Acusaciones

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Victoria le tomó unas semanas antes de tomar la decisión de regresar a Roma. Finalmente, se sentó con NamJoon, y le dijo que pensaba regresar. A su sorpresa, él no puso resistencia.

-Si estás decidida, sé que lo harás por nosotros.- Dijo, mirándola a los ojos.

-Nam, necesito que intentes convencer a Lilian de que debemos regresar.- Dijo Victoria, con seriedad. -No quiero forzarla, pero no puedo vivir así.-

-No te preocupes, haré todo lo posible por convencerla.- Dijo Kim, tocándole el hombro.

-Gracias.- Dijo Victoria, mientras doblaba la ropa.

-¿Y se puede saber qué ha cambiado para que quieras regresar de repente?.- Preguntó Nam, intrigado.

Victoria lo miró y dijo: -Eso es asunto mío, no puedo darte detalles.-

-Entiendo. Solo quiero decirte que apoyo tus decisiones, aunque no entienda lo que te está pasando.-

-Es justo lo que me pregunto a mí misma.- Dijo Victoria, con frustración. -¿Qué está pasando?, No lo sé.-

-Es normal sentirte así, no te preocupes.- Dijo él, intentando tranquilizarla. -No eres la primera persona que se siente así. Pero, ¿estás segura de que quieres regresar?.-

-Aquí ya no es mi hogar, nuestro hogar está en Roma. Yo no encajo aquí, y Lilian tampoco. ¿Qué estamos haciendo aquí?. No es donde deberíamos estar.-

-Si eso es lo que quieres.- Respondió Nam. -Pensé que querías que nuestro hijo naciera aquí. Pero tienes razón, ya hemos estado aquí bastante tiempo, y nuestro bebé ya está muy avanzado en su desarrollo.-

-Y por otra parte, el embarazo ha sido una experiencia difícil.- Dijo Victoria, tocándose el vientre. -El tren sale esta noche, así que todavía tenemos tiempo de despedirnos.-

-Está bien.- Dijo Nam, con seriedad. -Bueno, te dejo un momento, voy con Lili. Necesito pasar un rato con ella, y que entienda por qué queremos volver a casa.-

-Por supuesto, no es fácil tomar esta decisión para ninguno de los tres.-

Victoria quería abrazarlo, pero él simplemente se apartó y salió sin decir nada. Victoria lo miró, confundida, pero no hizo nada.

Se quedó quieta, mirando la ventana de la habitación, intentando distraerse de las cosas que estaban pasando. El día era gris, y los árboles de fuera se movían con el viento. Cerró las maletas y se sentó en el sofá, mirando el escenario natural.

Victoria tocó el collar que le había regalado Yoongi, y lo quitó. Lo observó con detenimiento, apreciando su encanto y la forma en la que brillaba al reflejar la luz.

"Quiero que me prometas que el día que sientas que no hay ninguna emoción hacia mí, lo abrirás"

Victoria podía recordar claramente las palabras de Min. "¿Qué significará todo esto?".

Empezó a abrir el collar con mucho cuidado, intentando no romperlo. No sabía qué esperar, pero la sorpresa llegó cuando vio una nota de papel se escondía dentro. Con manos temblorosas, la desdobló, y leyó las palabras escritas en ella: "Antes del anochecer, en la barranca cerca de la costa".

Miró hacia el reloj de pared, y se dio cuenta de que todavía quedaba tiempo hasta que anocheciera. -¿Debo ir?.- Se preguntó. -Podría despedirme de Yoongi. Podría saber algo que me ayude a superarlo, o hablar con él.- Estaba angustiada, y empezó a sentir náuseas. Pero aun así, se puso de pie y se preparó para salir.

Cuando salió de su habitación, vio a una de las sirvientas en el pasillo, ordenando unos cuadros. -Saldré un momento a la costa. Si alguien pregunta por mí, dígales que estoy hijo.- La mujer asintió, y ella se dirigió hacia la puerta de la casa.

Las Tres LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora