- ¿Qué haces aquí tan tarde San? - Preguntó la pelirroja sorprendida de verlo - El horario de visitas ya terminó.
- Se le permite a un familiar a pasar la noche - Respondió éste serio - Voy a quedarme para cuidarte... Espero que mi hermana no la haya estado molestando de nuevo - Dirigió su mirada a Siyeon.
- N-no, no... Para nada - Rio la cirujana nerviosa.
- ¿Qué clase de persona crees que soy? Idiota - Le sacó la lengua la joven a su hermano.
- Tengo que agradecerle desde lo más profundo de mi corazón por haber cuidado tan bien de Sua todo este tiempo, doctora - Bajó la cabeza el castaño en una reverencia.
- Ha sido un honor, San, no tienes que agradecerme.
- Pero, uhm... ¿Podríamos hablar afuera un momento? - Solicitó el chico a la galeno - Hay algo que he querido discutir con usted.
Bora arqueó la ceja confundida, pero no dijo nada.
- Uh... Claro - Asintió la cirujana siguiendo al chico.
Ambos salieron del cuarto caminando por el pasillo hasta llegar a una zona con un poco menos de gente transitando.
- Bueno, es sobre Sua... - Se detuvo el castaño de repente sin voltearse - Pero estoy seguro de que eso ya lo sabe ¿No?.
- Me lo imaginé...
- No se preocupe, no es lo que usted piensa - Se volvió el joven - No me molesta que esté saliendo con mi hermana o lo que sea que haya entre ustedes.
- ¿D-desde hace cuanto lo sabes? - Cuestionó la pelinegra tratando de sonar relajada.
- He tenido la sospecha desde hace tiempo... Ella no suele preocuparse ni interesarse tanto en alguien a menos que haya una razón especial, además he escuchado un par de cosas por allí... Simplemente até cabos - Explicó el chico - Tengo que admitir, que de alguna forma me preocupa que se vuelvan más cercanas - Confesó.
- Lo siento, San, no era mi intención mantenerlo en secreto - Aseguró la pelinegra - Simplemente no tuve la oportunidad de tocar el tema con tus tutores o contigo.
- Está bien doc, lo entiendo - Comentó en tono más relajado - Sua probablemente no esté lista para decírnoslo... Ella tiene su propia forma de hacer las cosas, todas sus acciones tienen una razón de ser y yo confío en su juicio. Sin importar las cosas que decida, yo respetaré su decisión... E independientemente de lo que suceda en el futuro, quisiera que usted haga lo mismo - Dijo mirando a la galeno a los ojos - Realmente escúchela, entienda sus razones y respete sus decisiones. Si la ama y ella la ama a usted, sabrá entender lo que hace y porque lo hace.
- Entiendo... - Suspiró la cirujana - Sua tiene voz propia, no intentaré influir en ella de ninguna forma.
- No sabe cuanto se lo agradezco, doc - Sonrió San de forma sincera.¨Hubo un tiempo donde pensé que conocía todos los entresijos del amor... Pero nunca pude estar más equivocada. No me di cuenta hasta que llegué a amarla y fui amada por ella...¨
Los días fueron pasando, mientras el estado de Bora era monitoreado, tenía sus altibajos pero afortunadamente se encontraba lo suficientemente estable. Siyeon pasaba cada instante que tenía libre con ella, prácticamente había hecho del hospital su casa, yendo a su departamento en rápidas y contadas ocasiones sólo para buscar ropa limpia y una que otra cosa que necesitara.
¨Hasta el día de hoy se ha convertido en mi consuelo y la alegría de mi vida... Es por eso que quiero llenar sus días con la misma felicidad que ella me da.¨
Jugaban cosas para pasar el tiempo, escuchaban música, hablaban por horas sobre los casos de la doctora o las cosas divertidas que ocasionalmente le pasaban a Bora con el personal que la atendía. De vez en cuando la cirujana le pasaba algún bocadillo de contrabando a la joven, cuando eso sucedía Bora casi lloraba de alegría pues estaba cansada de la insípida comida del hospital. Incluso Siyeon se colaba en la habitación de la pelirroja los días que San no se quedaba, para dormir a su lado en la camilla. Hasta que por fin un día el Dr. Taehyung autorizó a la chica a dar un pequeño paseo para que ejercitara sus músculos.- Calma, no te apresures tanto - La frenó la doctora tomando su mano.
- Oh vamos, ¿Cuándo fue la última vez que me dejaron tomar aire fresco? - Sonrió mirando al cielo la chica - Sólo quiero aprovechar al máximo este momento.
Caminaron por un pequeño jardín que tenía el hospital a sus afueras.
- El día esta muy bonito - Respiró profundamente la pelirroja disfrutando de la brisa y los rayos de sol que acariciaban su cara - Que agradable el clima, cálido pero fresco...
Siyeon la miraba embobada cuidando sus pasos.
¨Puedo, y con mucho gusto haré cualquier cosa sólo para ver su sonrisa nuevamente...¨
Repentinamente la respiración de Bora se empezó a entrecortar y sus piernas le flaquearon por un instante. Inmediatamente la pelinegra corrió a sostenerla.
- ¡Sua! ¿Estás bien? - La miró preocupada.
- S-si jaja, estoy bien, s-sólo me tropecé, es todo...
¨Me pregunto si siquiera eres consciente... De que tu corazón continúa fallándote a diario.¨
No muy convencida, la doctora decidió dar por terminado el paseo y volver.
- Creo que ya es suficiente por hoy - Tiró de la mano de la chica - Regresemos.
- Pero... - Intentó protestar la joven.
- Sua - Acarició su mejilla - Podremos pasear más otro día ¿Si?
Ante aquella mirada de la doctora, la pelirroja no tuvo más remedio que obedecer.
¨Si existe un Dios, todos los días le rezo para que ocurra un milagro... Y es mejor que suceda pronto.¨
Ya devuelta en su cuarto, Bora se recostó en la camilla. Hizo una mueca de desagrado cuando la galeno intentó colocarle el tubo de oxigeno.
- No me pongas esa cosa, por favor - Suplicó haciéndole ojitos - Es muy molesta.
- Vamos, no seas terca, se que es incomodo pero te va a ayudar - Dijo apretando la cachetes de la chica y terminando de colocar el aditamento - Te prometo llevarte a donde quieras cuando mejores.
- Como usted diga alteza - Rodó los ojos la menor.
- ¡Bora! ¡Doctora! - Entró el Dr. Taehyung corriendo a la habitación - ¡Tengo una gran noticia!
- ¿Qué pasa? - Preguntó la joven descolocada.
- ¡Bora te han puesto en la parte superior de la lista de espera! ¡Ahora eres la primera candidata a trasplante! - Comentó emocionado el castaño - ¡Era lo que necesitábamos! ¿No es genial?
- ¡¿En serio?! - Exclamo Siyeon igualmente emocionada - E-eso significa que las probabilidades de una operación están a nuestro favor.
- ¡Si! Me acaban de dar la noticia y vine tan pronto como pude - Aseguró el colega.
- Quiere decir, que lo único que falta es la prueba de compatibilidad con el posible donante - Los ojos de la cirujana brillaron de felicidad - ¿No te alegra Sua? - Se volvió a ver a la pelirroja con una sonrisa - Estamos a punto de conseguirte un trasplante - Tomó sus manos.
- Mhm... S-si...
El emotivo momento fue interrumpido por el intercomunicador de la cirujana que comenzó a sonar insistentemente.
- Parece que tengo que operar a un paciente - Informó la pelinegra tras leer el mensaje.
- Anda, cumple con tu deber - Sonrió la joven - No te preocupes por mi, Han está aquí conmigo ¿Recuerdas? - Abrazó el peluche - El me cuidará mientras tanto.
- Se buena y no le des problemas las enfermeras ¿Vale? - Revolvió el cabello de la menor - Volveré enseguida que termine - Besó su mejilla.
- Vale... Que todo salga bien - Se despido Bora.
Concentrada en sus mensajes, la cirujana abandonó el recinto. Casualmente, no muy lejos de allí, se encontraba la directora discutiendo algo con uno de sus subordinado y vio de reojo a Siyeon salir de la habitación de un paciente que no le correspondía supervisar.
¨Hm... ¿Pero qué tenemos aquí?...¨
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...