Capitulo 25 FINAL

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Bueno, aquí estamos, en el ultimo capitulo de la historia.

Espero que os haya gustado, disfruté mucho escribiendola.

No es un final para mí, ya que volveré con nuevas historias Talder y puede que para otros Ships, de momento el siguiente que estoy escribiendo y aún no tiene final es un Talder Au.

Sin más...

Llegaron a Fort Salem y Sarah Alder fue recibida como el verdadero líder y héroe de guerra que era. Todas las cadetes y soldados hicieron sonar sus botas contra el suelo.

—¡Aquí está Nicte Batán! Fundadora de la Espiral, que pagará por sus crímenes —las botas volvieron a sonar, acompañadas de algunos vítores—. También me complace informar de que la cadete Tally Craven está sana y salva junto a nosotras.

Ahora sí, botas y gritos de júbilo resonaron en los oídos de Sarah. Ella se dirigió hacia Tally con cara de pocos amigos.

—Ve a la enfermería. Espero que ahora sí cumplas mi orden. - dijo mientras se alejaba.

—¡Sarah! ¿Vendrás después?

—Sí, me pasaré... Y es general, soldado Craven.

Tally se quedó en shock, nunca había sido la receptora de ese tono tan frío de la general desde que decidieron estar juntas.

Raelle y Abigail acompañaron a Tally a la enfermería, vieron que físicamente estaba bien pero mentalmente estaba tocada, Nicte se había dedicado a romperla, aunque no quisiese aceptarlo lo había conseguido. Ahora, la situación con Sarah no ayudaba.

—Sarah está enfadada conmigo.

—¿Por qué? —preguntó la rubia.

—Desobedecí una orden directa y la convencí de no matar a Nicte.

—Bueno, nada que unos besos no solucionen.

—No... esta vez sí está enfadada —dijo, preocupada.

—Vale, pero recuerda que tenéis un vínculo que no es nada fácil de romper.

***

Al otro lado de la base tenía lugar una conversación muy distinta. Anacostia le gritaba a su madre, no podía entenderla.

—¡No lo comprendo!

—Anacostia, es necesario.

—¡No! ¡No lo es! ¿Tienes la oportunidad de ser feliz y vas a romper? Nicte se encargó de mataros mentalmente a las dos y ahora te vas a encargar de rematarla —no era una pregunta.

—No la voy a rematar, la voy a proteger. ¡Le pasó lo que le pasó por ser mía!

—Tally sabía en lo que se metía. Ahora no solo tu querrás protegerla, todo el ejército lo hará. Lo harán encantadas, sin necesidad de ordenarlo.

—¡Anacostia, basta! La relación que había entre Tally y yo se terminó, el vínculo está roto. Hablaré con ella más tarde.

—No lo hagas.

—¿Por qué te importa tanto?

—¡Porque te hace feliz!

—Hace mucho, comprendí que jamás podría ser feliz. Es la condición que tengo que cumplir por toda esta vida, y el general solo puede vivir para el ejército.

—Acabas de perder mi respeto, general.

Anacostia se marchó de allí sin mirar atrás. Esas palabras, viniendo de su hija, le hicieron daño. Le hacía mucho daño romper su relación con Tally, pero era lo necesario para protegerla.

Una historia diferente Talder AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora