Prefacio

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Hace millones de años, los 12 dioses del mundo antiguo coexistían con los seres humanos desde la creación de estos. Tan maravillados estuvieron con esas delicadas y hermosas criaturas que cada dios le compartió un poco de sus poderes a los mortales. Era un acto de amor hacia aquellos frágiles seres.

Estos mortales bendecidos por la gracia de los dioses se separaron de aquellos que no obtuvieron aquella dicha, formando en todo el mundo a los 12 grandes clanes. Que posteriormente se convertían en los poderosos hechiceros. Estos clanes estaban conformados por la bendición de los dioses que controlaban el: Agua, Tierra, Fuego, Aire, Trueno, Luz, Obscuridad, Madera, Hierro, Creación, Mutación y Tiempo.

En cada país se encontraban aquellos 12 clanes, todos con nombres diferentes, pero siempre representando al Dodecágono. En japón, aquellas personas bendecidas eran llamadas Jūnikakukei, o mejor conocidos como Junkei, humanos que se diferenciaban de los simples mortales. Los junkei a parte de poseer la magia correspondiente a su clan, también contaban con: la fuerza sobrehumana, belleza, inteligencia y astucia. Llamarlos mortales era un gran insulto hacia ellos, su vanidad de ser diferentes a los demás los cegaba, eran mil veces superiores a los mortales por el simple hecho de ser los elegidos de los dioses.

Pero a pesar de tener el poder en sus manos y de su extensa vanidad, decidieron ayudar a los mortales, predicando las enseñanzas de sus amados dioses. Los ayudaban en todo lo que podían, nunca los trataron diferentes y decidieron ocultarse para vivir en paz sin querer tener conflicto con los mortales. Sin embargo, los mortales no satisfechos con esto y cegados por la inmensa envidia, decidieron exterminarlos y así obtener sus poderes en aquella matanza.

Los Junkei fueron cazados por los humanos, reduciendo su basta población a pequeñas migajas, con el temor de exponer sus dones. Con el paso del tiempo aprendieron a ocultarse y a desconfiar de los mortales.

Se decía que las grandes organizaciones de Mafia eran Junkei tratando de apoderarse y vengarse de los mortales, para obtener lo que por derecho era suyo, todo lo que les habían quitado. Y por supuesto la vergüenza que tuvieron que soportar durante miles de años. Sus dioses se debilitaron ante la escasez de los dodecágonos y ante la nueva presencia de un falso dios

Los Junkei vivían en secreto y siempre cuidándose unos a los otros. En cuanto encontraban a uno de su especie, estos mismos, los mandaban a su clan correspondiente para aprender su historia, hechizos y estilo de vida.

Fue en una noche obscura y con una torrencial lluvia, en donde un niño de aproximadamente 10 años con múltiples heridas fue encontrado en un callejón sucio de las calles de Tokio. Un Junkei que pasaba lo recogió de ese nauseabundo lugar para llevarlo a un lugar seguro. Así fue como Hanagaki Takemichi termino siendo criado en un orfanato con otros Junkei de agua.

Takemichi no tenía recuerdos de su vida antes del orfanato, no recordaba a sus progenitores, ni su vida en general, lo único que sabia era su atributo: El Agua. Esto por su habilidad de ver los recuerdos de los últimos 5 minutos que la persona vivió antes de que Takemichi lo tocara.

Por años, en el orfanato intento hacer los hechizos más simples, pero nunca lo conseguía, a menudo se preguntaba si de verdad era un Junkei de agua.

Al cumplir los 18 se retiró del orfanato con lágrimas en los ojos al tener que irse, se despidió de las ancianas y los pequeños niños que esperaban a ser adoptado por personas de su mismo clan. A la desgracia de Takemichi, la adopción nunca se presentó ante él, siendo el único adolescente en no haber sido adoptado. 

Su vida cambió radicalmente, el pasar de una vida llena de hechicería a una vida sin ella fue relativamente simple, pudo adaptarse a los mortales de Tokio y aprender rápidamente sus costumbres.

En poco tiempo logro encontrar un trabajo en una pequeña florería en la cual había vivido en absoluta tranquilidad, sus únicas preocupaciones era pagar la renta de su alquiler y obtener comida. Hasta que a los 22 años tiene un inquietante encuentro con uno de los miembros de Boten, la mafia criminal más poderosa de Japón.

Takemichi se despediría con un suave soplo a su antigua vida llena de monotonía, inseguridades y temor, para entrar de lleno a una vida llena de caos, secretos y Amor.

Todo eso porque el rey de Boten, Sano Manjiro se había encaprichado con el pelinegro.

—Takemitchy, bienvenido a Boten. 

Holaaaa

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Holaaaa

Vengo con una nueva fic jajaja, ahh estoy muy emocionada con esta historia. Va tener de todo, desde drama hasta romance.

Aclaro que Henko esta en japones y significa: Cambio transformador del que no hay posibilidad de retornar al estado inicial. En ocasiones supone un avance muy grande en nuestro crecimiento personal y una prueba de que somos capaces de apostar por nosotros, siendo reflejo precisamente de ese acto de valentía.

Cuando leí el significado inmediatamente pensé en el Takemichi de mi historia. Pasarán bastantes cosas interesantes, espero que se queden hasta el final ♡

Sin más,

Se despide Shia♡

Henko; MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora