pequeña la que daba señales de vida.

-Menos mal, estaba muy alterada- dijo Draco mirándola y apartando los pelos que tenía en la cara.

-Es normal hijo, es el primer dolor que tiene, tendrá que acostumbrarse, porque no será el primero que tenga mientras dure el embarazo.- le dijo ella también mirándole.

-Estaré a su lado para que no le ocurra nada madre- dijo el, haciendo que el pecho de Narcissa se inflara de orgullo por oír esas palabras, no imaginaria que esa chica que tenía enfrente durmiendo como un ángel, pudiese haber cambiado a su hijo. Ahora Draco era una persona mejor gracias a ella, pues antes era un mujeriego, creído y narcisista que solo se preocupaba por el y su bien propio. Narcissa comparaba al antiguo Draco con el Draco que ahora se encontraba frente a ella, tan cambiado y esperando un hijo con el amor de su vida, porque no hacía falta fijarse mucho o analizar para darse cuenta de que era un loco enamorado que estaba dispuesto a dar su vida si fuese necesario por su hijo o hija y su mujer.

-Draco hijo, necesitas descansar duerme, si necesito tu ayuda para algo te avisaré, pero necesitas estar sano y bien descansado para atender a tu mujer cuando despierte, pero no te preocupes que yo te ayudaré- le dijo ella apartando los pelos que se encontraban en el rostro de su querido hijo.

-¿segura mamá que no necesitas mi ayuda?, es mejor que me quede despierto por si ocurre algo.

-No hijo, tu duerme y yo estaré despierta leyendo un rato.- le dijo ella tranquilizándole.

-de acuerdo, pues dormiré un rato, y si ocurre algo, cualquier cosa me avisas- le dijo acostándose al lado de su tranquila mujer, rodeandole con los brazos y aspirando su dulce aroma, pues se había acostumbrado a la compañía de su castaña por las noches.

-que descanses hijo- le dijo dándole un beso como cuando era un niño para después salir de la habitación y bajar a la biblioteca, pero no exactamente para leer.

Cuando llegó comprobó el hechizo localizador que había realizado el día anterior. Y como había supuesto, le encontró, por eso no pensó mas en dar un toque con su varita para cambiarse y desaparecerse al lugar que marcaba el punto rojo de la proyección que indicaba donde estaba Lucius Malfoy, dispuesta a hablar con ese hombre...


Enamorado de una MuggleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora