- Ven aquí... Siéntate - Siyeon tomó la mano de la pelirroja y se dio una palmadita en las piernas.
- ¿E-eh? - Respondió con nerviosismo Bora ante aquella inesperada petición.
- Tranquila sólo quiero verte bien - Dijo con voz suave la doctora - Siéntate en mi regazo.
Un poco dubitativa la joven obedeció, sentándose de forma que quedaron frente a frente y al mismo nivel.
- Tus labios están más rojos de lo normal... - Comentó la pelinegra usando su pulgar para recorrerlos con delicadeza.
- ¿Si? - Desvió la mirada la pelirroja - Quizás es por la copa de vino que tomamos con la cena.
- ¿P-puedo besarte?
Bora levantó la vista extrañada, Siyeon nunca pedía permiso para besarla. Al ver esos oscuros ojos brillando como nunca antes, sonrió.
- Claro... - Respondió acercándose.
La doctora acarició su mejilla para luego tirar lentamente de su cuello hasta unir sus bocas, mientras su otra mano se aferraba a la cintura de la menor. Fue un beso diferente a los demás, comenzó con timidez, como si quisiera disfrutar de cada pequeña sensación, cual cata de un exquisito y exótico manjar nunca antes degustado. Sin embargo, una vez sus lenguas se encontraron, la intensidad del mismo fue escalando progresivamente de manera extremadamente rápida por parte de ambas.
¨Más...¨
Se buscaban mutuamente con ansias en una danza de lenguas sin fin. Respiraciones entrecortadas y tenues jadeos se hicieron presente cuando la pelirroja finalmente enganchó sus brazos en el cuello de la cirujana. Ésta por su parte hizo lo propio abrazando a la menor como si no quisiera dejarla ir jamás, uniendo sus cuerpos con firmeza. Un frenesí de besos y caricias las envolvió, haciendo subir la temperatura de las dos. Un suave mordisco al labio inferior de la pelirroja provocó que ésta soltara un tenue gemido, cosa que encendió aun más a Siyeon. La mano de la cardióloga bajó para acariciar el muslo desnudo de su contraria, generando un escalofrío en Bora que subió por su espalda. Seguidamente dicha mano comenzó a explorar esa suave piel en dirección ascendente, algo que se le facilitó gracias al ligero vestido que portaba la joven. Era como tocar seda, un tacto increíblemente agradable, poco a poco esos dedos llegaron al límite marcado por la ropa interior, pero no se detuvieron allí.
- Mhm.. - Gimió la pelirroja al sentir unas uñas clavarse en su nalga por debajo de sus pantys - E-espera... - Se separó agitada - No puedo recuperar el aliento... ¿Qué pasa contigo hoy? Estás más agresiva - Preguntó entre jadeos.
- ¿Por qué, no te gusta? - Preguntó la doctora con voz ronca.
- N-no es eso, sólo... Ah.. - Se le fue la voz cuando la pelinegra mordió su cuello.
- Tus labios son lo más dulce que he probado - Ronroneo en el oído de la menor - Desearía no dejar de saborearlos nunca... - Mordió su lóbulo.
Siyeon usó su mano libre para deslizar ambos tiros del vestido de la pelirroja por sus hombros, dejando su cuello y parte del pecho al descubierto, completamente vulnerable a sus ataques. Recorrió todo el trayecto desde el cuello hasta el nacimiento de sus clavículas dejando un camino de besos y suaves mordidas. Abrumada por esas placenteras sensaciones, la pelirroja arqueó la cabeza hacia atrás dándole libre acceso a esa boca para hacer y deshacer a su antojo.
- Sua... ¿Por qué tienes que ser tan preciosa? - Susurró la cirujana contra contra el cuello de la joven - ¿Sabes cuanto he sufrido por ti? - Subió con su lengua hasta casi tocar su oreja.
Un fuerte suspiro escapó de los labios de la chica.
- Dios... Eres tan hermosa.. - Gruñó la galeno volviendo a devorar sus labios.
¨Ya no puedo contener estos sentimientos... La necesito, aquí y ahora.¨
- Sua... - Musitó sin separarse de su boca - Yo t...
Una estridente melodía sonó repentinamente sorprendiéndolas a ambas.
- ¿Es tu teléfono? - Preguntó la menor levantándose.
¨Mierda...¨
- Si, déjame callarlo - Se paró de mala gana la doctora - Demonios, es del hospital - Dijo al ver la pantalla - ¿Si? Habla Lee - Contestó.
- ¡Doctora! - Habló una voz angustiada al otro lado de la línea - ¡Es una emergencia, la enfermera Park tuvo un accidente y necesita ser operada cuanto antes!, los demás cirujanos están ocupados o no los hemos podido contactar, ¡La necesitamos aquí de inmediato!
¿Joy?
- E-entiendo, estaré allá enseguida - Colgó un poco en shock por la noticia.
- ¿Pasó algo? - Se acercó Bora al ver la expresión de la pelinegra.
- Es una emergencia, me necesitan para una intervención - Explicó resignada.
- Ve, no te preocupes por mi - Le sonrió tiernamente la joven - Puedo cuidarme sola por hoy, tus pacientes son la prioridad.
- Vale - Le devolvió la sonrisa.
Cambió su ropa tan rápido como pudo y en aproximadamente 5 minutos ya estaba lista para salir.
- Recuerda cerrar la puerta y todo lo demás - Le indicó a la pelirroja en el umbral de la puerta - Ah, y no olvides tus medicinas.
- Si señora - Asintió la menor adoptando pose militar mientras reía.
- Regresaré tan pronto termine la operación.
- Esta bien, estaré esperándote - Sonrió.
Inesperadamente Siyeon se acercó y besó su mejilla.
- Estoy contigo siempre - Dijo alzando el collar de alarma para luego irse.
Bora se quedó atónita ante esas palabras, sólo pudo sonreír al verla marcharse.
Tras un corto trayecto en moto que se hizo aun más corto por la velocidad, la cirujana llego al hospital, ingresando por la entrada de emergencias.
- ¡Ya llegué! - Anunció apurada - ¿Estado del paciente?, ¿Historia? - Pidió a las enfermeras.
- Sigue inconsciente doctora, las lesiones indican traumatismo craneoencefálico - Explicó la enfermera Ningning mostrándole la ficha - Sus signos vitales están estables pero hay signos de hemorragia interna.
- Ok, llévenla a la sala de operaciones y prepárenla para cirugía - Ordenó.
La cardióloga procedió entonces a ponerse el uniforme, recogió su cabello bien dentro del gorro quirúrgico, colocó sus gafas, se desinfectó por completo las manos e ingresó a quirófano. Lo que encontró allí no fue fácil de digerir, la pelinegra se encontraba intubada, con un vendaje en la cabeza que le cubría parte de la cara debido al traumatismo, múltiples magulladuras y laceraciones eran visibles por todo su cuerpo y aun había sangre en las heridas.
¨Mierda, Joy...¨
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...