XVII

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—Shin, esta noche deberíamos cenar esos ramen que compraste hace unos días, realmente no tengo ánimos de cocinar el día de hoy—Emma sonrió en disculpa y el pelinegro solo se rio mientras la abrazaba del hombro

—Emma no te preocupes, tú grandioso hermano mayor va a cocinar la cena el día de ho.. —Emma abrió los ojos un poco asustada mientras negaba con la cabeza con fervor

—¡No te atrevas! —Shinichiro miró a su hermana ofendido—Eres terrible cocinando y lo sabes

—Pero...

—Olvídalo, cenaremos los ramen

—No vamos a morir solo porque cocine algo— Shinichiro bromeo dándole un ligero codazo, pero se arrepintió en cuanto salieron esas palabras de su boca, hizo una mueca y miró a Emma quien agachó la cabeza ocultando su rostro—Emma, yo no quise...

—Lo sé, no es culpa de nadie y no tiene sentido estar pensando en el poco tiempo que nos queda—Emma jugo con la mitad de su cuarzo que colgaba de su cuello como collar. La sonrisa de la rubia fue decayendo mientras tocaba la parte partida de la roca

—Emma, no puedo dejar que nuestros hermanos hagan todo el trabajo al estar buscando al descendiente para liberarnos de esta maldición— Shinichiro detuvo sus movimientos y alzó la cabeza para mirar la luna, sonrió lo más que pudo sintiendo sus lágrimas arremolinarse en sus ojos—Todo esto es mi culpa, debí asumir mi papel como Daimyo en aquel tiempo, enamorarme fue un...

—¡Shinichiro! —Emma golpeo el hombro de su hermano con fuerza—¡No se te ocurra decir eso! ¡Enamorarte de Wakasa-san no fue un error! Ustedes se amaban tanto que no deberías decir esas palabras, no te arrepientas del tiempo que pasaste con él y no olvides la promesa que te hizo, él va a volver.

El pelinegro no había dejado su mirada del cielo aun con el golpe de su hermana. Aquellos ojos negros empezaron a derramar lágrimas y sus ojos brillaron

—Él te lo prometió así que no quiero ir esas feas palabras y si te arrepientes de verdad, entonces eres un idiota. Lo que paso fue culpa de todos nosotros, de Mikey, Izana, Tuya e incluso Mia. Somos familia y en ese tiempo cada uno tomó las decisiones que creyó correctas e incluso ahora seguimos igual o al menos los idiotas de Izana y Mikey siguen con esa idea. Pero Shin, han pasado más de 400 años, estoy cansada de todo esto y somos nosotros dos quienes somos los más maduros de la familia—Emma abrazó a su hermano con fuerzas siendo correspondida—Wakasa-san odiaría verte así, ten fe que el leopardo blanco.

—Tienes razón Emma, lo siento, el saber que nos queda un año es frustrante e irritante. Se que Mikey está esforzándose, pero su odio a los Junkei creció, al menos me gustaría que olvidara todo eso y pudiera hacer las paces— Shinichiro suspiró mientras le daba un pequeño beso en la cabeza de su hermana—Debemos hacer nuestra parte en secreto, me mandaron un mensaje los gemelos

Emma se separó de su hermano para verlo con sorpresa—¿Te contactaron? ¿Cómo, cuando, donde?

—Hey, hey calma—El pelinegro rio mientras ocultaba sus manos en sus bolsas—Hace unas semanas cuando fui a comer con Mikey vi el perfil de uno de los gemelos, fue esa noche que me llego un mensaje y pedía que nos viéramos, al parecer ahora están con los Junkei y especialmente de un clan poderoso

Emma entrecerró los ojos mientras lo miraba — ¿" La luz"?

Shinichiro asintió con una sonrisa y Emma jadeó asombrada

—No puedo creerlo, ese tipo nos odia y que haya aceptado una reunión entonces significa que los Junkei están en movimiento

—¿Draken no te lo dijo? —Emma negó con tristeza mientras se aferraba a su collar

Henko; MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora