Las Tres Lunas

¿Más problemas?

-Dice tu abuela que entre más tiempo estés en el jardín, agarras defensas- Rosé miraba con admiración a su hijo mientras jugaban en el pasto -No sé que hice para que salieras guapo-

Al parecer la maternidad fue un cambio para Rosé, era cariñosa con los demás, se preocupaba por los suyos, hablaba más y no peleaba como antes

-Buenos días mi querida enojona- Un hombre le tocó el hombro a Rosé, haciéndole asustar

-¡Min Yoongi!- Dijo en un hilo de voz -¡No me hagas así! ¿No ves que asustas al bebé?-

-Perdón para los dos- Yoongi cargó al bebé -¿Cómo te sientes siendo mamá?-

-Pensaba que iba a ser muy diferente, pero me gusta cuidar de Matthew- Sonrió y se acercó a su hijo -Momento, ¿Cómo entraste a la casa?-

-Victoria me enseñó a cómo entrar sin que nadie se dé cuenta- dió una sonrisa ladina -Hablando de ella, ¿Será que la puedas traer? Quiero platicar con ella-

-Yo encantada te la traería, pero no se encuentra en casa-

-¿Salió con NamJoon?-

-Algo por el estilo, la reina enfermó y Victoria quiso ir a cuidarla-

-¿No Para eso tiene su sobrino? No tenía porque ir-

-Ya lo sé, pero NamJoon y SeokJin salieron hacia Roma, dijeron que iban a ver el castillo dónde van a vivir mi hermana y ese hombre-

-¿Los dos?- Rosé asintió y Yoongi solamente bajo la cabeza -Bueno, ¿Sabes cuándo va a volver?-

-Supuestamente tenía que haber regresado ayer en la noche, quiero suponer que la reina empeoró-

-Lo más seguro, cualquier cosa que sepas por más mínima que sea, por favor mándame una carta-

-No te preocupes- Yoongi le devolvió a Matthew, justo cuando se estaba yendo Rosé le habló -¿Te llevarías lejos a mi hermana?-

-Lo haría sin pensar, pero me pidió que no lo hiciera-

-¿Victoria?- Bajó la cabeza y soltó una bocanada de aire -Hay veces que no la entiendo, pero espero que cuando llegue ese día, se puedan ir-

-Yo también espero lo mismo, cuídate mucho y cuida del niño-

-Lo haré, ahora vete antes de que me madre te vea, porque te matará-

•°•°•

-Agradezco que te quedarás a cuidarme-

-No tiene que agradecer, mientras pueda y tenga fuerzas, lo haré-

-Ay niña- Tomó mucho aire y se le quedó viendo -¿Cómo puedes seguir aquí?-

-Sigo aquí porque quiero estar aquí, y esto es en agradecimiento porque se está haciendo cargo de la boda-

-Me agradeces cuando ya te hayas casado, si es que llegó viva para esa fecha, claramente-

-¡No diga eso! Usted va a llegar a esa fecha y a más, estoy segura-

-Nunca asegures algo en vano, porque el único que decide quién se va y quién se queda es Dios-

-Lo sé, pero usted es una mujer fuerte y si se lo propone, vivirá por muchos años más-

-Tan buena-