Capitulo 64

75 14 0
                                    

Todo se encontraba ya en cajas apiladas en la sala, sólo algunas cosas de uso personal todavía permanecían en su lugar. Siyeon terminó de arreglarse frente al espejo, una vez lista volvió a checar que todo estuviese en orden y como debería, tomó su chaqueta junto a su pasaporte y su boleto de avión.    
                   
- Bueno, aquí vamos - Murmuró para sí misma cerrando con llave su departamento.   

Un portazo se escuchó proveniente de la segunda planta seguido de pasos apurados por las escaleras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un portazo se escuchó proveniente de la segunda planta seguido de pasos apurados por las escaleras.   
                   
- Creo que tu hermana está de mejor humor - Comentó la señora mayor a su sobrino que la acompañaba en la cocina.   
                   
- Así parece - Coincidió el castaño al notar el pequeño escándalo cada vez más cercano que provocaba la joven a su paso.   
                   
- ¡San! - Irrumpió la susodicha agitada - Necesito que me lleves a un lugar ¡AHORA!   
                   
- Wow, wow, alto ahí - Se levantó el chico de la mesa - ¿Cuál es la emergencia? No deberías estar corriendo por la casa, ¡Te acaban de dar de alta!   
                   
- ¡Cállate y muévete! - Gruñó tomando al chico de la oreja arrastrándolo con ella - ¡Yo estoy bien, sube al auto en este instante!   
                   
- ¡Auch Sua! ¡Eso duele!   
                   
Era imposible para San discutir con su hermana, siempre terminaba cediendo a sus caprichos, y aunque usualmente solía pedir explicaciones antes de convertirse en cómplice de sus locuras, en esta ocasión era evidente que no había tiempo para eso. Cuando abordaron el vehículo y la pelirroja le indicó el destino, no necesito nada más para entender y ponerse en marcha de inmediato.    
                   
Llegaron en tiempo récord gracias a que el castaño ya conocía bien la dirección. Aparcaron fuera del edificio y Bora salió disparada casi sin esperar que el auto se detuviera por completo. Atravesó la puerta tan concentrada en sus pensamientos que embistió con el hombro a alguien que venía de salida.   
                   
- ¡Oh, lo siento! - Se volvió la joven apenada si detenerse.   
                   
- ¿Sua? - La chica se detuvo en seco al escuchar su nombre.   
                   
- ¿Señorita Yoohyeon? - Saludó sorprendida, sabía que ella no vivía allí así que sólo había una explicación para su presencia en ese lugar, venía del departamento de Siyeon - Hola, eh, Si... - Carraspeó - ¿La Dra. Lee está arriba? Necesito hablar urgentemente con ella.      
                   
- Oh, ¿No te dijo? - Preguntó y la menor se mostró confundida - No está, hace rato se fue al aeropuerto, su vuelo sale al medio día - Comentó mirando su reloj la rubia - Yo vine porque me pidió que revisara que todo estuviese en orden para la mudanza.   
                   
- ¿Q-qué? - Bora se quedó pasmada.   
                   
¨¿Se muda?¨    
                   
- G-gracias - Susurró la chica antes de darse media vuelta y correr en devuelta al auto de su hermano.   
                   
- ¡Sua espera! - Gritó Yo tratando de alcanzarla, pero ya se había subido al vehículo.   
                   
- ¡San al aeropuerto! - Exclamó la joven tan pronto como cerro la puesta.   
                   
- ¡¿Qué?! - Respondió el castaño desconcertado.   
                   
- ¡AEROPUERTO YA! - Ordenó la pelirroja.    
                   
Asustado por la mirada asesina de su hermana el chico simplemente obedeció sin rechistar presionando el acelerador.   
                   
¨No... No puedes simplemente irte así... No lo permitir騠  
                   
El tráfico no estaba precisamente jugando a su favor en ese momento, era hora punta y por cada tramo que lograban avanzar pasaban un par de minutos inmóviles. Era completamente desesperante para la menor que rebotaba su pie contra el piso ansiosa.   
                   
- ¡Apresúrate San! - Gruñó impaciente - ¿Qué pasa con esta velocidad? ¡Apenas nos movemos!    
                   
- ¿Quieres calmarte? ¡Voy tan rápido como puedo! - Replicó el castaño - ¿Qué quieres que haga? No le puedo pasar por encima a los demás coches. 
                   
- ¡Cállate y conduce más rápido maldición! - Chilló - ¡A este paso no llegaré a tiempo!   
                   
- ¡¿Al menos tienes idea de cuál es su vuelo o a dónde va?! - Bramó alzando también la voz.   
                   
- P-pues no...    
                   
- ¡¿Entonces como demonios piensas encontrarla?!   
                   
No tenía respuesta a esa pregunta, de hecho, San había dado con un punto vital que no había considerado en medio de su impulsivo arranque. ¿Cómo iba a lograr dar con ella en medio de esa enorme terminal? Inmediatamente la respuesta obvia saltó a su mente, sacó su teléfono y marcó el número de la pelinegra. Su mandíbula se tensó cuando la llamada se desvió directo al buzón de mensajes, lo volvió a intentar tres veces más y el resultado fue el mismo cada vez.   
                   
¨Me tienes que estar jodiendo.¨   
                   
Pensó frustrada con ganas de estampar el celular contra el piso. Se le agotaba el tiempo y las opciones.   
                   
¨Pero... ¿Por qué?¨   
                   
Mordió sus uñas intentando calmar su ansiedad, formulando algún plan y más importante aún, tratando de encontrar respuestas en su mente.   
                   
¨Siyeon... ¿Simplemente te irás así...? ¿Sin siquiera despedirte?¨   

Atención a los pasajeros del vuelo A327 con destino a Busan por favor acercarse a la puerta de embarque

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Atención a los pasajeros del vuelo A327 con destino a Busan por favor acercarse a la puerta de embarque.   
                   
El llamado por altavoces alertó a la pelinegra que bajó su libro para mirar el número de su boleto, ese era su vuelo. Guardó sus cosas, sacó su pasaporte para tenerlo a disposición y se puso de pie para dirigirse a su puerta.   
                   
- Hora de irse - Confirmó mirando su reloj.   

- ¡Te vas a tropezar si sigues corriendo así! - Advirtió San desde la ventana cuando Bora bajo a toda velocidad de vehículo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¡Te vas a tropezar si sigues corriendo así! - Advirtió San desde la ventana cuando Bora bajo a toda velocidad de vehículo.   
                   
Ignorando a su hermano, la pelirroja ingresó a las instalaciones, viéndose inmediatamente abrumada por la cantidad de personas que había allí. Miró a todos lados tratando de decidir por dónde empezar. Logró divisar una de esas pantallas donde se muestran los horarios de los vuelos y se acercó a ésta.   
                   
- Dios, son demasiados - Leyó rápidamente uno tras otro, hora de salida, destino, puerta de embarque - Imposible... Jamás adivinaré cual es el suyo - Volvió a sacar su teléfono e intentó llamar una vez más. Nada - Demonios... - Resopló cada vez más angustiada.   
                   
Miró la hora, casi medio día.    
                   
- Por favor, Siyeon, espérame - Murmuró entre dientes.   
                   
Corrió nuevamente, esta vez en dirección a la entrada que daba acceso a todas las puertas de embarque, pero necesitaba tener un boleto para poder ingresar, por lo que no le permitieron avanzar más. Intentó mirar en el interior, tampoco fue posible. Se estaba quedando sin tiempo y sin ideas.   
                   
- No puede terminar así - Se llevó las manos a la cabeza.   
                   
De pronto la iluminación llegó a su mente, rápidamente rebuscó por todo su bolso hasta lograr encontrar aquello que era su única oportunidad.   
                   
- Por favor, por favor, dime que la tienes contigo - Rogó en voz baja.   
                   
Sujetó su último atisbo de esperanza y presionó el botón.   
                   
- Por favor...   

                   
                           

Pulse (Suayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora