Capitulo 18

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Hola a todos!! 

Aqui os dejo un nuevo capitulo, no voy a decir cuantos quedan... pero siento deciros que estamos en la recta final!

Como siempre, muchas gracias por los comentarios, son muy apreciados!


Aquella mañana Alder se despertó con un peso sobre su pecho... Tally

Aparto un suave cabello pelirrojo de la cara de la joven y vio una expresión totalmente serena, apacible y tranquila al fin Sarah Alder pudo suspirar aliviada.

La solución de que tenían que dormir juntas para que Tally pudiera descansar no era la más adecuada, pero era una que por el momento podía servir.

Al mirar por la ventana se dio cuenta de que aún era temprano para levantarse. Cerro los ojos y se concentro en los sonidos de la base. Escucho la breve charla de los soldados que controlaban los perímetros y la seguridad de Fort Salem.

Cayó en la cuenta de que tenía que dar más reconocimiento a esos soldados que les protegían todas las noches.

También se concentro en los pequeños ronquidos de la mujer que la acompañaba.

Esa cadete que era leal pero que se atrevió a desafiarla, olvidar el respeto y lo que era apropiado por luchar por aquello que consideraba correcto.

Algún día sabía que sería una gran líder, justa y responsable de sus acciones.

Sarah volvió a mirar el rostro de la cadete, la cadete que, contra todo pronóstico había roto sus barreras y sus corazas ganándose así un hueco en el corazón de la general.

En ese momento la mujer se dio cuenta de que fue con Tally a su lado podía sentir cosas que durante 300 años había olvidado.

Felicidad, amor y... Paz.

Aún con la Camarilla y la Espiral, dos enemigos letales que atacaban por dos frentes, Alder se permitió sentir paz. Aunque no fuera duradera, aunque solo fuera una ilusión.

Estos momentos... No tenían precio para una general que solo había conocido guerra y muerte.

***

Tally despertó antes de que sonara la primera campanada, se despertó sola, y su ropa bien doblada encima de la silla.

El lado donde debería estar Sarah estaba frío, hundió la cara en la almohada de su compañera y aspiro.

El olor de Sarah, aquel que reconocería ya en cualquier sitio, lavanda, canela y ese algo que es de propio de cada persona.

Finalmente, al salir de la habitación se encontró con la general sentado frente a su escritorio y las Biddies haciendo tareas simples cómo tejer, leer o jugar al ajedrez.

Sentía gran admiración por ellas, a pesar de que su vida sería más corta de la que cualquier persona normal eran tremendamente felices.

- Buenos días- saludo a las Biddies

- Buenos días- contestaron todos a la vez

Alder sonrío, las Biddies pocas veces eran reconocidas, pero Tally era especial, la cadete sabía que no era un complemento de Sarah, si no que eran personas que habían sacrificado su vida por el bien del Ejército. Muchos oficiales deberían aprender de la joven cadete en la cual se acercó y le dio un apasionado beso a una general sorprendida.

- Buenos días a ti también ¿No hubo pesadillas esta noche?

- No, general. Ni una.

- Me siento aliviada, cadete.

Una historia diferente Talder AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora