Roma

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-Ya llegamos- NamJoon empezó a acariciar el rostro de SeokJin -Vamos, hoy tenemos cosas que hacer-

-¿Tan rápido?- Asintió -¿Qué tenemos que hacer?-

-Tengo que arreglar una habitación que ordene que no se tocara, conocer al nuevo personal y lo más importante, desayunar-

-No es mucho- Se levantó y empezó a bajar sus maletas -¿Crees que tus empleados sospechen algo?-

-SeokJin...-

-Perdón, tengo miedo-

-Nada de miedos, o por lo menos en estos dos días- Salieron del tren
-Supuestamente uno de mis empleados va a venir a recogernos-

-Buenos días señores- Un hombre de edad avanzada se acercó -Perdón, estoy buscando al señor Kim NamJoon y a la señorita Kim Victoria-

-Yo soy NamJoon- Habló con una sonrisa -Él es mi cuñado, Kim SeokJin-

-Mucho gusto-

-El gusto es mío- Hizo una reverencia -Los llevaré a su destino, al fondo está su cuadriga-

-Muchas gracias- SeokJin tiró del hombro de NamJoon para susurrarle -¿Que es una cuadriga-

-En tu lenguaje es un carruaje, en la antigua Grecia se ocupaban para desfiles, ya que están tirando por cuatro caballos-

•°•°•

Al entrar se quedaron en silencio, NamJoon estaba planeando como deshacerse de los empleados mientras SeokJin... Admiraba todo el paisaje como si de un niño pequeño se tratara

Los paisajes, los mercados llenos de colores, era un éxtasis para sus ojos y a su vez, NamJoon disfrutaba eso

De vez en cuando se llegaban a mirar pero vamos, los dos estaban en mundos diferentes

Después de un rato SeokJin empezó a ver qué se acercaban a un pequeño pueblo cerca del mar, y al fin la cuadriga paró

-Tierra llamando a Jin, no te vas a quedar aquí todo el día-

-Todo aquí es hermoso- Los dos sonrieron -¡Vamos!-

Los dos bajaron y de repente SeokJin miró hacia arriba, su corazón y mente quedaron en blanco

-Dios... Aquí va a vivir Victoria- Suspiró y empezó a seguir a NamJoon
-Pensaba que tu castillo iba a estar en ruinas-

-Mi tía mandó a reconstruir todo esto, si hubieras venido hace unos años, créeme que te asustarías-

-Cuando regresemos le haré un altar a Carlotta- Sonrieron y entraron

•°•°•

-¿Cuánto tiempo le da?- Victoria volteó a ver al doctor

-Quisiera darle esperanzas, pero la salud de su majestad está muy deteriorada-

-No hace falta que me diga, ¿cuánto tiempo le queda?-

-Por mucho dos días, ¿Por qué la pregunta?-

-Lo que pasa es que soy la prometida de su sobrino, pero él está de viaje y volverá en dos días... ¿Cree que llegue a despedirse?-

Las Tres LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora