Poema n°107: corriendo sin parar

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Corro hasta que me fallan las piernas.
Voy por las calles de mi pueblo, saltando las aceras.

Mis pulmones se llenan de fuego.
Ojalá mi dolor fuera un juego.

Quiero llorar, pero no puedo,
así que corro rápido y sin aliento.

No quiero pensar, de la realidad huyo.
Soy esclava de tu imagen, de tu orgullo.

Ojalá pudiera olvidarte, o aún mejor,
odiarte por borrarme la razón.

Me ahogo de amor, trencé una cuerda para escalar tus paredes,
de nada sirvió, no me quieres.

Dame una soga, dame una hoja
y me iré del mundo en menos de una hora.

Sigo corriendo, no sé parar.
Necesito notar cómo me falta el aire para poder respirar.

Poemario de mi adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora