Esas perversas manos exploraban cada ricón del cuerpo de la doctora, logrando estimularla incluso en contra de su voluntad. Cada lamida y mordisco estrategicamente proporcionado por la directora provocaba una reacción involuntaria en la pelinegra quien apretaba los ojos y se resistía con todas sus fuerzas. Era la sensación más horrible del mundo, le asqueba a más no poder estar siendo presa de Jiu y aun así no poder controlar la respuesta de su cuerpo.
- Sabes en tu corazón que es inútil resistirte, Siyeon... - Rio la superior mordiendo su cuello.
Bajó una de sus manos acariciando la húmeda tela que aún cubría el sexo de la galeno, apartó la prenda para sentir aquella lubricación directamente y despacio empezó a hundir dos de sus dedos en el interior de la doctora. Al notar esa intrusión la pelinegra arqueó su espalda tratando de retroceder su pelvis para alejarse pero Jiu la tenia apresada con su cuerpo contra el mueble. La directora bombeo sus dedos adentro y afuera un par de veces con tortuosa lentitud haciendo que un chillido ahogado por la mordaza escapara del la boca de la subordinada, y luego los sacó de repente.
- ¿Ves esto? - Levantó ambos dedos empapados del fluido y sonrió de lado levantando la ceja - Tu voluntad podrá ser dificil de quebrar, pero tu cuerpo va a responder por su cuenta con el estimulo apropiado - Lamió sus dedos de forma lasciva - Voy a darte placer más allá de lo que has imaginado... - Susurró casi rozando sus labios, mientras regresaba la mano a la entrepierna de la pelinegra para jugar con su clitoris - Limpiaré tu memoria de todas las cosas aburridas que has hecho hasta ahora, y serás mía... Quedate conmigo, Siyeon...
Olivia observaba la escena cada vez más incomoda, al principio pensó que realmente su colega simplemente se estaba haciendo la dificil, que era una fachada provocada por su orgullo la que la hacía resistirse a los avances de la directora. Inocentemente creyó que Jiu terminaría por seducir a la cardióloga y que sería devertido y malditamente sexy verlas teniendo sexo. Pero conforme la situación se iba poniendo más turbia, entendió cuan equivocada estaba.
"Ugh, esto es nauseabundo... ¿Qué estoy haciendo? ¡Tengo que detener esta basura!"
- ¡Basta! - La pelinegra salió del cuarto dando un portazo - ¡Déjala en paz! - Gritó - Esto es una maldita locura, no puedes esperar que me quede sin hacer nada mientras la atacas así - Jiu se volvió con una mirada fulminante y Siyeon la miró confundida - ¡Ella no quiere! Y tu sabes muy bien que no quiere, no hay forma que esto sea consensual.
- Olivia - Gruñó la superior visiblemente irritada alejándose de la pelinegra y encarando a la enfermera - ¿Quien te dio permiso de salir? Realmente no conoces el concepto de permaneces en tu lugar - Frotó su cabello un tanto frustrada.
- Dejate de juegos, Jiu, en este momento no eres mi ama y yo no soy tu esclava - Se puso firme la internista - Así que no actúes como si pudieras mandarme - Corrió hacia la cirujana interponiendose entre ella y la superior - ¿Honestamente pensaste que me iba quedar sentada mientras violabas a Siyeon como si nada? ¡¿Estás loca?!
Reunió algunas de las prendas de su colega que estaban esparcidas en el piso y regresó a donde ésta se encontraba.
- Lo siento tanto Siyeon, debí intervenir antes - Se disculpó la pelinegra profundamente arrepentida mientras le quitaba la mordaza - Aquí está tu ropa, vamos a taparte.
- Realmente me estas sacando de quicio, Olivia - Refunfuñó la directora - Este asunto es entre ella y yo, tu no tienes cabida aquí.
- ¿Y se supone que debo hacerme de la vista gorda mientras haces lo que te da la gana? - Replicó la internista procediendo ahora a soltar las esposas - Me parece que el poder se te subió a la cabeza, y tu eres la patética aquí, Jiu. Primero usas como un peón de tus juegos a una pobre niña enferma y ahora esto... Tus acciones se han ido trastocando demasiado últimamente.
- ¿D-de que estás hablando, Olivia? - Preguntó Siyeon descolocada ante las declaraciones de su compañera de trabajo - ¿Q-qué acciones? - Volteó a mirar a la jefa y notó como amenazó a la interna con la mirada - ¡¿Qué hizo?!
- Uhm... - La internista miró a la pelinegra apenada sin saber como empezar a explicarle - E-es sobre esa paciente, ella...
- ¡Olivia! - Exclamó la superior en tono amenazante.
- ¿Esa paciente? ¡¿Te refieres a Sua?! - Cuestionó alterada la cirujana.
- Si... - Asintió y se volvió hacia su superior - Lo siento Jiu, no puedo dejar que sigas eludiendo la ley con todo lo que has hecho.
- ¡Mantén la maldita boca cerrada Olivia! - Chilló exacerbada la directora acercándose a la pelinegra - ¡¿Crees que puedes desobedecerme?! - Le alzó la mano.
- Quieta - Intervino Siyeon atrapando en el aire la muñeca de Jiu y apretandola con fueza - La que va a mantener la maldita boca cerrada eres tú, Kim - La miró con odio - A menos que la quieras abrir para explicar tu misma que fue lo que hiciste.
La directora se zafó bruscamente del agarre de la cirujana y se alejó en silencio.
- Olivia... ¿Qué hizo? - Volvió a preguntar en tono serio la cardiologa - No te ahorres los detalles, quiero saberlo todo.
- B-bueno, esto nunca me pareció correcto y debí decirlo antes, lo siento - Bajó la cabeza - Se supone que ese corazón realmente debía ser para la chica Kim - Confesó.
- ¿De que estás hablando? Pero... L-los exámenes de laboratorio - Musitó confusa la galeno.
- Creo que será mejor que lo veas tu misma - Explicó la pelinegra caminando hacia el pasillo - Espera un momento.
- ¿A donde crees que vas? - Jiu Intentó detener a la chica.
- No te muevas, Kim - Gruñó Siyeon interponiendose.
Corriendo de vuelta al cuarto de su jefa, la internista fue directo a la cómoda, abrió el cajón donde recordaba estaba lo que necesitaba, pero en lugar de encontar lo que buscaba se encontró con otra cosa, la tomó extrañada dandole un vistazo y le pareció importante, no sabía exactamente que era y porqué estaba allí pero sospechaba que tenía algo que ver en todo el asunto. Justo debajo de aquello divisó finalmente su objetivo, agarró ambos y volvió a la sala.
- Toma, échale un vistazo - Le extendió un par de hojas la pelinegra a su compañera - Estoy segura que debes recordar los números.
Siyeon recibió los papeles y sólo le bastó mirarlos un segundo para darse cuenta que eran los resultados de los exámenes de Bora.
- ¿P-por qué las dos copias no coinciden? - De repente todo estuvo claro para la cirujana - Tú... - Gruñó apretando las páginas y viendo a Jiu de forma asesina.
- Si... Ella... - Confirmó Olivia - Te entregó unos falsos.
Al hablar su colega la pelinegra dirigió su vista momentáneamente a ésta y se dio cuenta que tenía algo más en la mano.
- ¿Y eso que es? - Preguntó frunciendo el ceño.
- Ah, no estoy segura... Pero tiene tu firma y la de la niña Kim, pensé que podía ser otro truco raro de Jiu - Se encogió de hombros la internista entregando los otros papeles a su contraria.
- E-esto es... - Siyeon abrió los ojos como platos al reconocer de inmediato lo que estaba sosteniendo - Es el contrato que Sua y yo... ¡¿Cómo conseguiste esto?! - Cuestionó a la directora - ¿Cómo?... - La voz le tembló al tratar de imaginar los escenarios que puedieron desembocar en que su jefa se hiciera con dicho documento - Jiu, tú... L-lo obtuviste de Sua ¿Verdad? - La superior aparto la mirada - Pero, ¿Por qué? ¿P-por qué te lo...
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Pulse (Suayeon)
FanfictionLa Dra.Lee Siyeon es una renombrada cardióloga, aunque es joven se a ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo,sin embargo esa no es la única reputación que la precede,tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seria.K...