Pulse (Suayeon)

Capitulo 62

- Uugh...

- ¡Despertó! - Gritó San al escuchar el leve quejido de su hermana y ver que entreabría los ojos.

- ¡Oh, gracias al cielo! - Dijo entre lágrimas su tía.

- ¡Enfermera! ¡Mi hermana despertó! ¿Podría buscar al doctor? - Pidió agitado el castaño.

- Claro, en un momento - Dijo la chica.

- Tranquila, Sua, aquí estamos - Se puso el castaño a su lado y le tomó la mano - Todo está bien... Todo está bien ahora - Sollozó sin poderse contener.

Tres días posterior a la operación la pelirroja se encontraba bastante mejor. Taehyung pasó a hacer le unos exámenes y evaluación post quirúrgica de rutina.

- Tus resultados consiguientes a la cirugía son bastante satisfactorios - Asintió complacido - No ha habido ninguna complicación y tu cuerpo parece estar aceptando tu nuevo corazón, creo que es seguro decir que la operación fue todo un éxito - Sonrió - Si todo continua así, incluso podríamos darte de alta es unas dos semanas.

Los ojos de la chica y su hermano se iluminaron de emoción.

- No sabe lo agradecida que estoy con usted doctor - Dijo conmovida la pelirroja - Todo este tiempo ha cuidado de mí, me operó y ha estado al pendiente de mi progreso, de verdad no sé cómo agradecerle.

- No te preocupes, yo solo hago mi trabajo - Rio el castaño - Además yo sólo fui personal de apoyo durante tu operación.

- ¿Ah? - Ladeó la cabeza confundida y San se mostró igual.

- La persona a la que deberías agradecer, es a la Dra. Lee, Bora - Guiñó el ojo.

- ¿Q-qué? - Se tapó la boca con los ojos totalmente abiertos la chica.

- Fue decisión de ella tomar el mando de tu procedimiento.

¨S-siyeon... Tú... Incluso después de todo, mantuviste tu promesa...¨

Tragó fuerte y sintió como su nuevo corazón se removía y comenzaba a latir con fuerza.

- Bueno, eso es todo por hoy Bora - Carraspeó el castaño al notar que la chica no reaccionaba - Volveré a evaluarte la semana que viene ¿Está bien? - La joven asintió en silencio como respuesta.

Tan pronto como el doctor abandonó la habitación, Olivia lo abordó por el pasillo.

- Hooola Tae - Sonrió sospechosamente y demasiado la castaña.

- ¿Hola? - Levantó la ceja el cirujano.

- Cuéntame, ¿Le dijiste? - Lo miró expectante y éste rodó los ojos.

- Si, Olivia, le dije que la operación fue un éxito y que todo está bien.

- ¡Eso no, payaso! - Gruñó golpeando su brazo - ¿Que si le dijiste que Siyeon fue quien la operó?

- Compórtate Olivia, ya pareces la chismosa de Winter - Dijo burlón - Tengo trabajo que hacer, adiós.

- Vamos, Tae - Le hizo puchero.

-¡Si! Si le dije ¿Contenta? - Se cruzó de brazos el doctor.

- ¿Y qué dijo?

- ¡Olivia! - Resopló molesto.

- Vale, vale... - Levantó las manos en señal de rendición - Vaya, todavía no puedo creer que una de nuestras internas terminara siendo la donante de esa niña.

- Lo sé... Por lo menos la pérdida de su vida no fue en vano...

Un sobre sellado cayó sobre la mesa del jefe Min, el nuevo director en funciones del hospital Grand Royal tras la dimisión de Jiu.

- ¿Estás segura de esto, Lee? - Preguntó serio el moreno - Puedo darte un tiempo para que lo reconsideres... Has sido un miembro invaluable de nuestro personal hasta ahora.

- Lo sé, jefe - Respondió con seguridad - Ya he evaluado profundamente mis opciones, he pasado la mitad de mi vida estudiando y trabajando sin parar, creo que necesito tiempo para mí... Y si fuera posible me gustaría intentar trabajando en un lugar más pequeño.

- Bien, si esa es tu decisión no puedo hacer nada para detenerte - Revolvió su cabello resignado - Si necesitas alguna recomendación, documento, constancia o lo que sea, no dudes en pedírmelo - Se levantó extendiendo su mano hacia la pelinegra - Incluso si en algún momento quieres volver, eres bienvenida.

- Lo tendré en cuenta - Estrechó la mano de su superior - Gracias, señor.

Siyeon suspiró y salió de la oficina segura de su decisión

¨Ser capaz de ejercer como cirujana y poder operar, fue una vez la única cosa en la que me enfocaba... Llegué a pensar que era lo único que tenía en la vida, mi razón de ser... Como doctora, he presenciado incontables veces el milagro de la vida y he visto la muerte otras tantas. Pero ese día, en esa fracción de segundo cuando mi propia muerte me miró a los ojos, la primera y única cosa que pasó por mi mente fue ella... ¨

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- ¡CUIDADO! - Gritó la pelinegra al ver el enorme vehiculó evidentemente fuera de control que amenazaba con envestirla a ella y al pequeño niño.

Una descarga de adrenalina se disparó por todo su cuerpo, sus reflejos y nervios de acero entrenados a lo largo de los años como cirujana le permitieron reaccionar en tiempo récord, tomando al niño entre sus brazo y dando un salto fuera de la trayectoria del camión, logrando así salvar la vida de ambos.

Por desgracia, una transeúnte que se encontraba caminando con los audífonos a todo volumen, completamente ajena a su entorno perdida en su celular, no fue capaz de escuchar el escándalo y los gritos de advertencia de las personas que se apartaban para resguardarse, terminó siendo embestida por el vehículo, antes de que éste se estampara finalmente contra la pared de un edificio.

Horrorizados lo espectadores comenzaron a gritar ante la escena, la cirujana se volvió aturdida tratando de recomponerse del shock, al caer en el césped del parque había logrado salir completamente ilesa junto al pequeño, cuyos padres corrieron entre lágrimas para agarrarlo agradeciendo a su salvadora.

Al ver la situación, la doctora fue una de las primeras en llamar a la ambulancia y acercarse a intentar ayudar en lo que pudiera, pero con solo mirar a la víctima pronto se dio cuenta que poco podría hacer.

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¨Mi corazón me dice que eres la única para mí, y puede que de no ser por ti ya no estaría aquí... Así que no importa cuánto tiempo pase, te estaré esperando, Sua...¨