Compás

4 0 0
                                    

En el palacio, había sido organizada una fiesta espléndida. Victoria y NamJoon habían sido invitados, pero para no sentirse incómoda, decidieron llevar a toda su familia.

-No te preocupes, enana, estoy dispuesto a quedarme en la casa y cuidar de Lilian y Matthew.- Dijo Jin, con seguridad en su voz. -Es necesario que asistan a esta fiesta.-

-Vamos.- Dijo Nam, tomando la mano de Victoria. -Lili va a estar bien, el cuidará bien de ella. No te preocupes.-

-Lo haré.-

-Lili ya está dormida, me aseguraré de que no se le pase nada.- Dijo Jin, en un tono cariñoso.

-Gracias, eres un hermano maravilloso.-

Los restantes de la familia ya estaban listos. Habían preparado varios carruajes, y todos subieron. Salieron, y entraron en el primer carruaje.

-Está todo listo.- Dijo Nam, tomando la mano de Victoria.

Victoria se inclinó hacia su esposo, y le dijo en un susurro: -Me siento un poco mal, creo que tal vez me vaya a casa antes que tú, el bebé se está moviendo mucho.-

-No te preocupes, si tienes que irte, no hay ningún problema.-

Al llegar al palacio, se dio cuenta de que había muchísima gente. La música sonaba muy fuerte, y todo era un hervidero de actividad.

-Esto es demasiado.- Dijo, mirando a su alrededor.

-A mí me parece muy interesante, estoy seguro de que te divertirás.- Dijo Taehyung sosteniendo una copa.

A medida que transcurrió la fiesta, Victoria empezó a sentirse mejor. El bebé se había calmado, y su estómago dejó de dolerle.

-Creo que todo va a estar bien.- Dijo, y miró a Nam. Él la miró, y le sonrió.

-Por fin estás tranquila.- Le dijo, y le dio un beso en la mejilla.

Mientras bailaban, Rosé, la miró con preocupación. -¡Quédate quieta, enana!. Sé que estás inquieta por Lili, pero la verdad es que tú también me pones nerviosa.-

-Lo siento, Rossie.-

-Aunque te soy sincera, yo también estoy un poco nerviosa.- Dijo Rosé, bajando la voz. Victoria asintió.

-Yo también estoy rara. No sé si es por Lilian, o por el hecho de estar aquí.-

-Puede ser ambas cosas. Aunque, si no te importa, quizá podríamos irnos a pasear un rato.-

De repente, Camila llegó y se acercó a ellas. -Oigan, estuve en los jardines hace rato y parecía que alguien me estaba mirando.- Dijo, con la voz temblorosa. Victoria y Rosalie intercambiaron una mirada preocupada.

-¿Estás segura?.- Preguntó Rosé.

-Sí, estoy segura.-

-Voy a hablar con Nam y pediré que lleven a un guardia a los jardines. No quiero que nada malo le pase a nadie.-

Victoria buscó a su esposo, pero no lo encontró por ninguna parte. Entonces, se dirigió a la habitación que había sido de él.

-Nam.- Dijo ella, cuando entró a la habitación. -Joon, ¿estás aquí?.- Pero no hubo respuesta.

Mientras miraba a su alrededor, se acercó al espejo que había en la habitación, y sintió que algo le daba vueltas en el estómago. -¿Qué es esto?.- Preguntó, cuando vio algo escrito en el espejo. "¿La culpa ya no te permite seguir adelante?".

-Debo regresar por Lilian.- Se dijo en voz baja. Acto seguido, se dio la vuelta y salió casi corriendo del palacio.

No le importaba si estaba empapándose por la lluvia, ni si la ropa se le estaba ensuciando por la tierra.

Las Tres LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora