Siyeon entró en el departamento con la cabeza baja, sus pensamiento la atormentaron toda la tarde y había llegado a un punto de quiebre. Levantó la mirada oscurecida, necesitaba con urgencia drenar todo lo que la invadía.
- Bienvenida... - Fue lo único que logró escuchar antes de abalanzarse sobre su contraria.
Ahogó las palabras de ésta con sus labios, besando frenéticamente esa boca hasta que lo sólo podía percibir jadeos y gemidos provenientes de su interior. La víctima de su arrebato intentaba articular algo pero la lengua de la pelinegra no se lo permitía, simplemente no le daba tregua a esa húmeda batalla de labios ni siquiera para respirar. Levantó a su compañera en brazos obligándola a enganchar las piernas a sus cadera, avanzó llevándola a cuestas hasta el comedor donde tiro todo al piso y la dejó caer suavemente de espaldas.
De un movimiento la cirujana apartó la vestimenta de ésta dejando al descubierto su torso desnudo. Con una mano la doctora apretó los senos de su contraria y con la otra bajó directo a la entrepierna invadiendo su intimidad, mientras seguía volcando todas su frustraciones en esos besos desesperados. Finalmente rompió el beso sólo para enfocarse en devorar el otro pecho que su mano había dejado libre.
- M-mh... ¡A-ahh!... E-esp... - Jadeó con dificultad la receptora del ataque - Ahh S-Siyeon... D-dentente... ¡Mhn!.. ¡P-por favor!
En ese momento la galeno entró en razón y se apartó. Quedó paralizada al darse cuenta de lo que estaba haciendo, al notar la respiración entrecortada del cuerpo bajo ella que mantenía inmovilizado.
- Mierda... - Liberó el agarre - Y-yo... L-lo siento - Se llevó las manos a la cabeza - Sua lo siento.
- ¿Qué sucede? - Se incorporó la pelirroja acomodando su ropa - ¿Qué es lo que te molesta? - Tomo entre sus manos la cara de Siyeon - La última vez que te comportaste tan raro terminaste en prisión... Por favor, confía en mi...
- S-Sua - La abrazó con fuerza entre sollozos - Lo siento...- Que agradable sorpresa, Dra. Son - Sonrió Jiu con malicia - Debo asumir que no vino sólo a saludar... ¿O si?
Olivia trago fuerte y desvió la mirada. No tenía idea de que estaba haciendo allí parada en primer lugar. Se sentía como una presa indefensa pero hacía todo lo posible por no demostrarlo, aunque estaba más que segura que la directora podía percibirlo fácilmente.
- Bien, no nos haré perder el tiempo - Dijo la anfitriona encaminándose a su habitación - Ven... o puedes retirarte de una vez.
A regañadientes la castaña siguió a su jefa hasta la recamara principal, camino que ya conocía. Jiu rebuscó en uno de los múltiples armarios, escogió un par de cosas y la dejo en la cama frente a la doctora.
- Esto es para ti - Sonrió de lado - No tienes nada que temer, prometo que no tendrás nada más que diversión... Me aseguraré de que no sea más de lo que puedas soportar.
Apretando la mandíbula la internista examinó en silencio las prendas sobre el colchón aun sin creerse lo que estaba a punto de hacer.
- ¿Quieres que te ayude a ponértelo? - Bufó divertida la jefa - O puedo dejarte a solas un momento si te sientes algo... Tímida.
- Ja... No, está bien - Afirmó la chica tratando de no dejarse intimidar - No es como si no me hubieses visto desnuda ya - Comenzó a desvestirse.
De a poco y bajo la intensa mirada de su superior, la castaña fue remplazando su vestimenta por toda la indumentaria de cuero negro adornado con detalles metálicos en lugares estratégicos. Ajustadas correas cruzaban varias partes de su cuerpo antes de unirse a una diminuta tanga y al sujetador que dejaba parcialmente los pechos al descubierto. Por último se colocó el collar y un par de muñequeras rígidas pero afelpadas por dentro.
- Mmm Olivia... - Se mordió los labios la directora - Todo ese metal tintineando por tu cuerpo... Me encanta - Sonrió perversa acercándose - Sólo mírate - Acarició el muslo de la castaña - Simplemente magnifico.
Jiu alzó una venda y la colocó sobre lo ojos de su subordinada.
- Excitante ¿Verdad? - Susurró al oído de la internista - No podrás saber lo que te haré... O donde lo haré... - Lamió su oreja - Ahora, entretenme... - La rodeó con los brazos desde atrás pellizcando sus pezones - Satisfáceme con ese lindo cuerpo que tienes... - Mordió la base de su cuello.
- A-ahh - Soltó un gemido ésta en respuesta.
- Prometo corresponder con placer toda la diversión que me des... Mi pequeña mascota...- Es el error más grande que he cometido en la vida - Confesó Siyeon cabizbaja sentada en el sofá junto a Bora - Para los cirujanos como nosotras... Toda la formación, los estudios, lo hacemos para convertirnos en especialistas en el quirófano, es lo que más ansiamos en la vida - Se miró las manos - Estos son los instrumentos más sagrados de nuestro cuerpo - Apretó lo dientes - Lo que hice... No sólo la herí, yo fui la que extinguió permanentemente la llama que era su sueño, le arrebaté las habilidades que necesitaba para su futura carrera...
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- ¡Por un carajo, Jiu! - Gruñó la pelinegra perdiendo la paciencia - Ya estoy empezando a cansarme de esto... ¡¿De donde se te ocurrió esa locura?!
- ¡Sólo escúchame!
- ¡No! - Exclamó furiosa - Esta mierda del matrimonio falso... ¡No lo voy a aceptar! ¡¿Me oíste?!
- Podemos seguir estando juntas, Siyeon, no tenemos que terminar - Insistió la joven - ¡Ese tipo es heredero de un importante hospital!, ésta podría ser nuestra gran oportunidad en el campo de la medicina... - Trató de explicar - Sólo estaré casada en papel... No se volverá algo serio.
- ¡Eso no puedes saberlo! - Respondió cada vez más exaltada - ¡Es una persona que recién conoces! ¿Qué te hace estar tan segura que... - Hizo una pausa - No me digas que lo has estado viendo a mis espaldas - Agarró con fuerza las manos de la castaña - Tu... ¿No has hecho nada con él, verdad?
- S-Siyeon me estás lastimando... - Jiu apartó la mirada.
- Dime que estás bromeando - La pelinegra buscó hacer contacto visual - Dime que no es lo que pienso... Por favor, Jiu... Mírame a los ojos y dímelo... - Sólo hubo silencio en respuesta - ¿Por qué? ¿Por qué, Jiu? - Preguntó entre lagrimas - ¿Cómo pudiste hacerme esto? Yo te amo...
- Siyeon por favor, trata de entender - Suplicó la castaña.
- No hay nada que entender... Me voy.
- Bebé, por favor... Sabes que yo te amo.
- ¡No me toques!
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- Incluso si fue un accidente, no puedo negar que yo soy la responsable - Apretó sus manos la doctora - Yo arruiné su futuro y la hice abandonar el trabajo de su vida.
- Siyeon... - Bora tomó su cara y la miró - Ya está hecho, fue un accidente y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo... Deja de culparte y deja de torturarte. Si ese es el pasado que ha estado persiguiéndote quiero que lo dejes ir, ya no estas sola... Permíteme despertarte de esa pesadilla - Musitó besando sus labios.
El suave tacto de esa delicada boca sobre la suya, se llevó de un plumazo cualquier sentimiento negativo que quedara en la pelinegra. Lentamente el jugueteo de sus labios se fue intensificando con el pasar de los segundos hasta que sus respiraciones se volvieron pesadas y la menor comenzó a jadear.
- ¿Estás segura de esto? - Preguntó Siyeon agitada - No podré detenerme si continuamos.
- No pretendía que nos detuviéramos - Sonrió la pelirroja y la mayor mordió sus labios
- Mi amor... - Besó el cuello de la chica la cirujana - Esto no le hace ningún bien a tu corazón ¿Sabes?
- Mhm - Suspiró Bora - Entonces haz algo para controlarlo... Por algo es tuyo...
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...