Adiós Soltería, Adiós Sentimientos.

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~NO PONGAN EL VÍDEO~ que lo disfruten :3

Me desperté con un dolor de cabeza, cheque en donde estaba, era mi cuarto, busque mi teléfono y tenia mas de veinte mensajes y llamadas de mis amigas, aparte de mensajes de Alan y un mensaje de James. Abrí todos los mensajes, mis amigas me preguntaron que donde estaba, les conteste que estaba en mi casa pero que no sabia como había llegado, el mensaje de James era para saber como estaba le dije que estaba bien. Como pude me levante y baje las escaleras pues tenia mis labios secos.

Abrí el refri y saque la jarra con agua me serví y empece a tomar.
-Buenos días.- salte no había visto que había alguien más en la cocina.-
-¿Cuanto tiempo tienes ahí?- Alex me veía burlón.
-Desde que bajaste yo ya estoy aquí, por cierto ¿Me confundes con santa clous?.- eso no lo esperaba, no recordaba nada.

-¿De que hablas?- Alex soltó una carcajada de esas que se te quedan el la cabeza.

-Mucho alcohol, Emma eres una alcohólica, pero me gusta como eres de las dos formas, sobria y borracha, sabes cuando tomas, eres como una niña pequeña que se ríe de todo.- me veía y sonreía de una manera que desconocía.

-Si, pues se supone que mi esclavo debería de estar en esos momentos para que yo no me volviera una alcohólica y supongo que gracias, lo tomare como un cumplido.- le sonreí y camine de nuevo a mi cuarto; me deje caer en la cama, veía al techo tenia fotos de mis amigas, padres y una que otra de Alex y yo otras de Tom y Alan.... Alan hoy seria la gran fiesta. se supone que todas las chicas sueñan con una boda, con tener el vestido de novia más bonito, con tener damas de honor, que sea un día perfecto... yo no lo había deseado, no podía hacer nada, este es mi deber un pueblo dependía de mi y para esto fui preparada desde mi infancia, solo que este día lo veía muy lejos y cuando menos me di cuenta estaba a unos días. tocaron mi puerta y era momento de ser la reina y no la chica de diecisiete años.

-Su majestad, tenemos que arreglarla.- suspire y asentí, la tortura había empezado.

Me bañe lo mas rápido que pude, y me puse algo cómodo para empezar. Me hacían de todo, mi cabello lo acomodaron en una trenza algo despeinada, después de que me arreglaron mis manos que según ellas estaban descuidadas y la hora de escoger el vestido había llegado las puertas del mágico closet se abrieron y me dejaron ver vestidos de todos los colores, ninguno me agradaba hasta que encontré uno color negro perfecto para mi, la cara de las que me estaban arreglando era muy cómica pues no estaban de acuerdo con que yo vistiera de negro pero como no tenían opción me maquillaron con un color azul, delineador negro y labial rojo.

-Nuestro trabajo a qui termino.- se despidieron y me dejaron con mi reflejo en el espejo, no me reconocía, esa no era yo. Me puse mis zapatillas negras, tome mi tiara y salí. camine hacia tras y choco mi espalda con la espalda de Alex, ambos nos quedamos de espaldas, sintiendo nuestras respiraciones, el silencio que nos rodeaba era cómodo, no quería salir de nuestra burbuja, volteamos al mismo tiempo, nos vimos a los ojos y sentía que flotaba. el vestía un traje azul marino y hacia que sus ojos grises resaltaran más de lo que ya hacían.

-Te vez hermosa.-

-Tu te vez bien.- caminamos en silencio por el pasillo, la limusina ya nos estaba esperando.

-Es la primera vez que voy a ir al castillo donde vive Alan.- empece la platica.

-Yo desearía no tener que regresar.- contesto amargamente viendo

hacia la carretera. Mi curiosidad me pedía a gritos que le preguntara pero mi cerebro me ordenaba que me quedara callada y esta vez me calle y observe el camino lleno de pinos. no se me ocurría nada para iniciar una conversación, voltee y me quede maravillada con el castillo donde vive Alan, el nunca me contó de donde había vivido, me decía que no tenia importancia, que solo era un castillo más pero claro que no lo era.

-Es hermoso.-

-Lo es.- hablo Alex después de observarlo, deseaba saber que pasaba por su mente, pero sabia que no me lo diría a si que mejor le sonreí y bajamos. Todo estaba hermosamente arreglado y entonces recordé que que todo esto era por la fiesta de compromiso y mi sonrisa se borro.- ¿Estas bien?- Alex noto mi cambio de humor.

-No.- y entonces me abrazo

-Tenemos que entrar, te esperan, estaré a tu lado, lo prometo.- no muy segura camine hasta la entrada, había mucha gente, mas que en el cumpleaños de mi abuela.

-No me sueltes.- le susurre pero no tardaron ni cinco minutos cuando Alan ya me tenia entre sus brazos y sabia que en estos momentos Alex no podía hacer nada.

-Te vez hermosa.- le trate de sonreí pero lo único que salio fue una mueca.

caminamos muy deprisa, saludando a los invitados, nos felicitaban por nuestro compromiso, nos daban algunos presentes, consejos para la boda,entre otras cosas.

empezó el vals, donde el y yo teníamos que iniciar para que las parejas nos siguieran, era lento, recordaba cada pazo que había ensayado con Mark, desde las vueltas, los giros, los movimientos de manos, todo tal como un robot, entonces se hizo el cambio de música, cambio de pareja.

~PONGAN EL VÍDEO~

al momento de girar mis manos tomaron las de Alex, todos los pasos que me había aprendido fueron borrados y ahora lo único que podía pensar eran en lo ojos de Alex y que hoy seria la ultima vez que estaría conmigo. pasos adelante, atrás, vueltas, era como si con el pudiera bailar a nuestra manera, como en el muelle, pero ahora era un poco triste, ambos sabíamos que esto terminaría y que el al final de esta fiesta o durante se iría.

~NARRA ALEX~

La tenia entre mis brazos, la observaba atentamente desde sus labios, sus ojos, sus cachetes llenos de vida y su nariz que se ponía roja cuando tomaba algo frió; una parte de mi me fritaba que le dijera la verdad, pero no, soy un cobarde, ademas no me creeria, Alan es ahora el próximo rey, y mis tíos me matarían, se dice que por amor se hacen cosas pero ¿ Yo la amo?, la quiero y daría todo por su bienestar... esto es tan complicado. Sus ojos verdes tan llamativos, ella es la criatura más rara que eh visto a lo largo de mi vida, la extrañaría, se que estoy dejando a la persona que me llena de vida, pero es lo que acordamos, y si yo me revelo esto seria una locura, ella podría odiarme y no me permitiría eso. la seguí girando, todos nos observaban pero a ella no le intimidaba, ella solo me veía a mi y yo a ella, era nuestro primer y ultimo baile juntos, no aguante mas y la tome de la cintura, la cargue y todos estaba asombrados, era la ultima noche que la vería, tenia que hacer que la pasara lo mejor posible ya que después la dejaría, la canción estaba llegando a su fin, la vi a los ojos no podía dejarla... esos ojos que me vieron con odio el primer día que la vi ahora me pedían que no la dejara, siempre estuvimos cerca pero al mismo tiempo estuvimos lejos, la canción acabo y nos fuimos separando poco a poco.


Enamorada de mi esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora