- Hola buenos días jovencita - Saludó amablemente una mujer mayor con uniforme de limpieza.
- Buenos días - Dijo Bora con una gran sonrisa.
- Aquí tienes, la doctora me pidió que lave ésto - Le entregó varias prendas de ropa limpia en sus respectivas perchas - Vendré todos los miércoles por tu ropa, empezando desde la próxima semana.
- Vale, muchísimas gracias - Se despidió la pelirroja con una pequeña reverencia.
Cerró la puerta del departamento detrás de si.
- Uhm... Le dije que yo lavaría esto - Murmuró la joven para si misma - Incluso mandó a lavar mi ropa... No tenía que hacerlo - Rodó los ojo pero a la vez sonrió como una tonta - Será mejor que guarde su ropa, supongo.
Tímidamente abrió la puerta de la habitación de la doctora e ingresó caminando de puntillas y sigilosa como si estuviese haciendo algo ilegal.
- Primera vez que entro aquí - Miró a su alrededor.
Era un lugar sobrio, una amplia cama, estanterías con libros de medicina, una que otra cosa fuera de lugar, pero en general era limpio y ordenado, más de lo que hubiese imaginado. Al lado derecho de la cama estaba lo que parecía el armario, lo abrió y colgó prenda por prenda, para luego cerrarlo.
- Su cama... - Acarició las sabanas - No duerme mucho en ella.
Suspiró sentándose en el borde del colchón antes de dejarse caer de lado sobre la almohada.
- Ya han pasado dos días y no vuelve... Debe estar muy ocupada.
¨Todavía se puede percibir el débil aroma de su perfume en la almohada¨
Girando su cuerpo, se acostó boca arriba con la mirada perdida en el techo.
¨Doctora...¨
Recuerdos de aquel besos que la cirujana le había robado empezaron a inundar su mente, mordía sus labios de sólo pensar en eso, su lengua ágil y experimentada que la invadió haciéndola delirar. Esas imagines tan eróticas mezcladas con el remanente de su esencia, embriagaban a Bora nublándole la mente.
Mhm.. - Respiró con pesadez pasando los dedos por sus labios y luego bajándolos por su pecho.
De un momento a otro su cuerpo empezó a arder, incluso la fina tela de su vestido de pijama de seda le molestaba. Su mente comenzó a fantasear como nunca antes, imaginaba esas manos acariciar su piel desnuda. Involuntariamente su propia mano descendió por su abdomen hasta toparse con el umbral de sus bragas y delicadamente se acarició por encima de las mismas.
¨Sua...¨
Evocó esa voz ronca en su mente junto con la sensual mirada de la doctora.
- Ah... - Dejó escapar un leve jadeo - ¡¿Hgk?!
Quitó su mano y se incorporó bruscamente .
- M-mierda... ¡¿En que demonios estoy pensando?!
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...