- Ya es casi media noche - Miro la doctora en su reloj - Mañana tengo que trabajar, será mejor que me vaya a la cama - Murmuró mientras terminaba de secar su cabello con la toalla - Oye Sua, ¿No has tomado tus pastillas verdad?, asegúrate de venir a tomarlas cuando salgas de la ducha, te las voy a preparar.
- Vaale - Respondió la pelirroja desde el baño.
La doctora rebuscó en el estuche donde la chica guardaba sus medicamento.
¨Wow, son demasiados...¨
Le asombró la gran cantidad de frascos en el interior del bolso. Procedió a seleccionar las necesarias para apartarla.
¨Sólo quedan dos pastillas de éste¨
- Sua ¿Por qué no me dijiste que te estabas quedando sin medicinas? - Cuestionó la cirujana - Es peligroso que te olvides de éstas cosas.
- Uhhh, si que puedes sonar severa cuando quieres - Bromeo la joven entrando a la sala - Iba a decírtelo... Pero me emocioné tanto con la salida que se me olvidó - Se acercó con el cabello aun mojado cayendo por sus hombros y una toalla sobre éste.
- ¿Qué tal si se te acaban y justo tienes un ataque? - Se cruzó de brazos - ¿Quieres volver al hospital?
- Lo sientoo - Hizo puchero y ojitos de cachorro.
- ¿Y por qué sigue chorreando tu cabello? - Tomó la toalla y frotó delicadamente la pelirroja cabellera eliminado el exceso de humedad - Sabes que tengo secadora, te puedes resfriar... El trabajo de un doctor nunca termina cuando se trata de ti.
Continuo secando el pelo de la chica y una que otra gota que había caído en sus hombros. Mientras la menor la observaba con fascinación.
- ¿Por qué sonríes? - Preguntó la pelinegra alzando la ceja y alejándose con el paño.
- Considerando lo fría que sueles comportarte conmigo... No pensé que terminaríamos teniendo un pequeño momento como este - Sonrió.
- No te pases de lista conmigo, mocosa - Le lanzó la toalla al rostro - Tu hermano me mataría si dejo que te pase algo, sólo estoy evitando que te metas en problemas.
- No te pongas a la defensiva doc - Rio coqueta - De hecho, si lo que quieres es trabajar a fondo... - Se acercó insinuante haciendo a la cirujana retroceder hasta chocar con la pared - Podrías simplemente hacerme un chequeo general - Ronroneo muy cerca de sus labios.
¨Mierda... No me digas que estoy siendo acorralada... Por éste pequeño corderito¨
Tomando por la cintura a la joven, la doctora le miró con esos intensos ojos marrones. La chica estaba levente sonrojada.
¨Siempre soy plenamente consciente de mis propios deseos, y se exactamente cuanto deseo el cuerpo de la persona que esta frente a mi... Ésto podría ser un juego para ella, una trampa para arruinar mi mente y poder ganas esta estúpida apuesta y yo nunca lo notaría¨
Acortó lentamente la distancia que las separaba hasta juntar sus frentes.
¨O es que ella... ¿Desea lo mismo de mi?¨
Una mano ascendió por la espalda de la pelirroja y la otra se posó en su muslo.
¨Estoy a punto de mandar al carajo todo este juego, pero... ¿Estás segura Siyeon?¨
Se mordió los labios inhalando la cálida respiración de Bora.
¨Perderás el control una vez que la bola comience a rodar... Tu estado sigue siendo muy muy frágil...¨
Besó su frente finalmente.- Ya es bastante tarde, deberíamos ir a dormir - La doctora revolvió el cabello de la menor - Buenas noches...
Siyeon se retiró a su habitación dejando a la pelirroja un tanto confundida. Ni bien cerró la puerta de su cuarto, la cardióloga respiró profundamente, agarró la almohada poniéndola en su cara para proceder a ahogar sus gritos de frustración.- ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Maldición!, ¡Estúpida Siyeon! ¡¿Cómo te haces esto a ti misma?! - Comenzó a zarandear la almohada gruñendo entre dientes - ¡¿Cómo se supone que duerma ahora?! - Azotó su acolchada víctima contra la pared y se dejó caer en la cama.
¨Maldita sea Sua... ¿Qué me hiciste?¨
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...