Las Tres Lunas

¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐬?

—¿Una boda?— Jeon le daba un trago a su bebida -¿Te volviste loca?-

—¿Qué puedo hacer? Y aparte no estás en la posición de reclamarme—

—Claro que soy el indicado para reclamarte—

—Te recuerdo que fue por tu culpa que supiera que eres mi hermano—

—Acepto fui estúpido, ¿Pero por qué te tienes que casar?—

—NamJoon dijo que tú podrías matar a mi padre o él te iba a matar a ti—

—¿Qué te dijo de mi?—

—Tú lo mandaste para investigar sobre nosotros y tenías "asuntos pendientes" con nuestro padre—

—Es cierto que los mandé, pero era para saber si sabía algo de mi—

—¿No crees que hubiera sido más fácil investigar por tu cuenta? Me debo de casar para no perderlos—

—Nadie te está obligando, sé defenderme, no tengo que estar preocupado por eso—

—Jungkook, eres el único de mis hermanos que me ha escuchado, no quiero cargar con tu muerte—

—Y no lo harás— Agarró el rostro de Victoria —Y tampoco pensaba matar a nuestro padre, eso es estúpido—

—Eso significa que...—

—Conozco bien a NamJoon, el quiere algo de tu familia y no eres tú—

—¿Entonces que es lo que quiere?—

༒︎

—¡Es un estúpido!— SeokJin aventaba cosas por todo el despacho

—¡SeokJin ya cálmate!— Rosé entró —Se va a casar, no es el fin del mundo—

—¿Por qué con él?— Empezó a llorar —¿Por qué con esa persona?—

—Entiendo que fue tu interés amoroso, pero la vida sigue—

—Lo dices como si fuera algo fácil— Acomodó una silla y se tumbó en ella

—Habrá otra persona que de verdad te quiera, y aún así teniendo a alguien hay problemas—

—No lo entiendes, estás casada y estás esperando a tu primer hijo ¿De que te puedes quejar?—

—Si todos ustedes me hubieran escuchado yo no estaría casada con Cristopher—

—¿Qué?— Detuvo sus lágrimas y volteó a verla —Pensé que siempre había sido tu primer opción—

—Lo era, pero había alguien más, madre decía que no era útil económicamente—

—¿Conozco a esa persona?— Rosé asintió sonriendo

—Song Kang, un tipo carismático, pero pobre para la familia-

—¿Qué pasó con él?—

—Por lo que tengo entendido, está viviendo en Italia con su esposa y sus hijos— Suspiró —A lo que me refiero que siempre habrá alguien para ti— Rosé sonrió y abrazó a su hermano

—Me quiero morir— Sintió una bofetada en la mejilla —¡Rosé!—

—Vamos a salir un rato, tu cerebro necesita oxígeno nuevo—