Capitulo 57

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- Pasa, toma asiento - Jiu se apartó dejando la vía libre - Siéntete como en tu casa - Siyeon se limitó a seguirla al interior, deteniéndose en la sala - ¿Estás de humor para un trago? - Preguntó alzando su copa.   
                   
- No.    
                   
- Lástima - Se encogió de hombros terminando su bebida de un solo trago - Debo admitir que estoy sorprendida, desafiando a la lluvia en medio de la noche sólo para venir aquí... Ni siquiera yo me esperaba este giro en los acontecimientos.   
                   
- Ahórrate esa mierda, Jiu - Resopló la pelinegra - Sabías que iba a venir... ¿Por qué no simplemente terminamos con esto de una vez?   
                   
Observando la seriedad de su contraria, la directora rio para sus adentros. Dejó la copa vacía sobre la mesa y se volvió nuevamente hacia la cirujana.   
                   
- Bueno, muy bien entonces - Se acercó la superior con su usual aura intimidante - La prestigiosa señorita Lee, la que ni siquiera es capaz de dirigirme la mirada, ha venido arrastrándose hasta aquí por mi... Creo saber cual es tu objetivo - Sonrió llena de malicia - Aquel que fue capaz de convencerte de tragarte tu orgullo. 
                   
- Sólo vine a hablar de Bora...   
                   
Mientras el intercambio entre ambas ex amantes tomaba lugar en la sala. Una impaciente Olivia esperaba en la habitación. La curiosidad le ganó a la internista cuando escuchó hablar a la recién llegada.    
                   
¨Reconozco esa voz.¨   
                   
Con mucho cuidado entreabrió la puerta del cuarto para mirar hacia afuera. Confirmando sus sospechas.   
                   
¨Siyeon... Así que si era ella después de todo.¨   
                   
Tal y como le habían ordenando la castaña se limitó a observar la escena manteniéndose al margen.   
                   
- Jiu... Yo... Ella, necesita hacerse el trasplante tan pronto como sea posible - Empuño la manos bajando la mirada la cirujana.   
                   
- Hmph... - Bufó una sonrisa la superior -  Escúchaste, Siyeon... - Avanzó cruzándose de brazos, quedando muy cerca de la doctora - ¿No te suena un poco turbio lo que me estás insinuando? Sabes que va contra el protocolo torcer las reglas - Arqueó la ceja - Aunque, no digo que sea imposible para alguien como yo hacerlo.   
                   
Eso ya Siyeon lo sabía, y estaba preparada para hacer cualquier cosa por salvar la vida de Bora.   
                   
- Realmente debes amar mucho a esa niña si estas dispuesta venderte sin prensarlo dos veces - Se mofó la jefa - Eres patética, Lee... - Volvió a reír - ¿Estás segura de que sabes donde te estás metiendo? - Acarició el nacimiento de las clavículas de la galeno con su índice.   
                   
- Haré lo que quieras - Respondió tensando la mandíbula.    
                   
- Bien... - Sonrió victoriosa y altiva - ¿Qué te parece si ponemos a prueba tu determinación en este momento?   
                   
Dirigiéndose a una de la cómodas, la castaña rebuscó en el último cajón, unos de sus accesorios favoritos.   
                   
- Estoy segura de conoces lo suficiente sobre mi, y de como juego - Meneó las esposas para que la cardióloga entendiera - Quítate la chaqueta - Ordenó.   
                   
A regañadientes la subordinada obedeció, dejando caer la prenda en el piso.    
                   
- Una vez que estés bajo estas restricciones - Explicó Jiu llevando ambos brazos de la cirujana tras su espalda y colocando las esposas - Podré tomar todo de ti - Siyeon tragó fuerte - Y mi palabra es ley...   
                   
Dio un paso atras para admirar mejor a su presa ya esposada y completamente doblegada a su merced.   
                   
- Oh, Siyeon... Te quedan tan bien - Mordió sus labios - Besame - Susurró contra los labios de su contraria que aun se encontraba reacia a hacerlo - Eso fue una orden... - Con la lengua acarició el labio inferior de la pelinegra y luego forzó su entrada en el interior de la boca de ésta robandole un profundo beso - Eres mi esclava, y lo que yo diga lo harás ¿Entendiste? - Se despegó del beso cuando no recibió una respuesta inmediata - ¿Fui clara? - Dijo en tono amenazante.   
                   
- S-si.   
                   
- ¿Si, que?   
                   
- Si, ama...   
                   
- Buena chica - Sonrió complacida - Ah... Me estoy sintiendo nostalgica - La directora se tomó su tiempo acariciar el cuerpo de Siyeon tanto por encima como por debajo de su ropa, su cintura, subiendo por su abdomen y espalda, y todo el camino de vuelta a su pecho - ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te sentí así?   
                   
Jiu enganchó sus dedos en el cuello de la camisa de la cirujana y de un solo movimiento la rasgó en dos dejando al descubierto la torneada figura de su subordinada.   
                   
- Confía en mí, nos divertiremos como nunca - Barrió con su lengua desde la base del cuello hasta el mentón de la galeno - Olvidarás que alguna vez la conociste ni bien termine contigo - Aseguró tomando su cara y dandole una pentrante mirada.   
                   
Resignada la pelinegra se dejo hacer, se sentía asqueada consigo misma y sólo podía contar los segundo para que todo aquello terminara.   
                   
- Obedéceme y cumpliré todos tus deseos, Siyeon... Incluso aquellos que aun no sabes que tienes - Siseo en su oido para seguidamente empujarla al sofá - Finalmente eres mía... - Desabrocho el pantalón de la doctora y luego se subió a horcajadas sobre ella - ¿Sabes? Nada se habría arruinado si simplemente hubieses creido en mi en primer lugar - Besó su cuello - Estabamos hechas la una para la otra ¿Recuerdas?...  - Bajó con los labios hacia su pecho - Cuando solas tu y yo eramos capaces de poner celosos a todos.   
                   
Profunda incomodidad cada vez más dificil de soportar se apoderaba de la cardiologa, jamás se creyó capaz de caer de nuevo en la garras de esa mujer que tanto daño le hizo, y le seguía haciendo. Pero si esa era la única forma de aplacar su sed de venganza y que dejara en paz a Bora, estaba dispuesta a pasar por ese infierno.   
                   
De la nada Jiu, sacó otro de los accesorios que había buscado junto con las esposas.   
                   
- Aquí hay una cosita para subir la apuesta en nuestro pequeño juego - Mostró la mordaza y Siyeon abrió los ojos de par en par.   
                   
- O-oye espe... - Intentó remplicar pero se vió forzada a abrir la boca cuando la directora presionó la esfera contra sus labios.   
                   
- Shh, shh, tranquila - Terminó de encajar el objeto y lo amarró por detras de la cabeza de la pelinegra - Es sólo un juguete - Sonrió perversa - No te preocupes, no empezaré con cosas tan rudas, no por ahora... No hasta que tu misma me lo ruegues...   
                   
Deslizó ambos tiros del sujetador de la doctora por sus brazos, haciendo que la prenda descendiera lo suficiente como para dejar expuestos los pechos de ésta. Inmedatamente la superior atacó uno de ellos con la boca, dandole especial atención a ese rosado pezón, el cual mordió y chupo tanto como quiso. Siyeon tensó sus brazos en respuesta, las restricciones en sus muñecas no le permitían apartar a la castaña. Jiu bajó de encima de la subordinada para poder seguir bajando con su lengua por todo ese perfecto adomen hasta que se encontró con el límite marcado por su pantalón.   
                   
Fue entonces cuando la directora procedió a sacar del camino es prenda tambien, y de un limpió jalón ya la había hecho desaparecer.   
                   
- Ríndete, Siyeon... - Mordió su lobulo a la par que su mano se colaba debajo de la ropa interior de la cirujana - Resistirte sólo empeorará la cosas - Sonrió de lado y volvió a bajar a la entrepierna de la pelinegra - Vamos, dejalo salir... - Presionó su lengua contra el sexo de la doctora por encima de su ropa interior haciendo un movimiento ascendente.   
                   
- ¡Mhm! - Se retorció la galeno.   
                   
- Eso es...   

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