No todas las tiaras son iguales.

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-Por favor.-
-No.-
-¿Porque no?.- llevaba mas de media hora tratando de convencer a mi mayordomo.
-Ya le dije que es algo que solo las princesas deben de hacer solas.- lo vi haciendo pucheros.
-Por favor, son mis amigas y son un gran apoyo, por favor.- Mars me veía burlonamente.
-Esta bien.-
-¡Si!.- empecé a dar brincos.
•.•.•.•.
-¡Ya estamos aqui!.- Juno gritaba desde el recibidor del castillo.
-Callate.- escuche como Kate chucheaba a Juno. Baje las escaleras y ver a las tres en vestidos se veían tan hermosas. Kate traía un vestido rosa floreado, Juno traía un vestido violeta, y Hanna traía un vestido coral.
-Se ven tan hermosas.- les salude mientras bajaba las escaleras.
-Mamá, tu también te vez hermosa.- Hanna contesto por todas. Yo traía un vestido verde menta.
-Gracias, ¿estan listas?-
-Si.- contestaron las tres al mismo tiempo.
-Bien, nos estan esperando.-
-¿Esperando?-
-Sip, ese asunto tan importante no es tratado aquí, así que vamos, nos están esperando.- las tres me siguieron, llegamos hasta la limusina donde estaban Alex y Mars (mi mayordomo).
-¿El niñero también va?.- Hanna miro mal a Alex.
-Si, también va.- le respondí. Alex nos veía algo molesto ya que no dejábamos de hacerle algunas bromas
Al fin llegamos al gran lugar, una joyería.
-¿Nos hicieron arreglarnos para una joyería?- bufé molesta.
-Madame, no es solo una joyería.-
-Pues a mi no me parece otra cosa.- Hanna observaba el edificio tratando de encontrar algo que lo hiciera diferente a otras joyerías.
-Vengan conmigo.- todos seguimos a Mars hasta la joyería, las niñas y yo estábamos a punto de entrar por la entrada principal, pero no, no íbamos a entrar por ahí.
-Es por acá.- nos indico Mars.
-No me venga con esas cosas, por la parte de atrás no hay nada, la edad le esta afectando.- Hanna le reclamaba a Mars.
-joven, la obediencia es una gran virtud.-
-Si, pero que vamos a hacer...- no termino de hablar cuando las puertas de la joyería se abrían y nos mostraban una parte que nadie, aparte de la realeza conocía.
-Retiro lo dicho.- Hanna se disculpó.
Nosotras soltamos una risita burlona.
-Adelante, con cuidado.-
-Esto es como un sueño hecho realidad.- Kate observaba todo como si fuera una niña en dulceria.- Por favor agarrenme que me desmayo.-
-Por mi te puedes caer.- le molesto Alex, Kate lo fulminó con la mirada.
-Ya, calmados los dos, no los quiero ver juntos.- los vi amenazadoramente.
-Mamá, ¿puedo ir contigo?- Juno me veía con algo de miedo, pues el lugar es algo grande.
-Claro, dame la mano.- Juno apretó fuertemente mi mano.- Tranquila, yo te cuido.- le sonreí.
Caminos y cada paso que dabamos había mas coronas hermosas, tenía que admitirlo, me estaba emocionando.
-Aqui esta nuestra princesa.- un señor como de unos sesenta años me saludo.
Nos acomodaron para observar los prototipos de las coronas.
-Empecemos.- llevábamos mas de dos horas y ningún prototipo me gustaba, eran muy grandes, extravagantes o muy coloridas.
-Esta es la última.- la chica de las fotos estaba tan aburrida como yo o ella me ganaba.
-No me gusta.- me paré y empeze a ver imágenes de otras coronas.
-¿Porque están en el suelo?- tomé la que más me había gustado.
-Porque no son buenos prototipos o le hace falta algo.-
-Bien, yo quiero esta, asi tal cual esta.-
No mevreprocharon nada agradecía tener el poder.
-Si, latendremos antes de la fiesta de compromiso.-
-Dentro de una semana.-
<una semana> eso se había quedado en mi cabeza. En poco tiempo Alan ira a mi casa a pedir mi mano...

Enamorada de mi esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora