Enamorada de mi esclavo

Funeral

Silencio, eso es lo que abundaba en este momento, desde el funeral de mi abuelo no me había ido a un funeral, me sentía perdida, no me gustaba la idea de verme con un vestido negro, me cepillaba el cabello y al momento de verme en el espejo, las lágrimas salieron sin previo aviso.
-Su majestad, el coche la esta esperando. - tome lo lo que creí que necesitaría. salí de mi cuarto y camine tan lento como mis pies me lo permitían, observe cada muro donde podía ver fotos de mis padres, su boda, sus cumpleaños, mi nacimiento, hasta mi último cumpleaños con ellos.
-Están en un mejor lugar. - voltee y vi a Alex, él vestía un traje negro. yo solo asenti, no tenía ganas de hablar. -Vamos, nos están esperando. -caminamos en silencio, hasta donde estaba el carro. Observaba como las gotas se movían con el aire, como si estuvieran jugando carreras.
Todos estaban de negro, esperando mi llegada, para iniciar.
•.•.•.•.
El orador hablaba sobre el plan de la vida, algunos familiares lloraban, las personas del castillo también lloraban. Yo no lloraba, estaba estática, si respiraba era mucho, mi vista estaba perdida en las dos cajas donde estaban mis padres, mi madre lucia tan perfecta, y mi padre perecía una estatua echa a la perfección.
-Su majestad, es momento de hablar.- el orador me saco de mis pensamientos. Me pare con cuidado, en una mano tenia un tulipán amarillo y con la otra mano sostenía un pequeño balón de fútbol.
-Ellos fueron reyes justos que amaron a su pueblo, larga vida al rey, eterno amor a la reina.- fue lo único que pude decir, voltee y deposite cada cosa en su lugar, a mi madre le deje el balón y a mi padre le deje el tulipán.
Cada vez escuchaba los llantos de las personas, yo veía como los dejaban caer y les echaban tierra.
Todos se fueron, me decían palabras de aliento, me quede sola en el panteón, Alex no quería dejarme sola, pero lo convencí de que estaba bien y que necesitaba tiempo a solas con mis padres.
-Dijeron que siempre estarían aquí.- me deje caer al pasto, donde ahora se encontraban sus cuerpos, sentía como las gotas caían pero no sentia que mojaran mi rostro, pues eran mas lágrimas. No había llorado, hasta hoy en la mañana y en este momento, sentía un dolor en el pecho, unas ganas tan grandes de gritar, empecé a golpear el piso con ambas manos, mis lágrimas cada vez eran más que me impedían ver.
-¡ PROMETIERON QUE SIEMPRE ESTARÍAN AQUÍ, CONMIGO!.- sollozos, respiraba incontrolablemente. -Mintieron.- seguía golpeando el piso, mi cabello que antes estaba ordenado ahora estaba mojado y pegado a mi cara.
-Papá, mamá, los amo.- No tuve el tiempo para decirles lo mucho que los amaba, siempre estaban en juntas o yo prefería salir, nunca se los dije. Con mis manos empecé a quitar la tierra bien acomodada con mis manos, lágrimas salían incotrolablamente, necesitaba verlos y decirles a la cara lo tanto que los amaba, me odiaba a mi misma de no haberles dicho lo mucho que los amaba.
-Hey, tranquila.- unos brazos tomaron mis manos, y me enrollo en un abrazo, alce la mirada y me encontré con jack.
-Me odio, necesito decirles que los amo, si tan solo mamá se hubiera ido sin que no nos hubiéramos peleado.- mi respiración era entrecortada, y lágrimas salían como si no tuvieran fin.
-Shhh, ellos saben que los más, ellos te aman a ti.- me acurruque en sus brazos.
-No quiero irme de aquí.-
-Como tú lo desees princesa.- y ahí nos quedamos, el me tenía entre sus brazos.
-¿Porque no te fuiste?.-
-Porque mi madre esta enterrada en este panteón.-
-¿ Y como se llamaba tu madre?.-
-Clarie.- ese es el nombre de mi madre, sentí un escalofrío al escucharlo. Voltee a verlo y ¿Como fue que no me di cuenta antes? Sus ojos eran idénticos a los de mi madre, y su nariz era igual a la de mi madre.
-No... Tú... No puede ser...- no termine de decir la frase cuando salí corriendo lejos de él.
Mi madre no tenia otro hijo, yo era hija única. Mi corazón latía muy rápido y de un momento a otro todo se volvió negro y caí al pasto mojado....