Enamorado de una Muggle

Capítulo 32

Al día siguiente un chico rubio platinado con ojos grises esperaba ansioso la noche, se encontraba en su cama (en la que había vuelto a acostarse después de haber estado días durmiendo en el sillón de la sala) y miraba el hueco vacío que se encontraba a su lado, esa parte de la cama aún olía a ella. Le extrañaba demasiado. Pero sin pensar eso más se levantó de la cama, se fue a duchar y se vistió para bajar al salón, sabía que le esperaba un largo día hasta la noche. Cuando bajó vio a su madre y su padre en el salón y hablaban los dos seriamente.

Estaban hablando de la poción que haría que Draco recuperase los poderes, aunque el no oía de lo que hablaban exactamente.

-Buenos días- saludó con algo de seriedad sentándose en el sillón de una sola pieza, mirándolos a ambos.

-Buenos días hijo ¿como te encuentras?- preguntó su madre mirándole y dándole una sonrisa reconfortante.

-Nervioso y ansioso por esta noche mamá- dijo el agachando un poco la mirada, no mucho pues sabía que eso a su padre no le gustaba. Siempre decía que un Malfoy no podía nunca bajar la cabeza.

-Todo saldrá bien Draco, ya lo verás.- dijo su padre.

-Si, eso tenlo por seguro, en el libro donde encontramos la poción decía que no había ningún tipo de riesgo.- dijo su madre mientras se levantaba y al pasar por su lado le acarició el pelo.

-Eso espero.- dijo el algo suplicante.

-Ahora desayuna, necesitas fuerzas para hoy- dijo su madre saliendo del salón. Lucius sin embargo no salió del salón junto a su esposa. Se quedó allí mirando preocupado a su hijo que se notaba ausente y pensativo.

-Deja ya de pensar en eso Draco, si piensas en ello será peor.- dijo el cuando se animó a hablar.

-Es que no puedo evitarlo.- dijo mirándolo directamente a los ojos.

-Lo se, lo entiendo. Pero tu solo inténtalo y no te preocupes mas por ello. veras que recuperarás tus poderes, a tus hijos y a tu esposa. - le dio esperanzas Lucius, a esas alturas se encontraba de pie a su lado con una de sus manos situada en el hombro de su hijo. -Y haz lo que te dijo tu madre, iré a ver si necesita ayuda en algo.- dijo finalmente para después salir por donde había salido su mujer momentos antes.

Draco se levantó del sillón en el que estaba sentado y salió, realmente no tenía ganas de desayunar, pero lo haría. Aunque aún no. Subió las escaleras y se dirigió a la habitación de sus hermosos bebés. estaba igual que cuando se fueron, no se había atrevido a cambiar nada de su lugar, el sólo se sentaba en la mecedora y miraba la habitación, haciendo lo que siempre hacía desde que ellos se fueron, recordar.

Después de darle un vistazo a la habitación decidió bajar al salón y decirle a algún elfo que le preparase el desayuno. Se sentó en la mesa a la espera del desayuno, como no sabía que hacer hasta que el desayuno estuviese listo, le pidió a un elfo que allí se encontraba que le diera El Profeta de ese día. El elfo se puso algo nervioso cuando su amo se lo pidió pero tuvo que obedecer a la orden, ya había visto ese día el periódico y sabía lo que se aproximaba.

Cuando el blondo miró el periódico se sorprendió al ver que una foto de él estaba en la portada.

Algo le pasa a nuestra querida familia feliz.

Se especula de la posible ruptura del reciente matrimonio. Desde hace algunos días no se sabe nada de la familia, algunos reporteros que habían estado camuflados en las afueras de la gran mansión Malfoy relataron que un día vieron entrar a una extraña pero hermosa mujer a la mansión en la cual solo se encontraba el matrimonio, rato después se vio a esa mujer a la que se identificó como la recién cambiada Millicent Bullstrode salir de la casa. Apenas una hora mas tarde se vio salir a una castaña llorando con maletas y con sus hijos, que por cierto aún no ha regresado ¿Sería posible que Millicent Bullstrode fuera la causante de esa repentina ida? no tenemos la respuesta. Del recién casado Draco Malfoy no se sabe absolutamente nada, ¿Dónde se encuentra?, Después de llevar días después de la ida de su mujer desaparecido, su madre nos dijo que su hijo estaba perfectamente en su casa y que todo se trataba de un simple malentendido.